Hola a todos. Me llamo Alberto y tengo 19 a�os. La historia
que voy a contaros me ocurri� hace unos pocos d�as.
Yo de siempre he tenido alg�n problema a la hora de pajearme
porque tengo un poco de frenillo en el pene. Sin embargo hasta ahora nunca me
hab�a planteado el operarme. La raz�n de decidirme a hacerlo ya es que llegan
las vacaciones y estoy deseoso de practicar sexo con otros chicos de mi edad y
creo que ha llegado la hora de que me inicie.
Hace 15 d�as fui a la consulta del ur�logo para que me
examinara. No iba con muchas ganas porque no me apetec�a que me tocase la polla
un t�o viejo, pero bueno, no hab�a m�s remedio. Estaba en la sala de espera
cuando sali� de la consulta para llamarme un chico joven vestido con bata. En
ese momento se me iluminaron los ojos. �Guau!, el ur�logo que iba a mirarme y a
tocarme era joven y adem�s estaba buen�simo. Entr� adentro y... la ilusi�n me
dur� poco: el chico joven no era el doctor, s�lo era el ayudante que se
encargaba de rellenar los papeles y de hacer las recetas. El ur�logo era un
hombre de unos cincuenta y tantos a�os.
Cuando le expliqu� al doctor mi problema, mir� su reloj y le
dijo a su ayudante: "Mira, como el problema de este chico es de menor
importancia y yo tengo prisa por irme, si no te importa oc�pate de examinarle
t�, �vale?" - "Sin problema", contest�. "No te preocupes -me dijo el doctor- �l
tambi�n es ur�logo y est� haciendo aqu� pr�cticas, as� que entiende de esto".
Al ratito se fue el doctor, y el chico joven me hizo pasar a
una habitaci�n contigua. "B�jate los pantalones y los calzoncillos y t�mbate en
esa camilla". Yo hice lo que me dijo. �l se puso unos guantes y comenz� a
bajarme lentamente el prepucio. "Pues yo no veo ning�n problema, tu pene
descapulla bien", me dijo. "Ya, pero si el problema es cuando la tengo erecta;
perd�n, cuando lo tengo erecto, porque hay una especie de telilla que me impide
que se me baje el prepucio hasta abajo", le contest�. "S�, s�. Eso es el
frenillo; pero claro, yo necesitar�a ver tu pene en erecci�n y ver hasta d�nde
puedes descapullar. �Te imporatar�a poner tu pene erecto?". "Hombre, no; pero
ahora...". "No te preocupes. Me voy a ir y te voy a dejar solo y dentro de 5
minutos vuelvo". "De acuerdo".
�Genial!. Un t�o que estaba como un queso me estaba pidiendo
que me empalmase para �l en una habitaci�n en la que est�bamos los dos solos.
Sin embargo, de la emoci�n y de los nervios que ten�a encima, no consegu�a
empalmarme. Al rato volvi�. "�Todav�a est�s as�?". "Lo siento, pero es que no he
podido". "No te preocupes. Ya s� que una consulta no es el lugar m�s indicado
para que a uno se le ponga dura... Vamos a ver qu� podemos hacer... Ya s�, te
voy a dar algo. No s� si te va a gustar, as� que por favor no te molestes, pero
algo hay que hacer". "Bueno, t� d�melo". Fue hacia un malet�n y sac� de �l una
revista y me la acerc�. �No pod�a ser! �Una revista gay porno!.
En ese momento se me puso dur�sima y la vez me puse roj�simo.
Me la mir� y se sonri�. "Vaya, pues parece que s� te ha gustado", me dijo con
una voz un poco nerviosa. "Bueno, vayamos all�". De nuevo comenz� a
descapullarme lentamente hasta que le dije que parara porque me dol�a un poco.
"S�. T� lo que tienes es un poco de frenillo. Pero afortunadamente tienes poco.
Lo que vamos a hacer en darte un peque�o corte aqu�. Pero hasta septiembre no
vamos a poder operarte; as� que, mientras tanto, para que vaya dando de s� el
frenillo te voy a mandar un ejercicio para que hagas durante estos dos meses
todas las noches durante media hora. Mira: con el pene en erecci�n, vas a
bajarte y subirte el prepucio hasta donde puedas. Cada vez m�s. As�..." El joven
doctor comenz� a bajar y subir el prepucio lentamente durante un buen rato. Era
la primera vez y, de momento la �nica, que un t�o me hac�a una paja. Poco a poco
me fui poniendo cada vez m�s caliente. En ese momento se me fue la mirada hacia
su paquete y pude comprobar que bajo la bata se escond�a una buena verga
empalmada. Yo estaba tan caliente que sin pensarlo ni un minuto (en otro momento
no lo hubiera hecho ni loco) agarr� con mi mano todo su paquete. El t�o se quedo
totalmente inm�vil y bastante cortado, pero al ratito me sonri� y sigui�
pajeandome ahora con m�s fuerza. Yo tambi�n comenc� a sobarle su gran polla por
encima del pantal�n. Entonces �l se quit� la bata y se bajo los pantalones y los
calzoncillos para que pudiera seguir manejando su instrumento sin problema.
"�Ves?, yo tambi�n estoy operado del frenillo".
Me hizo levantar de la camilla y me tumb� en el suelo. �l
tambi�n se tumb� haciendo conmigo la posici�n del 69. "Sigue paje�ndome, no
pares". Yo estaba que no me lo cre�a. Se me iban a salir los ojos de la emoci�n
y del placer que estaba recibiendo. Al rato se meti� toda mi polla en la boca y
comenz� a chuparmela de arriba abajo. Yo hice lo mismo. Y as� estuvimos hasta
que nos corrimos. Despu�s nos limpiamos los restos de semen, nos vestimos y nos
fuimos porque era la hora del cierre del ambulatorio donde estaba la consulta.
Ha sido mi primera experiencia y la verdad es que fue
alucinante. La pena es que hasta despu�s del verano no van a operarme y por lo
tanto este verano s�lo podr� disfrutar, si se da la ocasi�n, de buenas mamadas y
nada m�s. Lo bueno es que en septiembre tengo que volver a la consulta con los
an�lisis de sangre que me han pedido antes de operarme y entonces lo volver� a
ver. Ojal� se invente una buena excusa y pueda echar durante un rato de la
consulta al viejo doctor. Y qui�n sabe una vez que me opere lo que podr� llegar
a hacer con ese tiarr�n... Estoy deseando meter mi polla en su maravilloso
culito. Si todo esto llega a ocurrir, ya os lo contar� en otra historia. !Ciao!