La Vecinita
Hola. Esto sucedio hace unos meses, antes de que supiera que
mi vecinita, de 16 a�os, estba esperando guagua.
Sucede que desde hace algunos a�os que vivo en una pobla, ac�
en Osorno, y desde que empece a ir a la u, nunca me fije en la mocosa de la casa
de al lado. Normalmente me daba mi color y no pescaba a nadie hasta que una
mujercita vestida de colegiala me sorprendi� con su carne redonda formando un
pronunciado busto y un notable culo.
La veia pasar inocente, junto al pololo de turno cuando me
quedaba en mi cuarto y miraba la calle y me saludaba haciendo unos leves gestos
y unas cuantas sonrisas.
Cierto dia en que preparaba un examen, desde mi cuarto pude
ver que la perrita inocente me mostraba sus tetas desde su ventana y me invitaba
la muy picara a su casa. Me cague de la risa. Quien iba pensar q iba a ser tan
facil meterselo en su peque�o chorito. Eso pense, hasta que lo vi con mis
propios ojos. La peque�a zorra se quedo ahi mirandome, atisbando entre la
cortina y empezo a masturbarse de una manera que me calento de improviso y sin
ninguna duda. Podia ver su leve expresion de gozo y sentir ese rubor caliente
que me acaloraba por completo y me invitaba de manera irremediable a saciarlo en
su entrepierna.
Tuve dudas, pero crei en lo que hacia. Baje apurado, suspire
un poco esceptico y un poco credulo y ahi la vi. En la ventana, con sus pechos
debajo de la blusa, toqueteandose, roja, exitante, tremula y tierna. Con los
ojos le pregunte por donde pasar y no me hizo caso. Siguio, se met�a mano debajo
de la falda y suspiraba ensimismada...
No hubo caso, la mocosa me dejo mas caliente q la chucha. Asi
que decidi vengarme.
Luego de volver del examen, correrme una paja pensando en sus
tetas, fui donde mi vecina. En su casa estaba su mam�, una cuarentona nada mal
aunque le faltaba un premolar, asi q me presente ofreciendole clases
particulares. Si queria o necesitase, yo se las daba. Ella me dijo q no podia
pagarla pero q igual me daba las gracias. Me conto algunas cosas de su familia,
me convido un te, y me dio la informacion q necesitaba.
La mocosa se llamaba Lisette, estudiaba en el Liceo A-18 y
tenia gimnasia asi q salia despues de las 7.
Cuando llegue al gimnasio la mocosa estaba trotando. El
baiven de sus tetitas simulaba un pendulo gemelo perfecto. Solo imaginar su
carne y su blanca piel salada por el sudor de su cansancio despertaba mi
hambre...y mi venganza. La espere en lugar visible y ella pudo verme. Flirti� un
rato con sus compa�eros pero al fin los dejo, y hacia m� vino.
Por primera vez hablamos.
- Hola-
- hola-
- te acompa�o a tu casa?-
- este bueno...pero no te pases rollos, ...lo de ayer...fue
una vola no m�s...
- no te preocupes, vamos- y le ofreci el brazo.
Ella hed�a como a leche y sal, su piel despedia el sudor
claro de todo su cuerpo, de su cansada maquina de placer que me esperaba. La muy
puta no podia fingir ahora conmigo. Le hice creer q no pasaba nada, asi q le
pregunte de sus novios, su familia, lo q la divertia.
- me gusta mucho escuchar musica y...bailar-
"Ya te voy hacer bailar perra mojigata "dec�a
yo a mi para mis pensamientos.
Me sonre�a. Y mientras esper�bamos la micro, le dije q me
acompa�ase para una alameda oscura, en Mackenna. Ella, seguramente creyo q era
para besarla, para hacerle algo tierno...pero eso era justo lo que no iba hacer.
Detr�s de un �rbol y unos arbustos la tome por la cintura. Le
dije que no habia podido dormir en toda la noche por su culpa. Ella sonrio y no
esquivo mi boca. Le di un beso. Luego otro, comenzamos a besarnos, tenia todo
calculado, fui a su cuello, recorria con mis manos su espalda, la masajeaba de
arriba abajo, empece a manosear mas abajo, en su culo, en su redondo poto,
sentia su calzon por sobre el buzo, ella no decia nada, mocosa de mierda, tan
precoces estan las weonas y antes pa meterlo habia q webiar tanto.
Eran besos profundos, lengua metida hasta la garganta, ella
suspiraba y no decia nada. La apoye mas fuerte contra el arbol, entre las
sombras, mi pecho chocaba y frotaba su pecho, sus tetas, su vientre, su
entrepierna...ella se entregaba al gozo y placer de rozarnos, mi verga la
esperaba, la punteaba por encima del buzo ...y empezo todo.
Calientes estabamos, rostro y piel enrojecida de furia y casi
sudando. Jadeabamos y conteniamos los gemidos. Abri el cierre de mi jeans y
saque mi verga, a cagar no mas, ahi mismo se lo iba a dar todo. La punteaba por
encima del buzo y ella abr�a mas las piernas. Sent�a el �spero buzo de algod�n
pero distingu�a una abertura h�meda y caliente debajo de ella. Era su co�o, su
mojado co�o que me deseaba dentro. Pero eso no mas quer�a ella.
Me detuvo. Me dijo que ahi no mas, q estabamos en la calle,
que le manchaba la ropa....
- Ahora si que no me dejas con ganas, pendeja
conchatumadre !!!- le dije. Y la volti� hacia mi. Ella se negaba. Pudo
sentir los centimetros de mi carne en medio de sus nalgas, frotandola. La
arrincone hacia el arbol mientras le agarraba por detras ,con cada mano ,sus
manitas sin fuerza.
Gritar no queria la perra, pero se resistia. Apurado le baje
el buzo, me hice espacio en su entrepierna, senti su co�ito tibiecita en la
punta de mi mazo y se lo meti todo, de una. Una y otra vez, mete saca, por
detras, a la fuerza, ella gemia como llorando, sufriendo, como si le doliese,
pero yo mas le daba, duro y parejo hasta q su chochito se dilataba, se esparcia
y abria paso a mi penca, mi venosa herramienta que la penetraba a lo bestia y
rompia su inocencia en sangre imaginaria, porque estrecha era la weona, pero no
virgen...
Es de lo mejor penetrarla. Sentir que uno invade sin
consentimiento y luego la muy puta se entrega rendida al orgasmo. Le eyacule la
cara con todo mi p�trido semen, mientras ella quedaba rendida, deshecha en medio
de la sombra, bajo un arbol de la alameda, un poco humillada... pero satisfecha.