Relato: las ni�as vendedoras de dulces
era una tarde aburrida de lunes, como todo chico de 20 a�os, s�lo esperaba la llegada del fin de semana para ir de fiesta; estaba gastando el tiempo en ver porno por t.v cuando son� el timbre, apenas ve�a que se trataba de unas chiquillas vendiendo algo, "demonios", -protest�-, sab�a que me entretendr�an un buen rato hasta que les comprara lo que vend�an; en cuanto abr�a la puerta, pude ver a don �inas con cara de angel, la mayor, tendr�a a lo mucho unos 13 a�os, mientras que la otra, tendr�a a lo menos 9 a�os; "comprenos unas galletitas", -respondieron-, notaba c�mo se delineaban un par de hermosos bultitos debajo de la blusa de la chica mayor, "me llamo brenda, y ella es mi hermanita lidia" -rspondi� la chica-,ambas, llevaban puestos una par de pantalocillos cortos, con una blusa de un equipo infantil de f�tbol, pod�a ver ese par de piernitas blancas que adornaban esas hermosas nalguitas levantaditas; me platicaron que reun�an fondos para su equipo, as� que me propuse hacerles un gran negocio; "pasen a la casa, les comprar� todas las cajas, pero esto s�lo lo sabremos usetedes y yo, �vale?", una imagen de temor se deline� en sus rostros, pero como no hab�an vendido caja alguna, la idea de venderlas todas, les impuls� a pasar a mi casa; "bien, vamos a jugar un juego, si lo juegan conmigo, les compro todas las cajas, adem�s, les dar� dinero extra", un "s�" t�mido se deline� en esas caritas de �ngel; prend� mi videoc�mara, y acto seguido me sent� junto a brendita, la chica mayor; una sensasi�n explosiva me invadi�, cuando bes� ese para de labios tiernitos, eran c�lidos y suaves, con mi mano, masajeba ese par de pechitos blancos, pod�a notar un par de pezoncitos en crecimiento, adornando su piel blanca, lidia, la otra chica, nos miraba con asombro mientras llevaba mi mano a la entrepierna de aquella ni�a angelical, me d� cuenta que su rajita apenas estaba poblada con unos pocos bellitos, escarvaba su vagina mientras gem�a de placer incesantemente; para entonces, lidia, esa ni�a de 9 a�itos, masajeba con torpeza mi falo excitado, claro que para entonces lo ten�a ya duro y chorreando; una majestuosa excitaci�n se apoder� de m�, cuando, despu�s de instruirla, empez� a chupar mi pene, esa boquita chiquita tragaba una y otra vez mi palo endurecido, no quer�a terminar tan r�pido, as� que tom� a brendita y la coloqu� en el sill�n, y despu�s de masajear su rajita con crema corporal, abr� sus piernitas, el interior de su vaginita virgen se dejaba mostrar ante m�; un gemido de dolor sal�o de su garganta mientras me abr�a paso en su vagina, �era tan grandiosa esa sensasi�n!, sent�a los labios de su vagina apretaditos, pero a la vez, tan suaves y resvalositos, me permit�a lamer una y otra vez sus pechitos mientras ambos gem�amos incesantemente; sal� un momento de ella y la posicion� boca abajo, ve�a su culito rozado, met�a mi dedo hasta el fondo, mientras sus ojitos se pon�an blancos ante aquella emoci�n, fue entonces cuando decid� que era el momento, escup� un poco en su ano, fuen entonces cuando mi palo se adentraba en el interior de las nalgas de aquella ni�ita, tras un grito de dolor, me dec�a repetidamente: "�as�, as�, que rico, que rico!", fue cuando nu aguant� m�s, dej� correr mi leche caliente dentro de ella mientras la besaba fren�ticamente, debo decir que fue una experiencia �nica, ambas ni�as estuvieron riqu�simas aquella tarde, desde entonces, usualmente vienen a que les compre m�s de esas dulces galletitas.