Relato: MATRIMONIO ESPECIAL
MATRIMONIO ESPECIAL
Digamos que no somos un matrimonio de los que se dicen normales, hace doce a�os que estoy unido a Noelia, una mujer sin igual.
Las vueltas de la vida, nos conocimos en Europa, ella estaba en unas peque�as vacaciones, yo en cuestiones de negocios, tan lejano a nuestra Argentina, y dio la coincidencia que ambos �ramos de la misma ciudad.
A pesar que compartimos unos d�as en el viejo continente nada hac�a pensar que algo pasar�a a nuestro regreso, seis meses despu�s, y por error, queriendo llamar a un amigo equivoqu� el n�mero y me contact� con ella. Era evidente que el destino se empecinaba en reunirnos�
Luego de un corto y caliente noviazgo fuimos juntos al altar. Noelia encontrar�a en m� un hombre diferente, y yo descubrir�a en ella una loba en celo, y nos aceptamos mutuamente, sin pretender cambiarnos.
As� nos complementamos y nuestras aventuras son por dem�s locas y excitantes.
Pero no es de esto de lo que quiero platicar, sino de nuestra sexualidad, de nuestros secretos.
Es que para todos somos una pareja normal, com�n y corriente, vivimos en un barrio de clase media, ambos trabajamos, hacemos las compras, manejamos nuestro peque�o coche, sociabilizamos con amigos, frecuentamos a nuestros familiares, pero no todo es lo que uno puede ver a simple vista�
Noelia siempre se encargaba de programar todo, yo la dejaba hacer d�ndole toda la responsabilidad a ella, es que hombres y mujeres somos distintos, nosotros somos sencillos y no tenemos grandes problemas, pero ellas son m�s discretas y necesitan tener algo de intimidad y piel, por eso todo quedaba en sus manos.
Ella eleg�a, ella hac�a los arreglos, ella manejaba la situaci�n, ella� solo ella, y yo la acompa�aba en los excitantes proyectos�
El Lunes por la ma�ana, nos levantamos temprano como de costumbre, me cambi� y mientras preparaba el desayuno, ella ayudaba a nuestra peque�a hija a quien le costaba despegarse de las s�banas. Ese d�a estaba de franco y ella hab�a pedido una jornada que le deb�an hace tiempo, conversamos como cada ma�ana y mimamos a nuestra peque�a que no paraba de charlar.
Mientras Noelia terminaba de acomodarle el cabello y ajustarle el uniforme, fui a sacar el coche del garaje, salud� a do�a Rosa que como cada ma�ana barr�a la vereda.
Al fin salimos los tres rumbo al colegio de Ludmila, llegamos, me despidi� con un c�lido beso y me dijo:
- Chau papi, te quiero mucho
Esper� unos instantes en el coche hasta que Noelia volviera luego de que la dejarla con sus peque�os compa�eritos de grado. Como ver�n, hasta ac� todo normal, como cualquier familia, entonces ella me indic� la direcci�n donde deb�amos ir, y ac� empieza nuestra vida secreta.
Llegamos al domicilio en cuesti�n, Amadeo nos recibi�, el tipo que mi esposa hab�a elegido, le dio un beso en la mejilla y a m� un apret�n de manos.
Amadeo era un tipo que se ganaba la vida con su sexo y ten�a un f�sico impresionante, nos sentamos alrededor de una mesa a platicar sobre lo permitido y lo no permitido, Noelia sac� la billetera, cont� y dej� el dinero sobre la misma, el lo tom� y mientras lo contaba dijo:
- Ya vengo, voy a ponerme c�modo�
Con mi esposa nos miramos, la excitaci�n brotaba de nuestros ojos, apenas unos minutos y Amadeo volv�a junto a nosotros, casi desnudo, era un animal�
No pude evitar fijar mi vista en el, un hombre de casi dos metros de altura, de mirada fuerte y penetrante, con terribles m�sculos dibujados, su pecho luc�a depilado por completo, tapado por sexis tatuajes y los ojos de mi amada parec�an saltar de se cabeza, la notaba respirar exaltada.
Lo �nico que cubr�a la piel tatuada de nuestro amigo era un diminuto slip azul, semi transparente, tan peque�o y ajustado que dejaba escapar los bellos del pubis que se notaban prolijamente cortados al ras, debajo se pod�a observar un bulto extremadamente grande en los cuales mi esposa posaba sus ojos.
Fue ella quien tom� la iniciativa, como siempre lo hac�a, se par� y lo llev� contra la pared, apenas le llegaba a las tetillas, y a�n estaba con sus zapatos de plataforma� comenz� a besarlo y �l a responderle mientras posaba sus ojos en mi.
Me excitaba ver como ese hombre tocaba por todo su cuerpo a mi amada esposa, ella gir� sobre si mima para refregarle su trasero y mirarme al mismo tiempo, el, bot�n a bot�n abri� la camisa de Noelia para descubrir su torso, los grandes pechos eran entonces contenidos por las manos de Amadeo y toda esta situaci�n me pon�a de cabeza, entonces le dije:
- Dale, quiero ver c�mo le chupas la pija�
Noelia con una sonrisa en el rostro se arrodill� lentamente hasta que su cara qued� a la altura de su bulto, puso sus manos a los lados de las caderas tomando el slip para bajarlo en c�mara lenta, era incre�ble lo que es hombre escond�a entre las piernas, bajaba y cent�metro a cent�metro se iba descubriendo su pija, reci�n cuando lleg� a mitad de los muslos qued� liberado saltando como un resorte para golpear en el rostro de mi esposa, ella no pudo evitar sonre�r con los ojos exaltados ante ese monstruo.
La vi acarici�rselo, la vi masturb�rselo, la vi bes�rselo, la vi lam�rselo, que locura, me encanta ver como mi esposa se chupa una buena verga ante mis ojos�
Lo tomaba con ambas manos y abr�a la boca todo lo que pod�a, pero era demasiado para ella�
No aguant� mas, me desnud� por completo y me acopl� al d�o, fue entonces que ella comenz� a alternar entre las dos vergas, una y la otra, una con cada mano, llenando su boca con nuestros sexos, claro, la m�a era normal, pero parec�a min�scula al lado de la de Amadeo�
Y hablando de Amadeo, que cuerpo ten�a! No pod�a dejar de observarlo, al fin puse mis manos en su pecho, era roca pura, apret� sus b�ceps y baj� a su abdomen, al final yo tambi�n me arrodill� a sus pies, al notarlo Noelia comenz� a convidarme con la verga que estaba chupando, la llev� a mi boca, era tan gruesa que tem�a hacerle mal con los dientes, pero �l me tom� por la nuca y la empuj� suavemente dentro m�o, mi esposa el verme tan engolosinado se dedic� a chuparle las bolas que por cierto estaban depiladas y brillosas y solo lo masturbaba con una mano.
Amadeo nos apart� de su miembro y nos dijo
- Chicos, vamos a la habitaci�n�
Ella tambi�n termin� de desnudarse y ya est�bamos listos para seguir jugando, se acost� en la cama esper�ndonos, empezamos a complacerla comi�ndole las tetas, el a la derecha, yo a la izquierda, mordisqueando con ternura sus pezones, ella gem�a acariciando nuestras cabelleras, ped�a pija, en realidad le ped�a a el que la cogiera�
Pronto Amadeo fue bajando dej�ndome ambos pechos para m� para perderse entre las piernas de mi esposa y sellar sus labios en la raja caliente, ya la ten�a donde quer�a, con las piernas bien abiertas entregada, perdida, se contra�a en espasmos pero �l no apartaba su boca del cl�toris, sus dedos jugaban en los orificios de mi amada, hasta que yo le ped� que la cogiera�
Me incorpor� y puse mi verga en la boca de Noelia para acallar sus gemidos, pero ni ella se mostraba concentrada en mi pija ni el parec�a querer dejar de chuparla la argolla, por lo que un tanto desilusionado fui nuevamente al paquete de nuestro amigo, el solo se acomod� levemente para dejarme lugar, as� nuevamente llev� ese miembro hermoso a mi boca y mientras le daba sexo oral el hac�a lo mismo con mi amada.
Al fin el pareci� decidirse, Noelia estaba al borde del abismo, y �l la empujar�a, fue contra ella con ese monstruo que arrancaba de mi boca Amadeo levant� bien sus piernas abri�ndola por completo y observe como su carne se incrustaba en las de ella, mi esposa entonces grit� con fuerza apretando las s�banas entres sus pu�os, arqueando levemente su espalda en se�al inequ�voca de que la penetraci�n hab�a sido demasiado profunda, el empez� a cogerla con furia, not� que la mitad de su pija no pod�a ingresar en la peque�a vagina de mi amada, por lo que no pude resistir y mientras �l la cog�a yo acompa�aba sus movimientos masturbando el tronco con mi mano, era tan sexi, los gemidos de mi esposa me llenaban los o�dos.
Amadeo, vi�ndome tan cerca, saco la pija del agujero y la meti� mi boca, estaba exquisita, ten�a sabor a ella y me entregu� a su juego, dejando que me penetrara tan profundo como quisiera, lo sent� desplazarse hasta el fondo de mi garganta, pero pronto ella comenz� a recriminarlo por dejarla vac�a, por lo que empez� a jugar con ambos al mismo tiempo, ella por su concha, yo por mi boca.
Cambiamos varias posiciones inventando e improvisando un poco, hasta que le dije a Noelia:
- Quiero ver c�mo te hace el culo
- Ni loca! no ves lo que tiene! Me va a matar�
- Sos una miedosa�
- Puede ser, si queres haceme vos la cola�
As� que ambos hombres nos recostamos enfrentados, de manera de juntar lo m�s posible ambas vergas apunt�ndolas al techo, su miembro parec�a un enorme rascacielos, el m�o apenas un modesto y peque�o edificio, me doblaba en tama�o, en largo y en grueso, Noelia se par� sobre ellas y fue bajando lentamente, me daba la espalda pero ve�a con nitidez como la serpiente de nuestro amigo se internaba en su hueco h�medo a medida que bajaba hasta llegar a mi pija, con un peque�o esfuerzo se colaba por su esf�nter. No fue una buena elecci�n puesto que apenas hab�a entrado la cabeza y ella ya no pod�a bajar m�s porque su concha estaba llena.
Fuimos a algo m�s cl�sico, ella de costado, el por delante, yo por detr�s, as� si manten�a mi pija en su culo mientras sent�a como �l se mov�a en su concha, ella gem�a entusiasmada por la doble penetraci�n, besando en la boca a Amadeo, le ped�a que no dejara de moverse, estaba enloquecida y eso me excitaba mas all� de lo normal, me volaba la cabeza�
Sab�a que llegar�a mi turno, a pedido de mi amada esposa, Amadeo cambi� de posici�n dej�ndonos solos mientras yo segu�a d�ndosela por el trasero.
Nuestro amante se acomod� entonces a mi espalda y mientras me levantaba una pierna yo apuntaba su pija en mi esf�nter, empuj� lentamente y pareci� romperme todo, que gruesa que era! me hac�a contraer y resistir pero la puta de Noelia apuraba:
-Dale! Dale! Quiero ver c�mo te hace la cola, quiero que te abra todo, sabes lo que me excita verte penetrado�
Y as� fue que poco a poco me fui aflojando hasta dejar que su verga me penetrara, que delicia, que rico la sent�a! al punto de olvidarme de mi esposa, ella hab�a quedado a un lado y se masturbaba solo observando c�mo Amadeo me dilataba el culo, esa perra pervertida, era tan rico lo que me produc�a la situaci�n que llegu� al final escupiendo grandes cantidades de leche�
Pero aun faltaba, Noelia me hizo recostar para que Amadeo se masturbara muy cerca de mi boca, ella miraba con los ojos exaltados y mientras acariciaba mi cabello dec�a:
- Dale papi, ahora quiero que te tomes toda la lechita, dale, dale el gusto a mami�
Mientras hablaba se relam�a los labios y acariciaba los pechos, como un tsunami el semen del macho invadi� mi boca y mientras yo degustaba ella parec�a volverse loca de placer, me acarici� y esper� pacientemente hasta que tragara todo para luego venir sobre mi y besarme profundamente.
Noelia entonces se tom� los minutos finales para chuparle la verga aun caliente y venir a besarme, para alternar entre ambos hasta que Amadeo dio el juego por terminado.
Nos higienizamos un poco, nos acomodamos las prendas y nos despedimos cort�smente, volv�amos a ser el matrimonio normal que todos conoc�an, manejando rumbo al colegio de Ludmila quien ya estaba pronta a salir, Noelia me observaba en silencio, como de costumbre, enamorada acariciando los rulos de mis cabellos�
PAMELA