Por fin pude cumplir mi sue�o! Despu�s de mucho intentar que
mi mujer tomase parte en alguna de mis aventuras, por fin pude convencerla y aun
no se como, pero se decidi� a probar� Aunque la cosa no sali� como ninguno de
los dos hab�amos pensado.

Todo empez� poco a poco, como un juego, llev�bamos varios
d�as que nos conect�bamos juntos y chate�bamos. Conocimos a Manuel, de un pueblo
de cerca de Zaragoza que era bastante rudo y creo que eso pon�a bastante a mi
mujer Raquel, consegu�a sacarle su alma de sumisa y tuvimos varias sesiones de
cibersexo en donde fantase�bamos con ser los esclavos sexuales de Manuel y sus
amigos. Raquel y yo nos excit�bamos much�simo pens�ndolo, as� que al final logr�
convencerla para hacer realidad la fantas�a.

Manuel nos coment� que el siguiente s�bado iban a preparar
una juerga con sus amigos del pueblo, solo con 3 o 4 m�s �ntimos. Mi mujer se
moj� solo de pensar lo que pod�a pasar y sin pensarlo mucho m�s para no
arrepentirnos, nos ofrecimos como sumisos, por animar la fiesta.

Manuel por supuesto acept� enseguida, pero nos dijo que lo
pens�ramos bien, que no pod�a quedar mal con sus amigos, una vez all� podr�an
hacer con nosotros lo que quisieran y no tendr�amos vuelta atr�s, adem�s me
avis� que sus amigos eran muy hombres y que se volcar�an con mi esposa, a mi
solo me querr�an para ocuparme de que todos gozasen y de que Raquel hiciera todo
lo que ped�an. La verdad que me dio un poco de miedo sus palabras, adem�s Manuel
era un hombre muy bruto y dominante, nos humillaba constantemente, aunque claro,
eso era lo que nos excitaba. Lo habl� con mi mujer, pero ella ya estaba lanzada.

Lleg� el d�a, nos presentamos donde nos hab�an dicho, una
especie de cortijo o finca que estaba a las afueras de su pueblo, Manuel sali� a
recibirnos con dos amigos. Manuel era como me lo hab�a imaginado, de unos 40
a�os y grandote. Los dos amigos eran m�s j�venes, aunque mayores que Raquel, de
unos 31 o 32 a�os y nada m�s llegar clavaron sus ojos en Raquel, con descaro.

Mi mujer Raquel tiene 25 a�os, peque�ita, morenita y muy
guapa, con buen cuerpo, unas tetas de esc�ndalo, talla 95 y muy bien erguidas,
tiene un poco de tripita y un culo prominente, que me gusta mucho, no como las
delgaduchas de las modelos. Ven�a vestida como le hab�a dicho Manuel, con
faldita y una camisita blanca escotada, en plan ni�a buena.

Est�is seguros de que quer�is hacerlo? � Me pregunt� Manuel
sin rodeos.

Si, tal y como hemos quedado somos tus esclavos y puedes
hacer conmigo y con mi mujer lo que te plazca � Le dije mientras miraba a mi
mujer que asent�a, entre avergonzada y excitada por la situaci�n.

De acuerdo! � Respondi� Manuel � Pasarlos dentro!

Los amigos me cogieron cada uno de un brazo, fuertemente como
si me fuese a escapar, mientras Manuel pillaba a mi mujer y la llevaba para
dentro de la finca. Era una finca grande, de pueblo, con jard�n muy grande,
�rboles frutales, una casa, almacenes� Los chicos me ataron las manos a la
espalda mientras se re�an, pude observar que iban un poco bebidos pues ol�an
bastante a licor, Manuel iba por delante con mi mujer y aprovechaba para tocarle
el culo levant�ndole la falda y dici�ndole cosas al o�do. Los chicos tambi�n me
dec�an cosas.

Nos entraron por una puerta oscura, subimos unos escalones� y
alucinamos con lo que vimos! Era una plaza de toros, peque�a de esas que
celebran capeas, pero muy real, con sus gradas, los burladeros, la arena� Mi
mujer se qued� blanca, aunque seguro que muy excitada y para colmo en la plaza
hab�a 2 tios m�s, uno joven y otro bastante mayor, de unos 50 y con pinta de
pueblo.

A mi me desnudaron completamente, tiraron mi ropa por el
tendido y me ataron a una barandilla, en la grada. A mi mujer la bajaron al
ruedo, Manuel la mostraba como un trofeo.

- Mirar, aqu� est� nuestra putilla, mirar que guapa y que
maja viene! Se a puesto as� para nosotros y aquel de la grada es el cornudo de
su marido que nos la presta para que hagamos lo que queramos con ella, son mis
esclavos. Verdad que si putilla? Di nos para que estas aqu�

- Siii� Manuel, soy tu esclava y har� lo que me pidas� - Dijo
mi mujer atemorizada, con la mirada en el suelo.

- Vamos! No seas ahora t�mida bonita, har�s lo que te pida yo
y mis amigos, eres nuestra puta! � Entonces Manuel cogi� por la cara a Raquel
fuertemente y le oblig� a mirar a sus amigos que estaban delante de ella �
Miralos bien puta! M�ralos a todos, hoy son tambi�n tus amos y vas a
complacerles en lo que pidan, d�selo, d�selo a todos!

- Voy a ser vuestra puta y podeis hacer lo que os plazca
conmigo, estoy para complaceros a todos.

Todos rieron divertidos y excitados, pusieron m�sica y le
pasaron un cubata, todos beb�an y le obligaron a beber a ella tambi�n. Mientras
le iban sobando, le daban besos, le preguntaban cosas� y as� pas� un rato.

El ambiente se iba calentando, en todos los aspectos, por el
alcohol y por los sobes que le pegaban a mi mujer. Le pidieron que saliese al
medio de la plaza y que bailase, provocativa. Raquel muy obediente se puso en el
centro de la arena y comenz� a bailar, sensual al ritmo de la musica, ellos la
rodearon y le aclamaban, tambi�n alargaban sus manos y le iban tocando el culo,
las tetas, todo por encima de la ropa, pero poco a poco se fueron animando.

Cada vez los ten�a m�s cerca, rodeada, casi sin sitio para
poder bailar mientras todos la tocaban. Alguno la empuj� m�s de la cuenta y
Raquel perdi� el equilibrio cayendo en el centro de la plaza. Ellos en vez de
levantarla, continuaron sob�ndola, estaban muy excitados, le arrancaron la
blusa, manchada de arena, el sujetador y las bragas, dej�ndola solo con la
minifalda remangada en la cintura, todos la tocaban, el culo, el co�o, las
tetas, revolcandola en la arena del ruedo, al principio ella intentaba
levantarse, e incluso taparse del acoso de tantas manos que incluso le estiraban
de los pezones y le frotaban el co�o fuertemente, haciendole da�o, pero imagino
que pensar�a que era peor resistirse y pronto dej� de intentarlo, se qued�
tumbada en la arena, abri� sus piernas y se dej� tocar mientras alguno de ellos
ya se hab�a sacado la polla y se la acercaba a las manos de mi mujer.

Yo como podeis imaginar ya estaba totalmente empalmado y
maldiciendo que me hubiesen atado las manos y no me pudiese masturbar, casi me
habr�a corrido sin tocarme, la situaci�n era humillante y muy excitante.

Acercaron hasta Raquel un carro de esos de cuernos, de los
que utilizan los toreros para entrenar, la pusieron en pie y le quitaron la
faldita. Vaya un espect�culo, todos los t�os en los burladeros animando al
"torero", Manuel en el centro de la plaza con su traje de luces y el capote en
alto, provocando a Raquel para que le embistiese y esta sin saber muy bien que
hacer, desnuda, sucia y humillada, con aquel carro con cuernos delante suyo.

Al fin se decidi� a embestir, aunque sin mucha convicci�n,
por lo que Manuel al darle el capotazo le propin� un sonoro manotazo en el culo
que todos aplaudieron y rieron. Mi mujer se volvi� mosqueada, pill� los cuernos
con fuerza, dio media vuelta intentando pillar desprevenido al torero� Y PLAS!!
Otro bonito pase de Manuel con palmada en las nalgas. Mi esposa comenz� a dar
embestidas cada vez m�s fuertes, enfadada por la humillaci�n y las risas de los
espectadores, pero Manuel le segu�a dando sonoros manotazos.

En unos minutos, Raquel estaba exhausta de correr de un lado
a otro, y se dej� caer al suelo de rodillas, con todo el culo rojo de las
palmadas. Manuel hizo una se�a hac�a los otros mozos en plan triunfal y se
acerc� a donde estaba mi mujer, se baj� los pantalones dejando al aire su polla
fl�cida, agarr� a Raquel de los pelos y le oblig� a trag�rsela entera, le
apretaba la cabeza contra su polla y se la restregaba contra su cara sucia de
tierra, mi mujer protestaba con gru�idos mientras intentaba no ahogarse, pues la
polla iba creciendo hasta ponerse dura, era una polla muy grande y gorda, nada
que ver con mi peque�a pollita de 12cm. Mi mujer ya colaboraba y se afanaba en
hacerle una buena mamada, recorriendo con su lengua toda longitud del falo,
chup�ndo con devoci�n la puntita y comi�ndosela toda mientras con las manos le
masturbaba. Nunca le hab�a visto as�, yo le ten�a que pedir porfavor para que me
la chupase y adem�s nunca me hab�a dejado correrme encima de ella, por lo que
estaba expectante a ver que pasaba.

Los chicos miraban hacia la grada, se hab�an dado cuenta del
empalme que llevaba y se estaban riendo de mi polla. Uno de ellos vino y empez�
a mofarse diciendo que no le extra�aba que mi mujer quisiera disfrutar de unas
buenas pollas, y cosas por el estilo. Todos re�an y en el centro del ruedo
segu�an Manuel y mi mujer como si estuviesen solos. El chico me desat� una mano
para que pudiera masturbarme y se fue con el resto.

Raquel segu�a chupando como una loca, cada vez m�s fuerte
hasta que Manuel le volvi� a coger de los pelos, comenz� a follarle la boca con
fuerza, descarg�ndole toda su leche dentro, despu�s la solt�, pero ella segu�a
refrotando la polla sucia de leche por su boca, como una perra en celo, le
escurr�a el semen por los labios, cay�ndole en las tetas.

Manuel se agach�, la pill� de la cintura y levant�ndola se la
carg� en el hombro, como un saco, con el culo hac�a delante. La sac� del ruedo,
llev�ndola a las gradas, donde estaban los dem�s, a unos 3 o 4 metros de mi. Los
chicos ya se estaban desnudando y cuando lleg� Manuel con mi mujer a cuestas
parec�a una fiesta, todos comenzaron de nuevo a sobarla mientras Manuel la
dejaba en la grada sentada, encima de unos cojines sucios. Los chicos se
pusieron alrededor, con sus pollas a la altura de la cara de mi esposa, que con
la lecci�n bien aprendida alarg� sus manos para pajear a dos mientras se met�a
una a la boca. Todos ten�an buenas pollas, menos el cincuent�n que la ten�a
peque�a como yo, pero muy gorda. Me fij� que Raquel iba alternando en chupar
todas aquellas pollas pero la del abuelote no se la met�a en la boca, solo la
masturbaba, imagin� que le parec�an m�s apetecibles la de los j�venes, hasta que
este se cabre� y quitando a los otros de en medio se subi� al pelda�o donde
estaba sentada Raquel y le puso toda la polla delante de su cara y haciendo lo
mismo que Manuel la pill� de los pelos y la oblig� a com�rsela.

Uno de los chicos aprovech� para ponerse delante con la polla
dura apunt�ndole al co�ito, pidi� a los otros dos j�venes que le pillasen de las
piernas, estos uno a cada lado la tumbaron un poco m�s, pill�ndole con una mano
la pierna y con la otra sujet�ndole el culo, hasta dejarla totalmente abierta.
El de delante le meti� la polla y comenz� a follarla, mientras el abuelo segu�a
foll�ndole la boca.

As� se fueron turnando todos, mientras unos le sujetaban el
culo y la abr�an de piernas, otro se la follaba hasta correrse, bien en su co�o
o en su boca, adem�s todos le sobaban continuamente las tetas, provocando un
barrillo de la mezcla de la leche y saliva que le escurr�a de la boca con la
arena del ruedo.

Despu�s lleg� Manuel, que se hab�a quedado al margen tomando
un cubata, ten�a otra vez la polla muy grande y dura, apart� a todos, cogi� otra
vez en volandas a mi mujer, la puso boca abajo, de rodillas en un pelda�o, el
culo en pompa y las tetas apoyadas en el escal�n de arriba.

- Ahora becerrita, �el estoque!

Comenz� a meterle la mano sin delicadeza entre las piernas,
haci�ndole separarlas, le escupi� en el culo y empez� a meterle un dedo mientras
segu�a escupiendo. Despu�s cogi� su polla y apuntando hac�a el agujerito de mi
mujer, empuj� poco a poco, haciendo desaparecer su polla en el culo de Raquel
que gritaba de dolor, aunque a los pocos bombeos los gritos se convirtieron en
jadeos.

Le foll� el culo fuertemente hasta correrse dentro, luego me
soltaron, me dijeron que pod�a recoger a mi mujer pues ya no necesitaban hoy de
nuestros servicios, la faena hab�a terminado. Baj� al ruedo a recoger la ropa
sucia y rota de mi mujer, la vest� como pude, pues ella estaba agotada y nos
fuimos.

Creo que esta ha sido la primera vez �y la ultima que logro
convencer a mi mujer para algo as�.

Sum12cm

Puedes escribirme a
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO