Todos los d�as, seg�n me despertaba entre sus brazos, me
deslizaba hasta su entrepierna y comenzaba a jugar con su polla morcillona, con
esa semierecci�n matutina, que tanto me gusta meter en mi boca para notar como
va tens�ndose hasta alcanzar su m�xima extensi�n. Jugando despacio y saboreando
cada cent�metro de esa maravillosa verga, mientras masajeo sus peludos huevos
cargados de esa rica leche que se ha convertido en mi mejor desayuno.

Tras realizar los trabajos de la granja, entre juegos y
manoseos con los que nos �bamos calentando, siempre acab�bamos follando donde
pill�bamos

Y las tardes las pas�bamos igual entre mamadas, folladas.

Adoraba a mi t�o, hab�a pasado de ser ese hombre soez y
reservado, a ser el mejor amante que pod�a imaginar. Me pasaba el d�a observando
su majestuoso cuerpo, sus m�sculos, como se marcaban todos mientras trabajaba,
cubiertos por una fina capa de sudor que les daba ese resplandor tan sensual. Me
perd�a en su mirada y pod�a pasar horas arropado con sus brazos, me ten�a
absolutamente obsesionado.

As� hasta finales de julio, cuando celebraba mi 17 cumplea�os
y mis padres decidieron que seria una buena idea venir a pasar una semana al
pueblo, y as� celebrar juntos mi cumplea�os. Pod�is imaginaros la gracia que me
hacia tener que estar una semana viendo a mi semental y fingir que no pasaba
nada. Toda una semana sin poder disfrutar de mi t�o, iba a ser una tortura.

El d�a que llegaban mis padres, la mamada matutina se alargo
m�s de lo acostumbrado, y tras correrse en mi boca, me follo de manera brutal,
quer�amos quedarnos bien descargados.

Mis padres llegaron antes de comer, y nos fuimos a un
restaurante. Estaban muy sorprendidos de lo bien que llevaba estar en el pueblo,
esperaban que les suplicase que me llevaran a la ciudad con ellos, pero ya ves
como cambian las cosas. Y as� fue pasando la semana, mi t�o y yo trabaj�bamos en
la granja, y aprovech�bamos para darnos alg�n achuchon, pero mi padre sol�a
estar siempre rondando, as� que and�bamos siempre con un calenton importante.

Hab�an pasado ya cuatro d�as, y por fin era mi cumplea�os.
Cuatro d�as durmiendo solo en mi habitaci�n, sin poder estar con mi t�o, y
estaba ya que me sub�a por las paredes, necesitaba mi raci�n de sexo.

Fui a desayunar y all� estaban mis padres, que me recibieron
como si fuese el rey, por lo menos el rey de ese d�a, al rato llego mi t�o y
desde atr�s me cogio una oreja y tiro con fuerza dese�ndome feliz cumplea�os, y
sin mas se acerco y me dio un beso en la mejilla, posando sus labios mas de lo
normal d�ndome una especie de mordisquito con sus labios. Notar sus h�medos
labios, al contraste de su barba de dos d�as, me puso a cien. Lo hubiese cogido
ah� mismo y me lo hubiese follado con ansias, ah� delante de mis padres, me daba
igual, necesitaba sentir su cuerpo, notar sus caricias.

Tras el desayuno fuimos a limpiar una de las cuadras, y tras
girar la puerta me abalance sobre el, d�ndole un grandioso beso, lo deseaba
tanto, comenc� a mordisquear su labio inferior, a jugar con nuestras lenguas,
mientras rozaba su barba que me raspaba suave.

-Dios como te necesitaba- susurro mi t�o. � Pero tranquilo,
tu padre vendr� ahora. As� que ten un poco de paciencia y luego te dar� tu
regalo- dijo de manera morbosa mientras llevaba su mano a su polla que ya
dibujaba una maravillosa erecci�n bajo esos vaqueros desgastados.

Yo ya estaba de los nervios, no podia aguantar mas teni�ndolo
ah�, a mi alcance y sin poder tenerlo. Pero efectivamente mi padre llego
segundos despu�s a echarnos una mano. Al acabar el trabajo mi padre dijo que se
iba a duchar, ya que tenia que ir a recoger a mi madre que hab�a ido al pueblo a
hacer unas compras.

A mi ya se me ilumino la cara, por fin un peque�o rato a
solas, por fin.

Seg�n salio mi padre, me acerque a mi t�o y lo tire sobre un
mont�n de paja, me coloque sobre el y le exig� mi regalo. Mi t�o comenz� a
sobarse la verga sobre los vaqueros que estaban a punto de explotar.

-Te va a gustar, ya veras � sonri� con malicia.

Comenc� a desabrochar su camisa, dejando desnudo su pecho,
como hab�a echado de menos dormir sobre el, sintiendo el pelo suave, sus
rotundos m�sculos, el latido de su coraz�n. Me lance a lamer sus tetillas, duras
ya por la excitaci�n acumulada, mientras mi t�o iba sobandome todo el cuerpo, y
arrebat�ndome la ropa. Yo comenc� a deslizarme hacia su polla que notaba como
estaba ya en su m�ximo esplendor, desabrochando lento cada uno de sus botones,
baje sus vaqueros, y all� estaba la causa de mi calentura, esa magnifica
herramienta, dura, grande, envuelta en unos slip blancos que dibujaban cada una
de sus curvas, cada una de sus venas y con una magnifica mancha en su cabezota
de precum. Por fin all� ten�a mi regalo, tan ansiado.

Y claro me lance a por el, a lamerlo despacio, a notarlo
caliente en mi boca, solo hacia cuatro d�as que no lo tenia pero parec�a mas
grande, mas sabroso, lo hab�a echado tanto de menos que quer�a hacerle la mejor
mamada de todas, quer�a hacerle sentir la calentura que me proporcionaba,
introducirla toda en mi boca, enroscar mi lengua en ella, deslizarla suave,
lento. Quer�a jugar con sus huevos, peludos, majestuosos, totalmente hinchados
con el semen que en cuatro d�as no le hab�a orde�ado, repletos de la leche que
tanto deseaba.

Mientras, notaba como mi t�o iba jugando con mi hoyito,
acarici�ndolo en c�rculos e introduciendo su dedo, primero solo un poquito,
pasando a meterlo todo de un golpe seco, que me hizo estremecer, imaginando las
sensaciones que vendr�an luego. Acabe con tres de sus enormes dedos abri�ndome
el culo mientras yo segu�a lamiendo su verga.

-dame tu culo, sobrino, ya no puedo mas, quiero follarte,
tengo que partirte en dos.

-si, hazme tuyo, quiero notarte dentro.

Y sin mas pre�mbulos me coloque en cuatro, meneando mi culo
para provocarlo, y fui notando como su hinchado glande me masajeaba el agujero,
para ir haci�ndose paso en mis entra�as, notando cada cent�metro de su rabo
entrando dulce y candenciosamente en mi cuerpo, proporcion�ndome escalofr�os de
placer que recorr�an todo mi cuerpo haci�ndome estremecer y contorsionarme ante
cada embestida que realizaba, notando como cada cent�metro de el sal�a y
entraba, fuerte, r�pido, empujando con el ansia de la excitaci�n de mis caderas.
Hab�amos follado en muchas ocasiones pero esa vez lo sent�a diferente, mas
excitado que nunca, con mas ganas, sintiendo sus fuertes gemidos en mi nuca,
mientras me gritaba frases que no pod�a descifrar ya que las entrecortaba con
gemidos largos y profundos.

De repente saco su polla, yo sorprendido lo mire y el
r�pidamente me volteo, dej�ndome boca arriba, levanto mis piernas coloc�ndolas
sobre sus hombros y volvi� a clav�rmela con fuerza, con rudeza mientras se lanzo
a mi boca d�ndome largos y apasionados besos, sin dejar de bombear mi dilatado
culo. En esa posici�n no pude aguantar mucho, notando como su polla entraba
totalmente en m� notando sus peludos cojones acariciando mi ojete, y como todo
su peso se refrotaba contra mi polla que ya estaba a cien. me corr�
intensamente, soltando grandes chorros de caliente semen sobre mi propio pecho.
Mi t�o se incorporo un poco y sin dejar de follarme fue recogiendo la leche
desperdigada sobre m� para ir comi�ndosela, saboreando mi placer. Minutos
despu�s pude ver su cara como iba contray�ndose, como se convulsionaba mientras
sus movimientos se iban haciendo mas pausados, y de repente cogio mis caderas
las apret� al m�ximo contra el, pugnando casi por introducir tambi�n sus huevos
en mi, y as� se corri�. Mientras sus gemidos se aceleraban, notaba como todo mi
culo se iba inundando de su calida leche que notaba por litros, mi t�o se
derrumbo sobre mi, notaba su pesado cuerpo sobre mi, mientras acariciaba su
cabeza y su espalda, y notaba como su polla iba perdiendo grosor en mi culo. Y
as� nos quedamos un momento abrazados, sintiendo nuestros cuerpos, nuestro
calor. Cuando salio de mi note como se deslizaban de mi culo grandes chorros de
leche, y es que la corrida debi� ser brutal, lleve dos de mis dedos y recog� lo
que pude llev�ndomelo a mi boca para saborear mi preciado licor. Al verme mi
t�o, me hizo agachar y comenz� a lamer mi culo, recogiendo todo jugo, mientras
yo me sent�a en la gloria notando su lengua introduci�ndose en mi mientras me
raspaba su barba .Cuando ya recogi� todo su n�ctar se acerco a mi y compartimos
sus jugos en un caliente beso.

Nos vestimos y fuimos a darnos una ducha ya que mis padres no
tardar�an en llegar y ten�amos la comida especial de mi cumplea�os, que mi madre
iba a preparar.

Tras la comida, que resulto deliciosa, llego el turno de los
regalos. El primero fue de mi madre, que me dio un jersey precioso y un perfume
que sabia era de mis preferidos. Mi t�o y mi padre fueron dentro de casa a por
sus regalos, mientras le daba las gracias a mi madre. El primero en llegar fue
mi t�o, me dio un beso en la mejilla mientras me susurro que esperaba que me
gustase, lo abr� deprisa y era un discman, era genial ya que a mi me encanta la
m�sica.

Y por fin llego mi padre:

- veras como te va a gustar��

Y es que mi padre aunque se que siempre se esforzaba mucho,
nunca acertaba con los regalos, era demasiado despistado, aunque as� mi madre y
yo siempre nos re�amos.

Lo abr� despacio, con mucha intriga, y efectivamente si me
gustaba. Claro que me gustaba, era un libro de mi autor preferido, precisamente
el que me regalo por navidad.

Todos nos re�mos mucho, menos mi padre que se quedo un poco
enfurru�ado.

-papa, no te preocupes, lo importante es el detalle, y se que
me lo has comprado con muchas ganas, se que pensabas en mi cuando lo compraste.

-si, claro pero por que nunca puedo acertar, todos los
regalos que te han dado hoy te han gustado excepto el m�o.

El resto de la tarde la pasamos charlando, y contando
an�cdotas, lo pasamos bien. Llego la hora de la cena, y tras unas cuentas
cervezas nos fuimos a acostar. Ya est�bamos cansados y adem�s al d�a siguiente
ten�amos que madrugar para hacer unos trabajos en la granja.

Como hacia mucho calor, decid� darme una ducha antes de
acostarme.

Volv� a la habitaci�n, solo con la toalla enroscada en la
cintura, era una noche calurosa.

Me acost� en la cama desnudo tapado solo con la sabana,
siempre dorm�a desnudo sobre todo en verano. Y me puse a releer alg�n pasaje del
libro que me regalo mi padre.

TOC TOC, golpearon en la puerta.

-�Puedo pasar?- era mi padre

-Si, pasa, solo estaba leyendo un poco.

- No podia dormir, y para no despertar a tu madre pens� en
bajar al sal�n, pero al ver luz,

- Estaba leyendo tu libro, despu�s de todo ya te dije que me
gustaba tu regalo.

- Si, claro un regalo que ya te hab�a hecho. No tengo arreglo
ya lo se.

- No te preocupes, no pasa nada, la pr�xima vez te lo curras
un poco m�s y asunto arreglado.

- Tranquilo por eso, la pr�xima vez ya se que tipo de regalos
te gustan, la pr�xima vez no fallo.- Dijo poniendo su mano sobre su paquete.

-Siii � musite con una risa nerviosa. Que co�o significaba
eso, se habr�a tocado para provocarme, la verdad lo hab�a hecho, al coger su
polla sobre ese liviano pijama. O por el contrario el hecho de estar follandome
a mi t�o me estaba haciendo un poco pervertido y cualquier cosa me parec�a una
provocaci�n.

- Puedo esperar a otro a�o, o darte tu regalo especial hoy,
�Qu� opinas?

- No se a que te refieres, papa.

- Esta ma�ana he visto como tu t�o te daba un regalo, y yo
tambi�n quiero d�rtelo para que no creas que yo no tengo buenos regalos.

- Pero papa, que co�o...- que estaba pasando no me lo podia
creer, yo era un chico normal y de repente me follaba a mi t�o y mi padre me lo
propon�a como si nada.

-Tranquilo, ya se que a tu t�o le va este palo, pero me ha
sorprendido que tu seas tan, tan cari�oso, y no se por que no puedes serlo
conmigo.

- Joder papa, que eres mi padre.

- Y tu t�o tu t�o, y bien que se la has comido, cabron.
Adem�s mira como estoy � dijo cogiendo su polla que ya formaba una gran capa en
su pijama � vamos, no me digas que no quieres.

- �y mama?

- Mama esta durmiendo, adem�s ella no quiere hacer estas
cosas, dice que son de puta, pero veo que a ti nada te parece bastante y yo solo
quiero una mamada.

Porque lo dec�a de una manera tan sencilla, parec�a que me
ped�a un masaje y me ped�a una mamada, una mamada a mi padre, si ni siquiera
podia mirarlo.

Mi padre se acerc� ala cama y bajo el pantal�n de su pijama,
dejando frente a m� su rabo, no estaba del todo erecta solo morcillota y lucia
de una manera espectacular, tenia un grosor exagerado, aunque parec�a mas
peque�a que la de mi t�o. Era oscura y con una gran mata de pelo a su alrededor,
al acercarse un poco mas me quede hipnotizado con el vaiv�n de sus pelotas, eran
grandes, gordas, pesadas con una fina capa de pelo que los recubr�a.

No podia quitar la vista de su entrepierna, aunque no me
sent�a con fuerza para mam�rsela a mi padre, y creo que el se dio cuenta, as�
que se tumbo a mi lado, me miro fijo y comento:

- No voy a obligarte a hacer nada que no quieras, pens� que
te apetecer�a, pero no pasa nada, aunque ya no puedo dormir con esta calentura
me quedare aqu� para hacerme un pajote y me voy, no te importa �verdad?- y sin
darme tiempo a contestar, comenz� a masajearse los cojones, mientras su verga
iba tomando unas dimensiones considerables, parec�a mas peque�a que la de mi t�o
pero que va, al ir tomando cuerpo llego a ser bastante mas grande, tiesa
apuntando hacia el techo. Mientras segu�a masajeando sus pelotas, con la otra
mano comenz� un leve movimiento desplazando el pellejo dejando al aire un glande
brillante y oscuro que me turbaba m�s de lo que ya estaba.

Mi polla reacciono r�pido ante aquella escena freudiana, no
podia perder detalle de esa escena estaba muy excitado.

Mi padre volvi� a mirarme, ret�ndome para entrar en su juego,
y en ese momento ya nada me importo, cog� su camiseta y se la quite, quer�a
tenerlo todo a la vista, quer�a ver cada cent�metro de ese maravilloso cuerpo.
Quite la sabana que me cubr�a y cog� mi polla comenzando a masturbarme a su
lado, mientras acariciaba su pecho fuerte y peludo, que me recordaba al de mi
t�o, al fin y al cabo era su hermano.

Aunque la escena estaba ya de lo mas caliente no me atrev�a a
chup�rsela, al fin y al cabo era mi padre y me parec�a un poco fuerte, pero ah�
segu�amos masturb�ndonos juntos mientras el comenz� a acariciar mi muslo, muy
suave.

La excitaci�n era tan grande que sabia que no durar�a
demasiado as� que intentaba llevar un ritmo suave, pero era todo demasiado me
superaba, y sin mas me coloque sobre uno de los muslos de mi padre, dejando
nuestras pollas casi juntas como espadas sometidas a un duelo, notaba su peludo
muslo como se frotaba contra mi dilatado culo, a la vez que nuestras hinchadas
pollas intercambiaban precum, y un fino hilo de este las un�a.

Cog� ambas pollas con mi mano y comenc� una paja al un�sono,
mi padre me miraba desafiante entre suspiros, y jadeos que me excitaban aun mas.

Me encantaba esa escena, su cuerpo perfectamente esculpido,
convulsionado bajo mis caricias, y de pronto note como el semen empujaba desde
la base de mis huevos para salir disparado, as� que acelere el movimiento de mi
mano y me corr� intensamente sobre el pecho de mi propio padre, fue una corrida
muy intensa y un escalofr�o de placer recorri� todo mi cuerpo.

Cuando recupere el aliento, me lance directo hacia la polla
de mi padre, segu� masturbando ese pedazo de verga, y sin poder evitarlo comenc�
a darle peque�as lamidas al glande para saborear todo el liquido que lo
lubricaba, sintiendo por fin el sabor salado de su polla, chupaba con ansia
desde la base de los huevos hasta la punta, una y otra vez. Jugaba con sus
huevos metiendo cada vez uno en mi boca, d�ndole un buen masaje testicular que a
mi padre le hacia gemir, pedirme mas y mas.

Cuando me aviso que iba a correrse met� todo lo que pude la
polla hasta mi garganta, para que se corriera all� dentro de mi, que me llenase
de su leche.

Con la boca llena de su verga y en espera de su corrida,
sopesaba sus cargadas pelotas, mientras que con la otra jugueteaba con su
culito, y cuando note que ya era el momento, introduje uno de mis dedos en su
ojete, apretando su pr�stata para que notase un placer intenso, y comenz� a
correrse de una manera salvaje, con enormes chorros de leche que me llenaban la
boca y que intentaba tragar con ansia, mientras sus manos apretaban mi cabeza
contra su miembro para que entrase todo en mi boca. Sus gemidos crec�an y por un
momento pens� que podr�a despertarse alguien por lo escandaloso, pero para que
negarlo me encantaba hacer disfrutar tanto a mi padre, verlo sumido a mis
caricias, mientras su leche chorreaba por la s comisuras de mis labios.

Cuando acabo quedo desplomado en la cama, con la respiraci�n
acelerada y una sonrisa de satisfacci�n. Hab�a hecho un buen trabajo.

De pronto se incorporo, me miro, me dio un beso suave en los
labios y dijo:

- nunca hab�a disfrutado tanto, cabron, te compensare esta
corrida que me has proporcionado, ma�ana te voy a follar como nunca lo han hecho
antes, vas a ser mi puta.

Volvi� a besarme y salio, subi�ndose el pijama y con la
camiseta en la mano.

No hace falta decir que esa noche me costo conciliar el sue�o
con todo lo que hab�a pasado, no sabia como iba a ser todo a partir de esa
noche, aunque sospechaba que me esperaban gratas sorpresas�

Gracias a todos por vuestros mail anim�ndome a seguir el
relato, siento no poder responder a todos, pero espero que este y los pr�ximos
cap�tulos de la historia os lo compense.

Pod�is dejar vuestras opiniones, sugerencias y comentarios en
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