Relato: Confesiones (6)





Relato: Confesiones (6)


Confesiones, cap�tulo VI





Sexto cap�tulo de Confesiones de mis amigas o ex amantes





La experiencia de Lul�




Hay razones de sobra para evitar las relaciones con
compa�eras de trabajo. Argumentos sobran: toda la oficina se entera; luego se
sabe que la chica en cuesti�n ya pas� por todos los �miembros� de esa empresa,
en otras palabras, que su cuerpecito ya fue disfrutado por todos los compa�eros;
tambi�n pasa que la chica se pone celosa si uno platica con otra y empiezan los
pleitos. As� por el estilo. Por ello durante los primeros meses en mi nuevo
empleo me mantuve firme en mi decisi�n: buscar mujeres en cualquier parte menos
en el lugar de trabajo. Pero Lourdes fue insistente. A veces me cruzaba con ella
al llegar a trabajar y luego del atento "buenos d�as" cada cual se met�a en su
oficina. Es m�s, al principio ni siquiera sab�a su nombre ni qu� hac�a en ese su
trabajo. Luego coincidimos en la m�quina del caf�, de nuevo un saludo y ya. M�s
tarde me la encontr� en el restaurante donde iba a comer. Ah� empezamos a hacer
pl�tica, me platic� que ten�a una hija que estaba por entrar al bachillerato y
no se decid�a por cu�l escuela escoger, le propuse varias opciones, pues yo
tambi�n ten�a una hija en esa edad que ya estaba estudiando la preparatoria. Eso
fue todo, tal vez ella quer�a un mayor acercamiento pero la mantuve al margen.
As� pasaron varias semanas. Una tarde al salir del trabajo se vino una fuerte
tormenta y yo en mi carro la vi parada en la esquina tratando de escapar de la
lluvia, baj� el cristal del auto para preguntarle a d�nde iba, me dijo que
estaba esperando a una compa�era pero que al parecer ya se hab�a ido y que
tomar�a un taxi para llegar hasta el Metro, me ofrec� llevarla y ella acept�.


Durante el trayecto supe que era divorciada y que viv�a
�nicamente con su hija, y que en sus vacaciones ir�a a Veracruz pues de ah� era
originaria. Luego la lluvia se detuvo y en el alto de un sem�foro miramos un
cartel que anunciaba una exposici�n en un museo. Eso dio pie para que ella
preguntara que har�a el fin de semana. Le dije que nada, pues los s�bados y
domingos mi hija se iba con su madre y yo me quedaba solo, sin nada que hacer
que no fuera ver televisi�n o ir al cine de vez en cuando. As� supo Lul� que yo
tambi�n era divorciado. En eso llegamos a su destino y ella se bajo del auto y
nos despedimos. A partir de ese d�a la empec� a mirar de forma diferente. No era
una belleza de mujer: baja de estatura, caderas llenas y firmes, morena de piel,
pelo rizado y senos pesados, m�s bien grandes. Las facciones de su rostro eran
un tanto burdas, pero los carnosos labios y ojos caf�s la hac�an atractiva, m�s
cuando sonre�a y sobre todo cuando usaba vestidos ajustados y sus generosas
caderas brincaban cadenciosas cuando la ve�a pasar, o cuando usaba pantalones
claros y por atr�s se descubr�a que usaba tangas tipo hilo dental. Pero mi trato
no vari�: siempre atento sin dar pie a m�s, as� hasta que ella dio el siguiente
paso: se acercaba la fiesta de fin de a�o y los empleados que hab�an organizado
en evento no lograban el cupo requerido por el sal�n de fiestas, le compr� un
boleto prometi�ndole que tratar�a de ir, aunque a mi ese tipo de eventos no me
gustaban, "anda an�mate, sirve que me acompa�as, yo no tengo con quien ir". La
fecha lleg� y ambos llegamos al lugar de la fiesta, ocupamos la misma mesa y
luego de la comida bailamos varias piezas, m�s tarde todo termin� y me ofrec� a
llevarla a su casa, de camin� me confes� que ya algunas de sus compa�eras le
hab�an preguntado si ya �ramos pareja y and�bamos saliendo juntos, "son unas
v�boras, nada se les escapa �t� crees?", cuando llegamos a su casa me invit� a
tomar caf� pues "nunca compro cerveza o alcohol, si no te invitaba una copa
�quieres caf�?" y mientras esperaba en la sala a que ella llegara de la cocina
con las tazas encend� la televisi�n, vimos las noticias de esa noche y cuando el
caf� se termin� y me dispon�a a irme descubr� en su mirada una mezcla de deseo o
lujuria, no dijimos palabra s�lo me acerqu� a ella para besarla, y cuando casi
tocaba sus labios sent� su respiraci�n agitada y c�lida, nos besamos mucho rato
mientras le agarraba las tetas por encima de su blusa, luego trat� de
desabotonar su blusa pero ella se neg�: "no� mejor no, ya vete, esto no est�
bien", "�por qu�? Ambos queremos �o no?", "tal vez, pero no es correcto, menos
aqu� en mi casa, mi hija no tarda en llegar, adem�s no somos nada, s�lo
compa�eros de trabajo".


--"Podemos ir a otro lugar, a un hotel por ejemplo".


--"No, ya te dije, adem�s como quieres que me acueste contigo
si apenas hoy salimos por primera vez, tal vez luego, y a un hotel no, no me
gustan los hoteles, me dan miedo".


Trat� de convencerla con m�s besos. Lul� se dej� besar y que
le agarrara las tetas por encima de la blusa, luego se levant� diciendo: "ya no,
por favor, vas a hacer que cometa una locura, mejor no".


--"�Pero por qu�?".


--"Apenas nos conocemos, casi no se nada de ti, tal vez
tienes pareja o novia, o vives con una mujer, no se".


--"No tengo pareja, ni novia y tampoco vivo con alguien �y
t�?".


--"Tampoco, no te preocupes".


--"�Entonces por qu� no quieres?".


--"No es correcto, no se que pensar�s de mi, pero soy un poco
temerosa, t� me gustas mucho, pero apenas y nos conocemos, besas muy rico pero
por ahora mejor s�lo seremos amigos �quieres?".


No insist� m�s. Ya en la puerta me invit� al cine: "hace
tiempo que no voy y quiero ver El viol�n rojo, �me llevas?". Quedamos al d�a
siguiente. Nos vimos en un restaurant, y de ah� nos fuimos al cine. De salida
nos tomamos de las manos y ya en el estacionamiento nos besamos recargados en el
auto, aprovech� la oscuridad del sitio para pegarla a mi cuerpo y con las bocas
pegadas le agarr� las nalgas por encima del vestido, Lul� se dej� fajar un rato
hasta que los dos nos calentamos, ella sent�a la dureza de mi erecci�n: "est�s
muy excitado, te siento, tu pene est� muy duro".


--"�T� no?"


--"�Qu� crees?".


--"Que si".


--"Pues si, te deseo, tengo ganas".


--"�Vamos?".


--"Mejor termina aqu�".


No supe que contestarle, tal vez ella quer�a coger dentro del
auto o algo as�, pero para mi sorpresa sin despegarse de mi me desabroch� el
pantal�n y con cierta habilidad me sac� el miembro para luego subirse un poco el
vestido y haciendo a un lado su calz�n se coloc� la verga en su pucha dici�ndome
al o�do: "anda, termina as�, no lo metas, s�lo fr�talo sobre mi sexo hasta que
te venga la lechita". Y entre besos ensalivados Lul� se movi� sobre mi verga
hasta que casi me sac� el semen pues apenas dejando de besarme me dijo: "anda
termina que alguien puede venir" y cuando sinti� la eyaculaci�n apret� las
piernas para acelerar la venida luego se recarg� en mi pecho para decir: "te
vino mucho, me dejaste empapada, siento que tu leche me escurre por las piernas,
eres un atrevido, ya vamonos". Se separ� para acomodarse el vestido, yo me
guard� la verga en el pantal�n. Luego le dije:


--"Pero t� no terminaste".


--"No importa, sent� rico".


--"�Te vas a quedar con las ganas?, �no importa?"


--"Me gust� sentir c�mo terminaste, sent� rico".


--"�No quieres terminar?".


--"Hoy no, ya fue demasiada locura lo que hicimos". Y
mientras nos met�amos en el auto le pregunt�:


--"�Te vas a quedar con las ganas?".


--"Si".


--"�Qu� vas a hacer con las ganas?".


--"Al rato se me olvida, no te preocupes".


--"�Y qu� haces cuando te quedas con ganas?".


--"No seas curioso, no hago nada, bueno casi nunca, a veces�
ya sabes� las mujeres nos damos nuestras ma�as".


--"�Te masturbas?".


Sonriente me dijo: "casi nunca, pero hoy en la ma�ana durante
la ducha me lo hice".


--"�Qu�?".


--"Ya sabes, no preguntes, y fue a t� salud", luego volvi� a
re�r. M�s tarde la dej� en su casa, pero no me invit� a pasar: "mejor no entres,
capaz que sigues insistiendo y mi fuerza de voluntad no durar� mucho, adi�s, �me
llamas ma�ana?, voy a estar sola, mi hija se fue de vacaciones con su padre",
nos dimos un beso r�pido y nos despedimos. Al d�a siguiente era s�bado, le llam�
a medio d�a y quedamos de vernos en una plaza comercial pues Lul� ten�a que
hacer unas compras.


Cuando lleg� a donde la esperaba tra�a una bolsa con algunas
cosas, le pregunt� que hab�a comprado:


--"No seas curioso, son cosas de mujer", y sonriendo abri� la
bolsa para mostrarme algunos frascos, entre ellos uno que dec�a "crema
depiladora", la mir� extra�ado y un tanto apenada me dijo: "soy muy velluda, me
depilo seguido" y me mostr� sus brazos y as� comprob� que en efecto ten�a
vellitos, no muchos y queriendo investigar m�s baj� la vista para ver sus
pantorrillas, pero ella me reclam�: "oye, no mires, no seas grosero, eso no se
hace". Caminamos hasta la zona de comida r�pida y compramos caf�, nos sentamos a
platicar y me empez� a interrogar:


--"�Entonces no tienes novia?".


--"No, ya te dije".


--"�Y entonces?".


--"Entonces qu�".


--"�C�mo le haces?".


--"C�mo hago qu�".


--"Cuando te dan ganas".


--"Se me olvidan, como dices t�".


--"No te creo".


--"All� t�".


--"�Y tuviste muchas novias?".


--"Algunas".


--"Y con todas te acostaste".


--"Con todas no, y no fueron muchas, pero con algunas si".


--"Y seguro que cuando estabas casado le fuiste infiel a tu
esposa �verdad?".


--"Bueno, tambi�n las mujeres son infieles, al menos la
mayor�a".


--"No es mi caso, la verdad, pero suele ocurrir, �te
acostaste con alguna casada?"


--"A veces, con algunas".


--"Ah� est�, eres infiel, como todos los hombres".


--"Para que haya un infiel, se necesita una mujer infiel �o
no? �Y t�?".


--"�Yo qu�?".


--"�Tuviste muchos novios?".


--"Pocos, en realidad me cas� muy joven, pero si tuve varios
novios".


--"�Te acostaste con todos?".


--"No, �c�mo crees?".


--"Al menos con el que ser�a tu marido �o no?".


--"Bueno si, ya est�bamos prometidos, de hecho me cas�
embarazada".


--"De tu marido".


--"Claro tonto".


-"Y en la actualidad �no tienes novio?".


--"No, te dije el otro d�a".


--"�Y hace cu�nto que no?".


--"�Qu� no tengo novio?, pues lo que se dice novio, ya tiene
tiempo, hace dos a�os estuve saliendo con alguien, pero era casado, me cost�
trabajo dejarlo".


--"�Por qu�?".


--"Lo quer�a mucho, pero �l no se decid�a a dejar a su mujer,
yo ya estaba divorciada, desde entonces nada de nada".


--"�Y entonces?".


--"Manualidades, ya sabes, pero muy de vez en vez, no soy
lujuriosa".


--"�Y de tus novios?, con cu�les lo hiciste".


--"No fueron muchos, con los pocos que tuve no lo hice, al
menos hacerlo bien, c�mo se dice tener sexo, no, con uno s�, estaba loquita por
�l, me gustaba mucho".


--"�Y que hac�as con tus novios?".


--"Ya sabes� fajar, besos y besos, y alguna caricia atrevida,
s�lo eso, �y t�?, �con quien te iniciaste?".


--"Con una vecinita, viv�a en mi casa, porque mi madre
rentaba cuartos para completar el gasto, era una chiquilla, pero ya no era
virgen, nos hicimos novios a escondidas de su familia, ten�a un primo que le
tra�a ganas y la cuidaba a todas horas, pero nos d�bamos nuestras ma�as, hab�a
un cuartito donde guard�bamos cosas viejas, ah� la met�a a fajar, luego se
dejaba bajar los calzones y lo hac�amos, parados, era inc�modo y r�pido, pues
siempre su hermana le estaba gritando, me dejaba terminar pero no dentro de
ella, as� duramos varias semanas, luego nos descubri� su primo y fue con el
chisme, se arm� un esc�ndalo y su hermana la golpe�, dejamos de vernos, esa fue
la primera, �y t�?".


--"Condenado, al menos no la embarazaste, �yo?, d�jame
acordar, fue en Veracruz, �bamos en las vacaciones a ver a los abuelos en el
puerto, ah� conoc� a un chico muy guapo, moreno claro, con muy buen cuerpo, ojos
negros muy grandes, muy lindo, era vecino de la familia y empezamos a salir,
pero era muy calenturiento, ya sab�a hacerlo y cre�a que todas las chicas
quer�an tener sexo, yo no, ni siquiera sab�a fajar, s�lo besar y ya, pero �l me
ense��, era muy insistente y yo no me dejaba, menos hacerlo bien como el quer�a,
pero paso a pasito, al principio se lo hac�a como lo hicimos esa noche en el
estacionamiento�".


--"Por un ladito del calz�n".


--"As�, en lo oscurito, los dos parados, me separaba la panty
y �l pon�a su miembro encima de mi conejito, se mov�a, terminaba pronto y ya, me
escurr�a el semen entre las piernas� hasta que insisti� mucho, para entonces ya
le conoc�a su cosa, a veces se la acariciaba en el cine, era grande, lo ten�a
grandote, en ese entonces yo pensaba que lo mejor era la cantidad, no la
calidad. Un d�a aprovechamos que no hab�a nadie en casa y lo hicimos en la sala,
me doli� mucho y manchamos el sill�n de sangre, luego seguimos vi�ndonos y me
llevaba a su casa y lo hac�amos, en su cuarto, ni siquiera me desnudaba, s�lo me
alzaba el vestido y con los calzones a media pierna el se sub�a encima de mi, lo
met�a �me dol�a mucho, pues ten�a un miembro muy grande-- y dos o tres metidas
despu�s eyaculaba, me dejaba fr�a; luego fue diferente, como lo hac�amos casi
diario le empec� a agarrar gusto y aprend� a tener orgasmos, quer�a casarme con
�l, pero �l no, s�lo quer�a sexo y ya, dejamos de vernos y luego supe que se
hab�a casado porque hab�a embarazado a una chica. Luego conoc� al que ser�a mi
marido, y ya con alguna experiencia empezamos a tener sexo, �l me ense�o casi
todo sobre eso, esas cosas, ya sabes. Al principio s�lo por fuera sin penetrar,
pero la carne es d�bil, luego casi a diario, ya hasta iba a verlo sin calz�n y
en cualquier lado me empinaba y ya, lo seguimos haciendo hasta que me embaraz�,
no us�bamos nada para protegernos y eso que lo hac�amos casi todos los d�as, fue
una locura, nos casamos, juntos duramos poco, como diez a�os, era muy infiel".


--"�Lo descubriste?".


--"Si, pero de eso no preguntes, �y t�?, hace cu�nto que no
tienes novia".


--"Tuve varias amigas luego de mi divorcio, una argentina que
conoc� por internet; una se�ora de Orizaba y una amiga de mis tiempos de casado,
a veces la veo, ya casi no, se cambi� de casa y le perd� la pista. A la
argentina la vi dos veces en M�xico, ella vino. La de Orizaba era muy celosa,
siempre me estaba checando, terminamos por eso. Duramos como un a�o y medio, me
celaba con una amiga de ella, yo ni siquiera, fueron ideas suyas. Y ya, eso es
todo".


--"�Qu� tan vicioso eres?".


--"�C�mo vicioso?".


--"Del sexo, �eres lujurioso?, �qu� te gusta hacer?".


--"De todo �y t�?".


--"M�s o menos, pero necesito sentirme a gusto, con libertad,
me gusta sentirme querida y amar a mi pareja, si no, no".


--"�Oral�, anal?".


--"Mmmmjumm, menos el sado, no me gusta que me peguen, no soy
lujuriosa, puedo pasarme largas temporadas sin pareja, pero cuando alguien me
gusta lo doy todo, �y t�?, �qu� piensas?".


--"Me encanta todo, y me gusta que una chica le guste todo y
lo goce"


--"�Y qu� piensas de mi?".


--"Me gustas, desde el principio me gustaste, pero no me
atrae la idea de hacer pareja con compa�eras de trabajo, siempre ocurren
problemas".


--"Tienes raz�n, pero tambi�n t� me gustaste, desde que
llegaste mis amigas comentaron que hab�a llegado un se�or, serio y guapo, varias
te traen ganas, te trataron de ligar, yo entre ellas, y cuando nos vieron
platicando un d�a en la m�quina del caf� empezaron los rumores, que si ya nos
hab�amos acostado, que si and�bamos juntos, en fin, oye �vamos a ser novios?".


--"�Quieres?".


--"Si".


--"Pero te propongo que en el trabajo no se sepa".


--"De todos modos se sabr�".


--"�Por qu�?".


--"Yo les voy a decir".


--"�Por qu�?".


--"Quiero que sepan que eres m�o, s�lo m�o, y que nadie se
meta contigo".


--"�Eres celosa?".


--"Mucho, mejor no preguntes".


--"�Y c�mo quieres que sea nuestra relaci�n?".


--"Quiero que seas sincera, ante todo, cuando sientas que ya
no funciona, me lo dices y ya, tan amigos como siempre, quiero que conozcas a mi
hija, ella ha insistido en que me busque un novio, quiero que vayas a mi casa,
pero eso no quiere decir que te quedes a vivir ah�, o a dormir, ll�vame a donde
quieras, si quieres a tu departamento, las veces que quieras, no se, podemos
hacer lo que los dos queramos, no hay restricci�n, pero siempre de com�n acuerdo
�aceptas?".


--"Bueno�".


--"No pareces muy convencido".


--"Lo que pasa es que aunque se aclaren las cosas desde un
principio, al paso del tiempo las cosas cambian, cuesta trabajo mantener las
condiciones que se establecen, pero si quieres lo intentamos. Y si vamos a ser
novios, te pido que no te depiles, me gustan las mujeres peludas".


--"�Peludas?, qu� tan peludas".


--"Que tengas pelitos, en todas partes, �aceptas?".


--"Es que en las piernas se me notan mucho, si quieres que me
los deje me van a crecer mucho y se ven feos, los hombres se me quedan viendo,
pensando cosas, al menos cuando ya est�n crecidos me los quito, sobre todo en
las pantorrillas y en las piernas, de ah� en fuera si me quieres ver como
chango, pues ah� tu sabes".


--"�Y del sexo eres peluda?".


--"M�s o menos, me crece mucho vello, desde chica me
depilaba, me crec�an mucho, sobre todo ah�, oye �te gusta preguntarme cosas as�,
calientes?, �verdad?".


--"Me excita".


--"Tambi�n a mi, ahorita estoy mojadita, por lo que dijiste,
de tus novias, y todo eso, �me cuentas m�s?"


--"Como qu�"


--"Mmmm, por ejemplo, a quien se lo hiciste anal, la primera
vez, algo as�, dime".


--"Tuve una novia, de chico, era gordita, muy linda, de piel
blanca, me quer�a mucho y me regalaba cosas, cuando faj�bamos me dejaba hacerle
casi todo, menos penetrarla, yo ten�a muchas ganas, ella tambi�n, pero no se
dejaba, adem�s ten�a muchos hermanos y la vigilaban mucho, su hermana le
preguntaba qu� hac�amos cuando est�bamos juntos. Una noche en un lugar oscuro se
lo volv� a pedir y se neg�, entonces le dije que algo ten�a que hacer para que
yo terminara, me dijo que mirara si no ven�a alguien, luego descubr� que se
hab�a quitado el calz�n, se volte� un poco, de lado, est�bamos recargados en una
pared, se alz� el vestido un poco y me dijo que le pusiera el miembro entre las
pompas, eso hice, y me dej� venir entre sus gl�teos, as� empezamos, hasta que un
d�a sin darme cuenta se la empec� a meter, ella no dijo nada, solo que me
apurara, estaba muy apretada y me dol�a el miembro cuando le dej� ir el glande,
pero se lo met� todo, ella se mord�a los labios para no gritar, pero le dol�a
tambi�n, luego nos movimos y termin�, fue la primera vez, luego ya ella lo
ped�a, dec�a que le gustaba mucho sentir como eyaculaba dentro de su cola, m�s
si le acariciaba la pepita, goz�bamos mucho, pero nunca me dio su quinto. Luego
entr� a mi primer trabajo y dejamos de vernos y ella se cambi� de casa. Meses
despu�s, ya cuando me iba a casar, la volv� a ver. Me dej� entrar a su casa, no
hab�a nadie y entonces si lo hicimos, en la cocina, no se, pero creo que no era
virgen, ella dijo que si, la cosa es que el miembro le entr� f�cil, sin
problemas, ambos terminamos, ella acostada sobre la mesa de la cocina y yo
encima de ella, de las ganas hasta tiramos cosas que hab�a en la mesa, un vaso,
el salero se rompi�, gritaba de placer. Supo que me iba a casar y pese a ello me
dijo que cuando quisiera fuera a verla, que le gustaba mucho hacerlo conmigo, �y
t�?".


--"No se, pero creo que muchas mujeres empiezan as�,
defienden su virginidad a cambio de su ano, y a la mayor�a les gusta. Aunque no
lo acepten. A mi me ense�� mi marido, yo quer�a saber que se sent�a, cuando
ten�amos sexo a veces me tocaba ah� y yo sent�a muy rico, pon�a un dedo en la
entrada y yo gozaba m�s as�, una noche me despert� porque ten�a ganas, estaba
muy excitado pero yo ten�a la regla, as� que sin que le dijera nada me puso el
miembro en la colita, me puse floja, sent� dolor, sobre todo al principio, ten�a
el miembro muy grande y me lastimaba, luego entr� todo, primero poco a poco, era
una mezcla de dolor y placer, se siente diferente, luego ya su miembro entraba
con facilidad, nos mov�amos r�pido y fuerte, momentos despu�s termin� dentro de
mi, fue algo incre�ble sentir como su pene palpitaba dentro de mi, en un lugar
diferente. A partir de esa vez altern�bamos el sexo entre vaginal o anal, u
oral, pero el oral no me lo ense�� �l, fue otro. Ahora cuenta t�".


--"Si, pero antes quiero que hagas una cosa".


--"�Qu�?".


--"Ve al sanitario y te quitas la tanga y las medias".


--"�Para qu�?".


--"Me excita saber que no traer�s nada debajo de la falta,
�te atreves?, quiero que sentada frente a mi abras las piernas y me dejes ver tu
puchis".


--"�Qu� locuras!, quieres que todos me vean ense��ndote la
pepa, �verdad?"


--"�No te excita eso!".


--"Mucho, hice esas locuras hace tiempo".


--"�Con qui�n?".


--"Ya te contar�, espera aqu�, no te vayas y me dejes as�,
como estoy", dijo sonriendo y se alej� por el pasillo meneando sus caderas.


Lourdes no tard� nada, se sent� frente a mi, abri� las
piernas y empez� a hablar: "estoy que me escurre el flujo por las piernas, lo
tengo muy mojado, �lo miras?, �ya?, �lo ves?, �abro m�s las piernas?", lo vi,
era un chumino negro de pelos, por la falta de luz no pod�a ver su raja pero se
le miraban los vellos en las piernas, peque�os pero sin depilar y cuando ya no
pudo separar m�s las piernas dijo: "ya, deja de mirarme que todos me ven, �lo
tienes parado?"


--"Mucho".


--"�Con cuerito o pel�n?"


--"�C�mo?".


--"Que si te hiciste circuncisi�n o tienes gorrito sobre el
glande".


--"Nunca me hice la circuncisi�n".


--"Mejor, me gustan con cuerito".


--"�Y t�?, eres carnosa de la puchita, �te mojas mucho?, �tus
labios son grandes?".


--"�Oye!, �qu� preguntas son esas!, ya me descubrir�s, pero
si, me mojo mucho, cuando estoy muy excitada, mis orgasmos son muy h�medos y
huelo mucho".


--"Quiero que abras m�s las piernas, mucho m�s, hasta ver tu
pepa bien abierta".


--"Si quieres, pero ya te necesito, estoy mojada de m�s".


--"Entonces mejor nos vamos, aqu� enfrente hay un motel,
�quieres?".


Nos apresuramos a salir de la plaza y unos minutos despu�s
est�bamos en el hotel. Pagu� la habitaci�n y subimos al cuarto. Ambos est�bamos
sumamente excitados y a�n con ropa nos metimos a la cama a coger. Lourdes apenas
alcanz� a quitarse el vestido y abrir las piernas para recibirme. Cuando el
miembro entr� me asombr� de la cantidad de l�quido que inundaba su pepa, por
ello fue muy f�cil meterle el pito, y empezamos a movernos. Minutos despu�s Lul�
se hab�a venido varias veces, gritando de placer. El �ltimo orgasmo se lo saqu�
cogi�ndola de a perrito, haciendo que sus redondas nalgas brincaran cuando la
penetraba, haciendo ruidos, como chasquidos. Le gustaba fuerte, que se lo
metiera r�pido y fuerte, as� lo ped�a entre gritos y gemidos apresurados, con la
respiraci�n entrecortada. Y mientras su vagina palpitaba con mi verga dentro
mir� como tambi�n su ano palpitaba con igual ritmo que el c�lido interior de su
panocha, entonces le avis� que la leche se me sal�a y me pidi�:


--"Espera, d�mela en la boca, quiero tu semen en mi boca".


Y se quit� para hincada en la cama mamarme el miembro que
s�lo unas lamidas despu�s empez� a expulsar semen a chorros. Lul� sigui�
mamando, succionando, sac�ndome la leche con urgencia, con hambre, succionando
el glande para luego met�rselo todo, hasta los pelos. Luego quedamos
desfallecidos en la cama, acurrucados uno junto al otro, suspirando,
adormecidos, en eso dijo: "tienes un bonito pene, me gusta tu verga, la tienes
linda, mira, con la pielecita sobre la cabeza, rosada, tambi�n sabe rica, te
sale mucho juguito, huele muy rico, mira ya te viniste y sigues erecto, lo
aprieto con la mano y se pone duro, es rica tu verga, grandota y dura, me gusta
mucho, me vas a hacer fan�tica de tu miembro, enamorada de tu pene rico, tu
semen tambi�n es rico, te viene mucho, todo t� eres rico, estar�a todo el d�a
mam�ndote, chup�ndote la pinga".


--"�Te gusta mucho mamar?".


--"A veces, cuando el tipo me gusta y sabe hacer el amor,
pero a veces no, el hombre puede coger rico pero tiene un pene feo".


--"�Y c�mo te gustan?".


--"As�, como la tuya, mira ya te viniste, le doy besitos y
todav�a palpita, me da m�s juguito".


--"Pero, �c�mo te gustan?".


--"Como esta que estoy besando".


--"Anda dime".


--"Como la tuya, ni grande ni chica, gruesa, as� como se te
est� poniendo, eres cogel�n, as� me gustas, me encantan as�, rosadas, duras, de
tama�o mediano, pero juguetonas; no me gustan grandes, sobre todo si el tipo es
torpe para coger, as� lastiman, duele; tampoco me gustan delgadas o prietas,
negras, son feas; hay hombres que se sienten orgullosos de tener una gran pija
pero no saben qu� hacer con ella, y lo peor, creen que uno se enamora de sus
vergas tontas, grandes y delgadas, o cortas y muy gruesas, as� no me gustan, me
encantas t�, me tocas bien el punto G, tienes mucha pr�ctica, lo encuentras
f�cil y ya no lo sueltas, frotas y frotas, hummm, eres rico, ya te dije".


--"Cu�ntame de la mejor verga que hayas conocido".


--"�De veras?, �quieres saber?, �no te vas a poner celoso?,
hum, bueno, conste, luego no me reproches; fue luego de mi divorcio, tendr�a
como 30 a�os, un poco m�s, andaba todav�a atontada con el divorcio, deprimida,
llorando en las noches, a�orando al marido, a veces rabiosa por haber dejado ir
al miembro que me hac�a feliz a veces, en fin, una tragedia. Lo que pasa es que
a veces las cosas est�n ah�, al alcance de tu mano y t� ni te das cuenta, as�
fue; andaba toda atontada, corriendo al trabajo y tratando de atender a mi hija,
siempre corriendo. Cerca de donde viv�a estaba la casa de una t�a, casada por
segunda vez, en ocasiones la visitaba y en una visita conoc� a un hijo de su
marido, del primer matrimonio de ese tipo, era un adolescente, lindo, de 16
a�itos, guapo, alto y con buen cuerpo, de pelo negro y rizado, bonita cara, como
los ni�os de esa edad, me extra�� que me mirara de cierta forma, trat� de no
hacer caso, lo evit�, tal vez pens� que como todos los chicos a esa edad nom�s
andan de curiosos viendo mujeres, cosas de la edad, era cierto; luego la t�a me
invit� a salir con ellos, iban de vacaciones a Tuxpan, de ah� era el marido, y
pues fuimos mi hija y yo con ellos, el chico por supuesto no me quitaba los ojos
de encima, me hac�a sentir inc�moda, pero lo soport�. Llegamos a esa ciudad, fea
por cierto, no se si conozcas pero es feo Tuxpan, huele mal el r�o. Luego fuimos
a la playa, ten�a tiempo de no salir y el lugar era bello, cerca de la laguna de
Tamiahua, me sent� feliz. Andaba yo siempre con mi hija de la mano, hasta para
meternos al mar, luego lo v�, al hijastro de la t�a, ten�a puesto un traje de
ba�o como dos tallas m�s chica, o era la moda, no se, pero toda la cosa se le
notaba, los ojos se me salieron pues casi el pene se le sal�a del calzoncillo,
un gran paquete, me impresion�, ya te imaginar�s, una mujer como yo, luego de
dos a�os de no saber que era un pene, cualquier cosa la impresiona, pero esta
era, se notaba, m�s que grande, inmensa dir�a yo, y as� fue, te juro que me
sonrojaba de verlo, caminando por la playa con ese paquete entre las piernas y
las escasas mujeres volteaban a verlo, algunas con la bocota abierta,
impresionadas. Ah� cambi� todo, de alguna manera sent� que ese pene tendr�a que
ser m�o o dejaba de llamarme Lourdes, en un momento percib� que la pepa me
palpitaba y se mojaba, como en mis tiempos de jovencita, ya no me import� nada,
ni mi ex marido, ni nada, quer�a cogerme al hijastro de mi t�a y eso era todo.
El se dio cuenta pero era temeroso, ese d�a no hicimos nada, al siguiente, en la
cocina nos dimos de besos, r�pido, pues est�bamos sirviendo el desayuno, entre
plato y plato, de pasada me tocaba las nalgas y lo besaba, ya and�bamos ardiendo
los dos; m�s tarde los t�os dijeron que ir�an a visitar a unos compadres, por
supuesto que me negu� a ir, era mi oportunidad, el chico lo entendi� y desisti�
de ir; m�s tardaron en salir los t�os en su carro que nosotros en estar
abrazados con las bocas pegadas, estaba s�per calient�sima, dejamos a mi hija
viendo televisi�n y corrimos a una rec�mara, ah� me apur� a bajarle el short que
tenia puesto, quer�a ver si era verdad que era enorme su pene y en cuanto le
baj� la ropa la pinga brinc� frente a mis ojos pegando en mi frente, era enorme,
rosada, muy gruesa y sobre todo grand�sima, nunca en mi vida hab�a visto un pene
como ese, le pon�a las dos manos encima, rode�ndolo, y a�n as� le sobraba pito,
como la mitad, pensaba "esta cosa nunca me cabr�", f�cil pasaba de los 20
cent�metros o m�s ya estando bien erecta, y se lo mam�, pero apenas me lo com�a
como a la tercera parte, m�s y sent�a que vomitaba, pero el chico no ten�a
experiencia, a la tercera chupada se vino, una leche riqu�sima, dulce y agria a
la vez, pero en una cantidad inimaginable, toda la cara y el pelo me quedaron
empapados de leche, el chico se disculp�: "perdona, perdona por favor", yo ni
hac�a caso pero se lo segu� mamando y al momento ya lo ten�a duro, bien parado,
entonces nos fuimos a la cama, yo desesperada por sentir esa vergota, al
principio fue dif�cil, le dec�a que tuviera cuidado, pero �l estaba urgido, con
muchas ganas; cuando intent� meterlo todo casi grit� de dolor, le ped� que se
fuera despacio que ten�a el miembro muy grande, creo que entendi�, lo fue
metiendo poco a poco, cuando iba a la mitad yo estaba ya bien llena, me empec� a
mover un poco y de nuevo se vino, pero no se sali� y as�, con su verga medio
fl�cida me lleg� el orgasmo, pero fue muy rico; seguimos pegados y �l se empez�
a mover de nuevo y en menos de lo que te cuento ya estaba bien ensartada, la
ten�a toda, bien erecta y adentro, ambos pegados, te lo juro, �todo su miembro
estaba dentro de mi!, no lo pod�a creer, entonces fue el acabose, como ya se
hab�a venido dos veces, la tercera le tard� mucho y ah� fue cuando yo empec� a
gozar, no se cuantas veces me lleg� el orgasmo, pero fueron muchas, �l estaba
como ido, no lo pod�a creer, luego me confes� que hab�a sido su primera vez.
Luego de coger me gustaba estar as�, como contigo, bes�ndole la pinga, ya
venida, lamiendo su leche y so�ando en volver a tenerla dentro. Fue una
experiencia memorable, pero al d�a siguiente ni pod�a caminar, todo me ard�a,
andaba rosada, irritada de la pucha, m�s porque el chico insist�a en querer m�s
y pues ya sabes, la carne es d�bil, cogimos como locos, bueno no se si los locos
cojan mucho, pero los dos est�bamos locos de coger, lo hac�amos en todas partes.
Una noche antes de regresar a la ciudad se lo ped� en la cola, lo tuve que
ayudar, pero me lo cog� as�, con todo su gran miembro en mi ano, todito, echando
moquitos ah�, en mi cola, que termin� destrozada, fue un sufrimiento de seis
horas en el auto, sentada, con la cola ardiendo de dolor. De regreso nos
seguimos viendo, nos cogimos como siete meses, yo estaba en la gloria, feliz,
dichosa de haber encontrado una mejor verga que la de mi ex marido, que entonces
descubr� era algo torpe para hacerme gozar; le ense�� lo que sab�a de la cogida:
a mamar a puchis, hacer el 69, a culear mucho, en fin todo eso. Una cosa que me
inquietaba era meterme toda esa cosa en la boca, toda, completa; es cosa de
pr�ctica, me lo dijeron primero mis hermanas luego unas amigas: es cosa de ir
poco a poco, aflojar la garganta y aguantar las ganas de vomitar, y todo cabe.
Lo puse en pr�ctica y poco a poco funcion�: ya pod�a mamarle todo el tronco y
aguantarlo dentro de la boca mientras �l, aullando, me echaba el semen. Luego
todo termin�, el chico entr� a la universidad y como supondr�s, la oportunidad
de mejores nalgas, as� pas�, se fue alejando poco a poco, primero me visitaba
tres veces a la semana, luego dos, luego una, luego una vez cada quince d�as, yo
le preguntaba que qu� pasaba, que si ya no le gustaba mi pepa o qu�, lo notaba
triste o enfadado, por fin no insist�. La cosa es que unos meses despu�s supe
que embaraz� a una tipa tetuda como de 40, maestra suya, y fue m�s que tonto en
casarse con ella. Era una mujer fea, m�s alta que �l, pero gorda, con las
chiches flojas y las nalgas gruesas y fl�cidas, ya muy corrida. Y no pas� mucho
tiempo en que me buscara, pero me negu�, me rogaba que regres�ramos, pero yo
tenia mucho coraje con �l, podr�a tener una gran verga y coger rico, pero no
ten�a cerebro, me daba coraje. Esa fue mi gran experiencia. Lo �ltimo que supe
fue que termin� mal, manejando un taxi a pesar que ten�a una maestr�a en
ciencias que le financi� su vieja, los dos viv�an de lo que ganaba ella dando
clases. Como te dec�a mucho pito no es sin�nimo de cerebro. Ahora dime que
piensas".


--"Que la pasaste bien, �o no?".


--"Pues s�, pero dur� poco".


--"Nada es para siempre".


--"Si, me gust� mucho, pero cuando m�s quer�a yo, �l se fue
alejando. As� pasa, tal vez as� pase con nosotros", dijo ella suspirando.


--"No se, a mi edad ya voy pensando que estoy de bajada, que
tengo que administrar mis cogidas, dentro de alg�n tiempo nom�s que va a quedar
el recuerdo, El pene dejar� de ponerse duro o pasar�n d�as antes de que me den
ganas, eso pienso, ahora soy calmado, antes no, todo era cosa de ver nalgas que
en ir por ellas, y la mayor�a de las veces me funcion�, hasta con las viejas
menos pensadas, era poner el ojo y luego la verga, la mayor�a afloj�, as� fue".


--"Por cierto, no me has dicho si te gusta mi pepa, �aprieta
todav�a?".


--"Al principio, luego es flojita, como todas las vaginas con
ganas, as� sean de jovencitas, dos o tres metidas y se ponen flojas, luego todo
les cabe. A ver ponte, te veo y de paso te la mam�, �quieres?".


--"Ya te estabas tardando papacito, quiero que me veas la
pepa, es fea te lo advierto, pero aprieta si quiero, es ma�a, ya sabes, cosa de
apretar la cola y parezco de 15, luego se afloja sin querer, pero me parece fea,
gorda y prieta, con esos labios gruesos y crecidos, �as� me vas a querer?,
adem�s los pelos, tan rebeldes, crecidos y gruesos, me da pena que la veas, �la
quieres as� papa�to?, �quieres darle besitos?", dijo Lul� abri�ndose de piernas


Sin decirle nada me fui agachando entre sus muslos, que
mantuve abiertos con ambas manos, luego me acerqu� hasta su sexo, y de verdad
ten�a una enorme pucha, gorda, abultada, muy morena, casi negra, rodeaba de
abundantes vellos ensortijados, chinitos, pero largos; la mata de pelos no s�lo
le cubr�a la zona del pubis sino desbordaba hasta en inicio de las piernas; y en
medio de la jugosa raja del sexo los labios menores, que de menores no ten�an
nada pues le sal�an de la raja formando un conjunto de pliegues deformes y m�s
prietos a�n que la piel de la pucha; Lul� ten�a un olor muy particular, su aroma
de mujer era penetrante, muy fuerte, y sobre todo se mojaba mucho, pues los
l�quidos que emanaba su pepota volv�an toda la zona en un charco de jugos
olorosos, de m�s, dir�a yo. Ver y sentir todo aquello me excit� m�s a�n, y sin
m�s empec� a besar y a chupar la pucha negra de Lul�, a succionar y mordisquear
los labios que extend�a a los lados con los dedos, hasta que ella empez� a gemir
y yo a intensificar mis lamidas, besos y chupadas, momentos despu�s se vino
agitadamente, girando sobre la cama, apretando las piernas y manteniendo mi
cabeza entre ellas, bien sumergida en su sexo, lamiendo y lamiendo, mordiendo
los gruesos labios y titilando en enorme y sensible cl�toris, luego Lul� volvi�
a venirse entre gritos, as� le saque tres orgasmos.


D�as despu�s la llev� a mi departamento donde hicimos el amor
en un sill�n de la sala, luego descansamos un rato y Lul� volvi� a interrogarme:


--"Cu�ntame m�s cositas sucias, dime cosas", me pregunt�
ella.


--"�Quieres saber?".


--"Si".


--"Mi segunda cogida fue con una t�a m�a. Era hermana de mi
madre, ten�a casi 50 y yo apenas 16. Viv�a en Zacatecas. Un fin de a�o mi madre
me envi� con ella pues su marido se hab�a ido a trabajar a EU, como hac�a mucho
fr�o Rosa me propuso que durmiera con ella. No cre� que pasara nada malo. Pero
desde la primera noche sent� una extra�a excitaci�n. Ella se acostaba de lado,
ocupando una orilla de la cama, vestida con una holgada bata de dormir de
franela, yo, en el otro extremo de la cama, sufr�a por la erecci�n. A la segunda
noche no pude aguantar las ganas y cuando la t�a ya dorm�a me acerqu� hasta
colocar mi verga erecta junto a sus nalgas, ah� la dej� un rato sintiendo la
carnosa suavidad de sus caderas, luego me tuve que hacer una chaqueta, s�lo as�
pude dormir. Noches despu�s la t�a ya me dejaba que la abrazara por detr�s, as�
nos qued�bamos dormidos, hasta que pas� lo que ten�a que pasar, una ocasi�n ella
despert� mientras frotaba mi palo entre sus nalgas, pero no dijo nada, m�s bien
cambi� de posici�n, acost�ndose boca arriba, luego sin decir palabra puso su
mano sobre mi verga, y ah�, en silencio y en la oscuridad del cuarto me empez� a
masturbar, baj� mi truza hasta media pierna y con su mano derecha me empez� a
acariciar el duro miembro, me vine casi al momento, luego ella misma me acomod�
el calz�n y se durmi�. A la ma�ana siguiente, cuando esperaba que la t�a me
reclamara, descubr� que ella actuaba normal, como siempre, s�lo que a la hora de
dormir not� que no tra�a puesta la bata, vi la prenda sobre una silla, no dije
nada, ella ya estaba cubierta por las cobijas, me acost� y ella apag� la luz y
se cubri� con las s�banas, de nuevo me toc� el pene, como para comprobar mi
excitaci�n, luego me quit� el calz�n, y not� que ella abr�a las piernas y
llevaba una de mis manos a ese lugar, tampoco ten�a pantaleta, sent� su pucha
h�meda y c�lida, llena de vellos, mis dedos se llenaban de esa carne caliente,
no dijimos nada, me jal� hasta que qued� sobre ella, entre sus piernas abiertas,
estaba muy mojada y mi verga entr� f�cilmente, toda, completa, juego nos
empezamos a mover, ella gimiendo quedo, yo entrando y saliendo, mi verga ya
mojada de los jugos de la t�a, luego me vine dentro de ella que me abrazaba
moviendo su vientre a los lados y suspirando junto a mi o�do; las tres semanas
que estuve con ella nos la pasamos cogiendo, por la ma�ana o por la noche,
siempre sin decir nada. Una vez me dej� que le mamara la pucha, y para mi
sorpresa descubr� que ten�a canas, si, canas en la pepa, rizadas canas, no
muchas, pero si numerosas canas, mezcladas con vellos casta�os, largos, sobre su
pepa y a los lados de los labios. Me ense�� a besarle el cl�toris, que era
grande, yo no conoc�a eso, no sab�a que las mujeres ten�an esa cosa, y el de
Rosa era prominente, grande, duro cuando estaba excitada, se vino mientras le
mamaba el botoncito, como dec�a ella. Luego las vacaciones terminaron y yo
regres� a M�xico, las primeras semanas la t�a me mandaba postales y cartas donde
insinuaba lo que hab�amos hecho, quer�a que fuera a visitarla, pero no se pudo,
m�s bien ella vino cierta vez, pero no tuvimos oportunidad de estar a solas,
cuando me cas� me escribi� una tierna carta de amor, donde me confesaba que
cuando ocurri� nuestra aventura ella ten�a a�os sin coger, pues el t�o ya no le
hac�a caso �me volviste a hacer mujer� me confes�, ahora te toca a t�".


Lul� guard� silencio unos momentos, mirando a la ventana,
luego empez�:


--"Una vez v� tambi�n a una t�a, v� como se la cog�an, pero
quien estaba con ella era mi hermano mayor. Al principio no entend�a que estaban
haciendo, era muy chica, tendr�a como 9 a�os. Fue en unas vacaciones, mi hermano
ya estaba grande, como de 16 o 17, y mi t�a ya estaba medio vieja, de m�s de 40,
era solterona, pero hab�a tenido un hijo. La primera vez que los v� fue por
casualidad. Los chiquillos est�bamos en la playa jugando, entonces alguien me
hizo algo, una travesura o un golpe no recuerdo, me fui a la casa llorando,
quer�a decirle a mi t�a lo que me hab�an hecho los primos, entre sin saber nada,
habl� fuerte y nadie me escuch�, cre� entonces que no hab�a nadie, as� que me
sub� a la rec�mara pero en otro cuarto hab�a alguien, ah� estaba ella hincada en
el piso, chup�ndole el miembro a mi hermano, no entend�a que hac�an, pero ella
le besaba el pajarito, que �l ten�a crecido, muy crecido, no entend�a nada, ella
se met�a todo el palito en la boca y lo chupaba, �l estaba sentado en la orilla
de la cama con las piernas abiertas dejando que la mujer le hiciera aquello; yo
estaba ah�, como de piedra, sin saber que hacer, pero sintiendo cosas extra�as,
luego supe que era excitaci�n; algo pas� despu�s, pues la t�a de apoy� en la
cama d�ndole la espalda y mi hermano le baj� el calz�n y meti� su p�jaro entre
las nalgas de la t�a, ella cerr� los ojos y se mov�a, hac�a atr�s, el pene de mi
hermano le entraba y sal�a, r�pido, ella gem�a m�s fuerte, luego se quedaron
quietos y cuando mi hermano sac� su pene algo blanco le goteaba. Llena de
curiosidad me di a la tarea de espiarlos, eran insaciables, se cog�an a todas
horas, nom�s se quedaban solos y se encerraban en un cuarto. Cambiaban de
posiciones, ella arriba, sentada encima de mi hermano, o �l acostado sobre ella,
yo creo que se lo hac�an dos o tres veces al d�a; luego algo sospecharon, porque
a veces me hac�a la aparecida, por ello cambiaron en sus h�bitos y la t�a iba al
cuarto de mi hermano por las noches y ah� lo hac�an. Despu�s ya no supe si se
segu�an viendo, era lo m�s seguro, pues mi hermano con frecuencia iba a Veracruz
a visitar a la t�a, yo creo que a segu�rsela cogiendo �t� crees?, era una mujer
fea y ajada, arrugada de la cara y con panza, pero caliente, aquel
descubrimiento influy� mucho en m�, porque mi adolescencia fue muy ardiente, me
daban muchas ganas, nom�s ve�a a un muchacho y ya estaba imaginando como tendr�a
el palito, pero todo me daba miedo".


--"Dicen que las veracruzanas son muy calientes".


--"�Lo dices por mi?, no lo se, creo que es normal, el
tr�pico hace madurar r�pido a las chicas de la costa, en cuanto a mi, soy
tranquila, te digo que puedo pasar largas temporadas sin sexo y ando tranquila,
aunque a veces me llegan las ganas, de vez en cuando".


--"�Y qu� haces?".


--"Lo normal, �no?, me acaricio la cosita y me llega el
orgasmo".


--"�Conoces los consoladores?".


--"Una vez mi hermana me regal� uno, lo us� pero no me gust�,
luego dej� de verlo en el armario donde lo guardaba hasta que lo descubr� en un
caj�n de la ropa de mi hija, ella lo usa, creo, nunca le he preguntado. Sucedi�
que mi hermana fue de viaje con unas amigas a EU y trajo varias cosas, entre
ellas dos consoladores, me dio uno, con vibrador, pero aunque me explic� nunca
aprend� a usarlo, no se, me daba miedo meter esa cosa dentro de mi, prefiero mis
dedos, un tiempo me hice experta en el dedo, una vez me lo hice en el sanitario
del trabajo, andaba muy caliente y me encerr� en el ba�o, me acarici� un poco y
me d� un venid�n rico, luego ya no. Volviendo a lo de aquella t�a, te dec�a,
desde aquella experiencia empec� a ver las cosas diferentes, entr� a la
adolescencia con unas ganas inmensas de conocer chicos, quer�a tener novio,
saber qu� se sent�a, imaginando cosas, hombres desnudos, mirando la entre pierna
de hombres mayores, y por supuesto aprend� a hacerme el dedo, muchas veces, con
muchas ganas, casi con furia, pero mi madre nos lo ten�a prohibido, dec�a que
eso era pecado, que era una indecencia, esas cosas, sobre todo que por esas
cosas fu�ramos a perder el quinto, pero no pod�a evitar que sus hijitas hicieran
cositas, ya de noche en la cama, o cuando nos ba��bamos. �ramos tres hijas, yo
la menor, as� que mis hermanas mayores fueron mis maestras por as� decirlo, tal
vez sin querer o con intenci�n me fueron ense�ando cosas: Ana, la mayor, se
masturbaba en el ba�o, por las ma�anas, una vez la vi haci�ndose el dedo, ella
se frotaba con los dedos sobre la pepita, por fuera, en c�rculos, recargada
sobre la pared mientras le ca�a el agua de la regadera, con las piernas en arco,
abiertas, con los ojos cerrados y suspirando; Emma, era diferente, ella se
tocaba el cl�toris con un dedo acostada en la cama, haciendo c�rculos, hasta que
terminaba; de la mayor fue de quien copi� la t�cnica de "orillita del calz�n",
cierta vez, la escuch� cuando estaba con su novio, le dec�a que no le pod�a dar
la panocha pero que pusiera su pene en su pepa y as� terminara, por la orilla
del calz�n, ellos estaban fajando afuera de la casa, recargados sobre la pared
cerca del jard�n, Ana se subi� la falda y el novio le acerc� el pene, le hizo a
un lado la panty y as� se lo hizo; pero fue Emma de quien aprend� a darle
besitos al pene, ten�a un novio que ten�a coche y ah� se lo hac�a, bajaba la
cabeza sobre su vientre y luego era ver como ella bajaba y sub�a comi�ndole la
pinga, frot�ndole a la vez el miembro, creo que lo dejaba terminar dentro de su
boca, pues cuando el novio gem�a ella segu�a con el miembro dentro de su boca,
no se si se com�a el semen pero supongo que s�", dijo para terminar su relato.


Al d�a siguiente era domingo y acordamos salir a pasear, le
propuse ir a los volcanes, al parque nacional; ese era el plan. Primero pasamos
a almorzar a un restaurante t�pico sobre la carretera federal y luego recorrimos
puestos con artesan�as, en uno de ellos Lourdes insisti� en que le comprara un
bolso de piel de conejo, le gustaba la textura de los delicados pelos del
animal, al mirarla acariciar la peluda piel del bolso le coment�: "eres una
mujer muy sensual".


--"�Lo dices porque me gusta acariciar estas cosas?".


--"M�s o menos, aunque tratas de ocultarlo, la sensualidad se
te sale, es algo normal para ti".


--"�Te gusto as�?".


--"Si".


--"�Te gustan las mujeres putas?", pregunt� Lul�


--"Me gustas t�, m�s si te comportas como puta"


--"Los hombres siempre creen que todas las mujeres somos
pirujas, as� nos tratan, as� nos hacen, les encantan las puter�as, luego se
espantan y pegan el grito en el cielo, tratan a las dem�s como putas pero se
ofenden si su mujercita se comporta igual".


--"Todas las mujeres tienen algo de putas, pero procuran que
no se les note", le dije mientras camin�bamos hac�a el auto.


--"Ustedes nos hacen as�, a las esposas las quieren
recatadas, modositas, decentes, ni siquiera se quieren enterar que sentimos rico
cuando nos meten el pene, por eso nos amoldamos a como los hombres quieren que
seamos, fingimos, mentimos, les decimos que siempre es nuestra primera vez, que
nadie antes nos la ha metido, que no sabemos mamar y menos culear, que son los
primeros, en todo, siempre quieren ser primeros, hasta t� eres as� �o no?", dijo
ella.


--"F�jate qu� no. Cuando me cas� ya sab�a que mi mujer no era
virgen, cuando faj�bamos le met�a el dedo bien adentro hasta que se ven�a, pero
en nuestra primera vez juntos, de Luna de Miel, me extra�� que cuando la iba a
montar ella dijera que era virgen, eso me desconcert�, como sea me la cog�,
ten�amos muchas ganas de sexo, pero fue un chorreadero de sangre, manchamos las
s�banas, los cojines, todo era sangre, mucha. Luego supe que ten�a su regla,
pero ella insist�a en que era virgen hasta nuestra primera cogida. No me
import�, la verdad. Lo que no aguant� fue la mentira y a�os despu�s se lo
reproch� varias veces, pero no porque insistiera en ser virgen, sino por no
haber sido sincera, a mi, que ya hab�a tenido experiencias me val�a madres,
sab�a que lo importante era ser bueno cogiendo, no ser el primero. Luego acept�
que ya hab�a cogido mucho antes de mi y que en mi vio la salida a su solter�a".


--"Pero ya no la quisiste igual, �verdad?".


--"No, la verdad la quiero mucho, todav�a, me aguant� muchas
locuras, dec�a que ten�a que pagar algo de lo que ella hab�a hecho. Pero al paso
del tiempo las cosas cambiaron y todo se lo llev� el carajo. No se c�mo haya
sido lo tuyo. Pero en mi caso luego de que me cas� empec� a ver m�s nalgas, m�s
chicas que quieren sexo�, es algo raro, pero ya de casado fue que tuve m�s
oportunidades, muchas".


--"Es que nosotras imaginamos cosas, vemos una pareja de
casados y pensamos lo que har�n en la intimidad, as� me pas� con mi hermana
mayor cuando se cas�, pensaba que habr�an hecho la noche anterior y sin querer
vemos al chico en cuesti�n y nos decimos: c�mo se la meter�, cu�ntas veces, lo
har�n anal, oral, y sin darnos cuenta ah� estamos de babosas, fisgando al casado
y pensamos cosas, luego ocurre que el tipo nos descubre y zaz, si insiste
tantito, terminamos abiertas de patas, a veces somos medio pendejas las mujeres,
no creas, aunque a la mayor�a de nosotras nos cueste trabajo aceptarlo".


Reemprendimos nuestro camino y Lul� reinici� su relato sin yo
proponerlo: "una vez los hice con dos chicos, fue en unas vacaciones, fui a
Vallarta y ah� conoc� a dos adolescentes, muy guapos y de buen cuerpo, creo que
ambos se propusieron ligarme, me hicieron la pl�tica en la playa y as� supieron
que estaba sola, luego fuimos a una fiesta en el hotel, bail� con los dos, nos
tomamos varias cubas de ron, y se pusieron m�s cari�osos, cuando bail�bamos se
pegaban a mi cuerpo, yo me dejaba hacer, me parec�a curioso que esos chiquillos
quisieran un romance conmigo, una mujer madura, era chistoso, pensaba que en
determinado momento podr�a frenarlos en sus intenciones y me equivoqu�. Lo que
ocurri� fue que sal� con uno de ellos a caminar por la playa, era de noche, todo
estaba oscuro, llegamos a una sillas de playa y ah� nos sentamos a platicar,
minutos despu�s ya nos bes�bamos con pasi�n, me sent� excitada, mucho, ten�a
meses sin sexo, pens� que ser�a el cl�sico faje, caricias y besos y ya, pero
todo se fue haciendo m�s ardiente, ya ten�a su pene erecto en mi mano, se lo
acariciaba, quer�a hacer que terminara de esa forma, en eso me pidi� en el o�do
que se lo besara, se lo hice, yo hincada con mis rodillas sobre la arena y �l
sentado en la silla con el pantal�n parcialmente bajado, se lo chup� unos
momentos hasta que se vino, termin� muy r�pido, ten�a muchas ganas; cuando me
levant� vi cerca una sombra, alguien nos hab�a visto, eso me asust�, m�s cuando
descubr� que era el otro chico, sin decir nada vino hasta nosotros
desabroch�ndose el pantal�n, se sac� el pene y me lo ofreci�, me sent� nerviosa
pero excitada, y se lo empec� a chupar, as� como estaba, de rodillas en la
arena, escuchando el rumor intenso de las olas del mar, este duro m�s tiempo,
tard� m�s en terminar, as� mientras le succionaba el pene sent� que el otro me
acariciaba por atr�s, metiendo las manos bajo mi vestido, tratando de quitarme
el calz�n, trat� de evitarlo, pero los dos quer�an hacerlo as�, el que estaba
parado me sosten�a la cabeza sobre su miembro, sin dejar que sacara el pito de
mi boca, mientras el otro me quitaba la ropa, luego me llevaron a las sillas, el
que estaba frente a mi se acost� sobre un camastro y me oblig� a que le siguiera
mamando el pene, el otro estaba detr�s de m�, metiendo su palo entre mis nalgas,
me penetr� en la vagina de esa forma, as� me empez� a coger, fue algo excitante,
muy caliente, los tres est�bamos aullando de placer, ellos terminaron casi al
mismo tiempo, yo sent�a que mi boca se llenaba de semen y el pene palpitaba
entre mis labios, mientras atr�s sent�a que mi vagina era inundada de leche con
el miembro bien clavado en la pepita, alcanc� el orgasmo casi al mismo tiempo
que ellos. M�s tarde quisieron volver a hacerlo, pero me negu� de forma
terminante, pod�amos hacerlo pero no con los dos al mismo tiempo, les dije y
aceptaron. Al d�a siguiente subieron a mi cuarto, primero uno y luego otro,
fueron dos semanas en las que hice muchas locuras, luego todo termin�, se
acabaron las vacaciones y me desped� de ellos, quedaron de visitarme en la
ciudad de M�xico, eran de Jalisco, pero nunca volv� a verlos", dijo Lul�
mientras miraba el paisaje boscoso. Mas tarde llegamos a un lugar boscoso y
solitario, y ah� con la esplendida vista de los volcanes le hice el amor apoyada
en el tronco de un �rbol.


La experiencia con Lul� dur� varios meses, fue algo bastante
satisfactorio para los dos y se termin� cuando se fue haciendo m�s y m�s
posesiva. Eso si, Lourdes, a lo largo de ese tiempo, me confirm� que en materia
sexual ten�a experiencia de sobra.



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Relato: Confesiones (6)
Leida: 388veces
Tiempo de lectura: 34minuto/s





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