Desde aquella tarde en que descubrieras las relaciones
incestuosas entre mi padre y mi hermana mayor, mi manera de ver y entender el
mundo se transformo por completo, no hab�a d�a en el que yo no estuviera atento
al comportamiento y al trato de mi padre hacia mis hermanas, aprend� a conocer
los d�as y concretamente la hora en el que el se encontraba a solas con ella.

JA, tambi�n en eso estaba yo equivocado

No solo era con la mayor, as� pude constatarlo muy pronto,
una tarde, fueron mis 2 hermanas las que acud�an al llamado de mi papa, en esa
ocasi�n el les hab�a dado instrucciones de acondicionar el lugar, por lo que
ellas abrieron un espacio entre la paja colocaron unos cartones extendidos y
encima de ellos una cobija, por lo que sin mucho batallar tuvieron una cama.

El comenz� como era su costumbre por ponerlas a ambas a
mamarle su miembro cosa que no solo hac�an con agrado, si no con verdadera
vocaci�n, adem�s de lo delicioso que es el sexo oral, creo que de esas im�genes
de ver a mis hermanas en acci�n se me convirti� en un placer obsesivo el sexo
oral.

A veces se turnaban a veces las 2 al mismo tiempo, pero
parec�an un equipo , muy bien sincronizado, mi papa se recost� sobre la
improvisada cama y ellas se colocaron en cuclillas a sus costado, en un momento
el le ordeno a la mayor que se colocara encima de el mientras la mas peque�a se
le montaba en su pene .

El pene de mi padre era de lo mas normal, a lo mucho
bordear�a los 16 cmts. Adem�s de contar con un grosor considerable, pero yo
cre�a que no le cabria a la peque�a conchita de mi hermanita, para mi sorpresa
ella se fue ensartando solita , al principio poco a poco , hasta que
literalmente solo dejo las peludas bolas de mi papa fuera.

Fue entonces cuando ella comenz� un r�tmico movimiento arriba
y abajo, atr�s y adelante , cada vez mas fuerte y cada vez mas r�pido, de vez en
vez mi padre controlaba el ritmo, hoy se que lo hacia , para que ella no le
ocasionara una eyaculaci�n inmediata, mientras esto suced�a mi hermana mayor
descargaba sus n�ctares interiores directamente en la boca de mi papa.

Cuando este sinti� que su eyaculacion era inminente se quito
de encima a mis 2 hermanas y las oriento en direcci�n de su verga a punto de
estallar, la menor no perdi� tiempo y as� como hab�a observado en d�as
anteriores a la mayor tragarse todo el semende mi papa, hoy pude apreciar que mi
hermanita tampoco se quedaba atr�s en su afici�n a la leche de mi papa.

Ah� no pararon las cosas en esa tarde, en voz baja pero
audicible, mi papa le pregunto a ambas que como se sent�an, ellas hablaban poco,
yo creo que se impon�a el respeto de la figura de mi padre y por otra, creo que
su calentura extremada las llevaba a ser prudentes.

Mientras ocurr�a esto mi padre esperaba recuperarse un poco,
era claro que esa tarde las cosas no terminar�an ah�, en un momento determinado,
mi padre ordeno a la mayor , que se colocara boca abajo , pero con el culo
levantado, mmmmmmmmmmmmmmm, esa fue una imagen que se me gravo tan fuerte que
pareciera que la estuviera observando en este momento.

Las nalgas de mi hermana no eran precisamente espectaculares,
eran morenas y redonditas , muy firmes eso si, mi hermanita sentada a un costado
de ambos era ahora una simple espectadora , eso si , con boleto preferencial ,
no como el m�o, mi padre le abri� con sus manos las nalgas, comenz� a
ensalibarle en culo a la mayor al mismo tiempo que se lo dilataba
introduciendole un dedo y despu�s un segundo dedo.

Cuando consider� que estaba lista el se coloco detr�s de ella
y comenz� a cogersela analmente , mis hermanas no dejaban de sorprenderme ,
ahora era el turno de la mayor , yo no acababa de entender como era posible que
aquella polla pudiera ser digerida por el esf�nter de mi hermanita.

El movimiento � afuera y adentro � del pene de mi padre cada
vez tomaba mas velocidad y mas fuerza , llego el momento en el que yo pens� que
mi hermanita no resistir�a mas , mi padre solo bramaba como un toro y mi
hermanita menor alcanzaba un orgasmo mas de solo presenciar aquella escena tan
deliciosamente fuerte y rica a la vez.

Mi peque�a verga , aun que aun no expulsaba liquido seminal ,
me dol�a de lo dura que se me pon�a , as� que tuve que sacarla de su escondite y
comenc� a masturbarme, con muy poca experiencia en la materia , pero impulsado
por la necesidad de tranquilizar de alguna manera aquellas sensaciones de ver a
mis hermanas ser usadas sexualmente por mi padre.

Los a�os que siguieron a este descubrimiento, no variaron
mucho, mi padre dispon�a de su par de peque�as putitas en por lo menos 3
ocasiones a la semana, raz�n por lo que la intimidad con mi madre se reduc�a a 2
sesiones a la semana y estas de lo mas convencionales ( mi padre encima de ella
en la tradicional posici�n del misionero)

Yo no se si ella en realidad era de un car�cter apacible y no
sospechase nada de aquellos deliciosos y pervertidos juegos de mi padre con sus
hijas o lo sab�a, pero lo entend�a como un entrenamiento amoroso de parte de el
a ellas y que al final de cuentas ser�an ella � mi madre � y el los que se
mantendr�an juntos hasta el final.

Mis hermanas adem�s de sus relaciones con mi padre eran unas
chicas tranquilas y ten�an fama de serias en el pueblo, por ello cuando la mayor
sali� embarazada de un muchacho cuando ten�a 18 a�os el fue obligado por sus
padres a reparar el da�o cas�ndose con ella.

Les comento esto, pues aun que no se los puedo asegurar,
tengo muy fuertes sospechas de que mi sobrino mayor en realidad es hijo de mi
padre, por boca de el , nunca lo sabr� , debido a que a los pocos a�os el
falleci�, mi hermana menor viajo a trabajar a los EUA y mi hermana mayor se fue
de nuestro rancho a establecerse con su flamante marido y ese mi sobrino de
dudoso origen.

Quiz� alguno de ustedes se estar� preguntando, si adem�s de
las tremendas calentadas que aquellas escenas me ocasionaban, yo llegue a tener
sexo con mis hermanas usando para su convencimiento el amenazarlas con
delatarlas con mi madre, quiz� los vaya a decepcionar , pero no ocurri� as�.

No por que no me excitara con ellas, si no por que como
recordar�n, nuestra familia ,nuestra infancia y juventud se desarrollo en un
rancho del norte de nuestro pa�s regi�n en la cual el respeto a los mayores se
observaba al pie de la letra � por lo menos en esas �pocas.

Mis calores y los demonios internos que todas estas im�genes
me despertaron yo los canalice de una forma distinta, pero bueno eso se los
relatar� en mi siguiente entrega.