Relato: EL CUARTO AZUL (Parte 1)
Hola, mi nombre es Oziel, tengo once a�os. Me encuentro en el asiento de atr�s del auto de mam�. Aun lado de mi esta mi maleta y sobre mis piernas esta mi mochila. Voy abrazando mi mochila con fuerza mientras hundo mi mejilla en ella y observo por la ventana.
- Solo ser� unos meses, lo prometo - Dice mam�.
Ella y pap� se divorcian, al fin. A pap� no le interesa verme, le cedi� la tutela a mi mam� y esta dispuesto a pagar la pensi�n con tal de que ya no lo molestemos. En cuanto a mam�, ella tiene que hacer un viaje al extranjero por negocios. �Que negocios? No tengo idea. Pero antes claro esta arreglara lo de su divorcio. Y al parecer yo estorbo, pues me va a dejar en casa de mi t�a Ana por varios meses, ya me matricularon en la escuela de all�.
- Oziel, �Me estas oyendo? - insiste mam�. Yo no hago ning�n ruido. - Estar� saliendo muy seguido, y sin tu pap� en casa no podr� dejarte solo. Prometo venirte a visitar cada que pueda. Ser� como si estuvieras en casa. Pero entiende que tengo que dejarte con alguien que te cuide bien, y yo confi� en tu t�a, ella te quiere tanto como yo -
- Ya, no te preocupes m� - respondo finalmente - haz lo que tengas que hacer, yo estar� bien -
Continuamos en el camino, la noche hacia una media hora que hab�a ca�do. Aprovechando la oscuridad, deslizo mi mano por debajo de la mochila y la meto por debajo de mi short y de mi trusa. Sin hacer ruido comienzo masturbarme lento y suave. Jalo el pellejito de mi cosita mientras abrazo mas fuerte mi mochila. He descubierto muchas formas de masturbarme y esta es una de las que mas me gustan. Con el dedo pulgar acaricio la punta del pellejito apret�ndolo delicadamente contra los otros dedos. De esta forma se siente muy rico y no hago movimientos exagerados, adem�s de que duro mas tiempo masturb�ndome antes de llegar al suspiro final.�
Me he masturbado as� en muchas partes. Por ejemplo en la iglesia. No me gusta ir a la iglesia, es aburridicimo, as� que para mantenerme despierto pongo mi mochila sobre mi regazo, pongo la Biblia sobre mi mochila y deslizo mi mano hasta encontrar mi cosita. A veces tambi�n pongo mi chaqueta sobre mis piernas, depende lo que tenga a la mano. Igual lo he hecho en la escuela, en el autob�s, en el cine, en la sala de espera del hospital, en fin, en tantas partes.
Continuo masturb�ndome hasta que siento el punto m�ximo de placer, despu�s me acurruco en el asiento y me duermo.
- Ya llegamos - dice mam� al despertarme.
Aun algo modorro cargo mi mochila a la espalda y me llevo arrastrando la maleta, es de rueditas. Son como las once de la noche. La t�a Ana y el t�o Ulises nos est�n esperando.
- Perd�n por el retraso, hab�a mucho trafico - dice mam�.
- Te dije que era mejor que lo trajeras en la ma�ana - repone t�a Ana.
- Imposible, ma�ana empiezo el d�a muy temprano, no me habr�a dado tiempo. Adem�s ya estamos aqu� -
Mam� me abraza y me da un beso, despu�s se despide y se marcha en el auto sin mayor pre�mbulo. Yo me quedo ah� de pie frente a la casa de t�a Ana; aun algo modorro y cargando mi mochila.
- Pasa Oziel - dice t�a Ana.
- Yo te ayudo con eso - continua t�o Ulises y carga mi mochila y mi maleta.
La casa de t�a Ana es mas peque�a que mi casa, pero esta limpia y muy bien ordenada, eso me gusta. T�a Ana me explica que solo hay dos habitaciones. La de ellos y la de Benjam�n, por lo que tendr� que compartir el cuarto con Benja. Yo no le veo ning�n problema a eso, siempre y cuando tenga mi propia cama. No porque no quiera dormir a lado de mi primito, sino porque he escuchado que Benja moja la cama, y amanecer mojado seria desagradable.
El t�o Ulises me lleva a la habitaci�n y deja mis cosas ah�. Me muestra cual es mi cama y me dice donde esta el ba�o, por si quiero darme una ducha antes de dormir, despu�s se va. Una ducha a esta hora no esta en mis planes. Lo que quiero es dormir, tengo sue�o. Y afortunadamente tengo mi propia cama para mi solo.�
Me quito los zapatos y los calcetines, despu�s el short, pues me gusta dormir en pura trusa. Cierro la puerta de la habitaci�n y me dirijo a mi cama, que esta pegada a la pared donde esta la ventana.�
Paso a un lado de la cama de Benja. Solo se ve un peque�o bultillo bajo la colcha. No s� como soporta ese cobertor encima con el calor que hace. Como buen primo lo descubro para que tome un poco de aire.
Y ah� esta. El peque�o Benja todo sudoroso con solo su trucita roja. Al verlo pasa algo raro por mi mente. Lo veo ah� acostadito bocarriba, ba�ado en sudor, todo despeinado y respirando dificultosamente. �Aquello hace que mi cosita comience a despertar. Si, se me empieza a parar. Pero no puedo ver as� a mi primito, tiene solo seis a�os.
Yo de antemano s� que me gustan los chicos tanto como las chicas. Me he besado con algunas chicas y les he tocado sus pechos y sus nalgas y hasta su agujerito. Como a Lissa, una ni�a de la escuela. Empezamos solo con besos en la mejilla y terminamos toc�ndonos de todas partes. As� descubr� que a las ni�as les da un placer igual que a los ni�os, solo que a ellas es cuando les metes algo en su agujerito. Me acuerdo que gem�a mucho cuando la masturbaba con mis dedos. Le dije, pero nunca quiso que le metiera mi cosita en su agujerito. Despu�s se mudo de casa y ya no la vi nunca m�s, entonces ten�a diez a�os. En cuanto a los chicos. Yo nunca a tocado a ning�n chico ni nada, ni me han tocado a mi otros chicos, pero me gusta verlos desnudos, como cuando estamos en las duchas. Cada quien tiene su cosita diferente, unos mas grande otros mas peque�o. El m�o es mas bien mediano. Ayer lo med� y media diez cent�metros, bueno, casi diez.
El punto es que no puedo excitarme as� por ver a mi primito. Primero porque es familia, y segundo porque aun es muy peque�o, yo cas� le doblo la edad. Y yo empece a masturbarme hasta los diez a�os. A los seis solo jugaba con carritos y con canicas y con cuadros lego. Adem�s que no me masturbo todo el tiempo, solo cuando estoy aburrido o algo me excita. A veces duro d�as sin masturbarme, y a lo mucho me la jalo solo una vez al d�a.
Continuo as� con mi lucha interna, pero para cuando acuerdo ya me estoy sobando la cosita por encima de la trusa. Finalmente ya no resisto mas y me saco el pene que ya esta bien parado y comienzo a jal�rmela como se debe. Me excita tanto ver ese bultito que se forma en la entre pierna de Benja, y me excita tanto verle su dulce carita mientras esta dormidito y todo sudado. Entonces pasa una idea por mi mente.
Vuelvo a guardarme mi cosita y me acerco a Benja, entonces lo despierto suavemente.
- Hola Benja - le digo.
El me ve primero con recelo, pues esta algo modorro, pero luego me reconoce y me abraza.
- Hola Oziel - me dice - quer�a estar despierto para cuando llegaras. Mira, te pusimos una cama -
Yo igual lo abrazo y lo aprieto fuerte. Me excita tanto sentir su cuerpecito desnudo, como moja mi camiseta de sudor.
- Tu me quieres mucho, �verdad Benja? -
- Si, yo te quiero mucho Oziel -
- Quer�a ense�arte un juego muy divertido, pero mejor no - le digo mientras lo suelto y me alejo de la cama.
- �Un juego? �Que juego? Dime� - dice Benja en tono necio.
- Bueno, a lo mejor te digo, pero con una condici�n -
- �Cual? -
- Te ense�o este juego muy divertido, pero tienes que prometerme que no se lo dir�s a nadie, menos a t�a Ana y a t�o Ulises y a mi mam�, �Vale? -
- �Y porque no debo decirle a nadie? -
- Porque es un juego secreto, y ser� un juego secreto de nosotros dos. �T� sabes guardar secretos verdad? -
- Si, si guardo secretos, de verdad -
- �Entonces? �Me prometes que no le dices a nadie? -
- Si, lo prometo -
- �Con el coraz�n? �Y si no que se muera tu mami? -
- Si, con el coraz�n. Y no quiero que mam� se muera, no digas eso -
- Bueno, te ense�o -
Me acerco a Benja y me siento en la cama a un lado de �l. �l esta de rodillas al centro de la cama.
- Si�ntate bien - le digo, y �l obedece.
Entonces acerco mis manos a su pancita y comienzo a acariciarlo.
- No, me haces cosquillas - dice Benja entre risas.
- Calma, te va a gustar este juego, lo prometo. Mira, mejor acu�state, �Si? -
Benja obedece y se acuesta. Entonces comienzo a cariciarlo, primero el rostro, luego el cuello, luego el pecho, despu�s el vientre. Lo veo al rostro y �l me observa asustado. Como si quisiera llorar. No hace ning�n ruido.
- �Que pasa Benja? - le pregunto.
- No me gusta que me toques as�, ya no me gusta este juego -
- No pasa nada, es que aun no empieza lo divertido. Bueno, mira, te voy a dar un beso, para que veas que si te quiero. Pero recuerda que no le debes decir a nadie �eh? -
Me inclino sobre el cuerpecito de Benja y junto mis labios con los suyos. �l aprieta mucho los labios cerrando la boca cuando siente mi lengua lamer sus labios. Al apartarme veo que esta m�s asustado aun. Decido entonces pasar directo a la acci�n. Con mi mano derecha le empiezo a sobar su cosita por encima de su trusa. Cuando hago esto Benja empieza a llorar en silencio.�
- Oye, no llores - le digo, esta vez el asustado soy yo.
- Mam� me dijo que nadie deb�a agarrarme mi pip� - dice Benja quedamente.
- Pero no es para que llores. Por eso te digo que no le debes decir a nadie, o tu mami se va a enojar. Pero te voy a ense�ar un juego muy divertido que se siente muy bien, y se que te va a gustar. Solo tienes que dejar que te agarre tu pip�, y si quieres te dejo que agarres el m�o, �Ok? -
Benja no dice nada, pero deja de llorar. As� le quito su trucita roja y comienzo a acariciarle su penecito. se ve tan tierno y peque�o. Al principio Benja esta muy asustado, pero luego empieza a pon�rsele durita. Y yo continuo masturb�ndolo suavecito. Se siente muy bien agarrarle su cosita, me excita tanto. Pero m�s me excita verle su carita entre asustada y llena de placer. Empieza a lanzar peque�os gemidos, pero le digo que no debe hacer ruido o nos van a descubrir, as� que se aguanta de gemir. Sus bracitos est�n a sus costados, solo veo como aprieta las sabanas con sus pu�os mientras los ojitos se le van para atr�s. As� finalmente se retuerce en un repentino espasmo, y as� s� que ya ha terminado, que ya sinti� el m�ximo placer.
Lo suelto y lo veo ah� en la cama. Su rostro esta angustiado y respira con mucha dificultad. Se ve tan tierno mientras jadea. Noto como esta a punto de llorar otra vez.
- No llores, le digo. Se sinti� bien, �No? S� que te gusto, �Verdad? - le digo. Benja solo dice que si con la cabeza.
- Bueno, ahora t� me la tienes que agarrar a mi, y hacerle igual que como yo te hice, �Vale? - le digo - pero antes quiero que cierres los ojos y abras la boca -
Benja obedece y cierra los ojos y abre la boca. Es demasiado excitante verlo ah� acostadito, completamente desnudo y con su penecito todav�a algo paradito. Me gusta su boquita. Sus labios rosita resaltan en su carita, pues tiene la piel muy blanca. Su cabello negro y despeinado le cubre parte de la frente, se ve tan sexy. Me inclino sobre el y le doy un beso metiendo mi lengua en su boquita. Benja r�pido abre los ojos e intenta aventarme, pero yo me resisto y �l termina cediendo y suelta nuevamente su cuerpecito para que yo haga con �l lo que yo quiera. Su boquita sabe a pasta dental, a menta. Luego de un rato el tambi�n empieza a mover la lengua, como tratando de imitar lo que yo hago.
- �Te gusto ese beso? Es parte del juego �Eh? A nadie debes besar as�, �Ok? - le digo mientras me incorporo.
- Si - me dice - No le digo a nadie - entonces se r�e y dice - tu boca sabe a lim�n -
Eso me hace recordar la paleta de lim�n que me com� en el auto antes de masturbarme.
- Bueno, ahora tu tienes que agarrarmela -
Benja me mira con mucha atenci�n. Abre mucho los ojos cuando me bajo la trusa y descubro mi pene. Comparado al pene de �l, que medir� unos cinco o seis cent�metros, mi pene se ve grande.
- Esta grande - me dice.
Le pido que se levante para acostarme yo en la cama. Benja se acerca y t�midamente me la agarra y comienza a masajear suavecito, tratando de imitar lo que yo le hice a �l. Solo que cuando yo lo masturbe le agarre su cosita solo con el pulgar y los dedos indice y medio, pues lo tiene peque�ito. Benja tiene que agarrarme mi pene con toda su mano. No lo hace muy bien que digamos, pero se siente bien y es tan excitante esto de que te masturbe alguien m�s. Cuando yo me masturbo se siente muy bien, pero que alguien m�s lo haga es mucho mejor. Adem�s me gusta ver de reojo la carita de Benja. �l esta muy concentrado en mi pene, lo mira con los ojos muy abiertos, incluso trae la boca abierta. As� continua hasta que termino y siento el orgasmo.
Le digo que se detenga y que se acueste junto a mi. Despu�s volvemos a besarnos. Luego de un rato, cuando veo que ya se esta durmiendo, lo acomodo en la cama y le vuelvo a poner su trucita roja. Entonces lo tapo dej�ndole descubierto el rostro y prendo el ventilador. Yo me vuelvo a poner mi trusa y me acuesto en mi cama para dormir.
Una parte de mi se siente mal por lo que paso. Pero otra parte de mi esta emocionada, y hace que me sienta muy feliz por esta nueva experiencia, y porque podr� utilizar a mi primito como juguete cada que yo quiera.
(Continuara�)
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