Transcurrieron las fiestas navide�as en familia, muchos
regalos un buen clima de hogar y mucha diversi�n. Llegado el mes de enero nos
ir�amos de vacaciones al campo como acostumbr�bamos siempre los tres, mi madre,
mi padre y yo.

La vida de campo siempre me ha gustado, puedes hacer de todo
desde descansar solamente hasta comprometerte con el trabajo de la hacienda, la
casa era amplia, con un gran tanque donde se acumulaba el agua que se saca del
pozo y te puedes ba�ar y a unos trescientos metros est�n los establos donde la
gente que all� trabaja prepara sus tareas y se guardan los implementos y
herramientas.

Hacia el otro lado, a unos ciento cincuenta metros la casa
del capataz y peonada (empleados del campo), all� la esposa del capataz se
encarga de la comida diaria que casi siempre son comidas t�picas regionales.

Pues bien, partimos el 3 de enero para el campo con mis
padres, en el viaje programamos las m�nimas actividades que nos gustaban y tras
el largo recorrido en la camioneta llegamos por la tarde donde nos esperaban
todos con mucha impaciencia y alegr�a.

Enseguida nos acomodamos en la casa y a la noche cenamos con
el capataz y su esposa para que mi padre recibiera las novedades de la
producci�n del campo y como estaban all� las cosas y temprano nos fuimos a
dormir todos.

Los d�as siguientes transcurrieron con normalidad, recorrimos
la hacienda a caballo, realizamos faena de carnes y la fabricaci�n de quesos
caseros, nos ba�amos en el estanque del agua e, incluso, un par de d�as pasamos
de puro encierro por una tormenta enorme que no nos dejaba salir de la casa.

Como a la semana de estar all� mi padre tuvo que volver a la
ciudad por unos d�as por las actividades de la empresa que lo requer�an y nos
quedamos en el campo solos con mi madre.

Al segundo d�a de partir mi padre decidimos con mam� ir a dar
una vuelta a caballo y nos dirigimos hacia los establos para ensillar rumbo al
paseo pero al llegar todo cambio.

Entramos por la puerta doble del frente y sentimos ruido en
el interior. Nos acercamos hacia el lugar de los ruidos que era uno de los boxes
donde estaban guardados los caballos y al asomarnos vaya sorpresa.

El padrillo que usaba siempre mi padre hab�a quedado suelto y
se estaba montando a una yegua que usa el personal en su trabajo. Era todo un
espect�culo la imagen de los caballos en esa actividad y tanto mi madre como yo
nos quedamos de una pieza como piedras mir�ndolo.

Ninguno de los dos dec�a nada, permanecimos est�ticos all�
viendo lo ocurr�a y de inmediato comenc� a excitarme con la vista que ten�amos
del primer plano de los animales. El padrillo ten�a su verga completamente
erecta y creo que sus dimensiones eran de unos 50 � tal vez 60 cent�metros. de
largo y tan gruesa como una ca�er�a y parado sobre sus patas traseras ensartaba
a la yegua que mansamente estaba atada all� mientras le mord�a el cuello y
relinchaba resoplando por la nariz.

Ninguno de los atinaba a moverse ni dar comentarios de la
escena pero, tampoco nos apart�bamos de all�, ni siquiera lo intentamos tampoco.
No se cuanto tiempo paso, si mucho o poco, pero al rato giro mi cabeza para ver
a mi madre que estaba parada a mi lado y la vi all� en todo su esplendor.

Nunca antes la hab�a visto como una mujer, s�lo era mam�, mi
dulce y cari�osa madre pero ahora, ella estaba ah� con sus pantalos de jean, su
camisa blanca, su cabello oscuro suelto mirando fijamente la escena y con su
boca entreabierta como en gesto de asombro.

La mire con detenimiento y note que se estaba excitando con
la escena animal que transcurr�a frente a nuestros ojos y note como sus pezones
se marcaban bajo la camisa blanca y como con nerviosismo frotaba sus palmas de
ambas manos por las caderas y pernas como quien se seca las manos.

Yo estaba ah�, con mis pantalones de campo y una remera y
zapatillas y la erecci�n que me hab�a provocado todo eso formaba una carpa en
mis pantalones que era inocultable y temiendo que ella me viera del mismo modo
que yo lo estaba haciendo, suavemente me corr� por instinto hacia atr�s
alej�ndome de su �ngulo de visi�n hasta quedar viendo todo desde atr�s.

Volv� a mirar al frente y el padrillo estaba en su mejor
momento de la cogida, daba estocadas cada vez mas r�pido dentro de la vagina de
la yegua y aquella mov�a sus ancas y daba cada tanto una patada hacia atr�s en
clara se�al de que esa herramienta era lo suficientemente grande y fuerte para
que la sintiera en su interior.

En eso est�bamos con mi madre mirando cuando instintivamente
y no se como siento la cercan�a del cuerpo de ella al m�o y eso aumento mi
excitaci�n al m�ximo. Tan s�lo las palabras de mi madre me volvieron a la
realidad en ese momento cuando dijo: "Dios, nunca hab�a visto algo como esto".

Yo tuve que pensar lo que hab�a oido, porque entre la escena
y el cuerpo de mi madre cerca estaba como en el limbo y le respond�, "Ni yo
mam�" y ella entonces se r�o con nerviosismo.

No sabia que hacer en ese instante, estaba empalmado como
nunca, viendo una porno animal frente a mis narices en vivo y directo y el
cuerpo de mi madre cerca del m�o y sent� el impulso de tocarlo y lo hice.

Estire mi mano derecha hacia sus caderas, casi como tom�ndola
de la cintura y s�lo la apoye ah� y de inmediato sent� su reacci�n al roce
corporal, pues ella con su mano izquierda pas�ndola por frente a ella se puso
sobre la m�a. Inm�viles quedamos varios segundos en esa posici�n, ambos mirando
al frente y nada mas.

No se de donde saque fuerzas y jale mi mano de sobre sus
caderas un poco acerc�ndola a mi y ella s�lo se deslizo hasta que estuvimos
pegados uno con el otro, ella por el frente y yo desde atr�s mirando sobre su
hombro.

Eso me llevo a cerrar los ojos fantaseando con el momento y
al no poder ver sent� el sonido de la respiraci�n algo agitada de mi madre por
todo lo que pasaba en ese momento. Mi dios, que placer oirla casi gemir de ese
modo, ah� y junto a mi, no me lo pod�a creer, jam�s me hubiera imaginado algo
como eso ni en la mejor de mis fantas�as sexuales.

Fueron tan solo unos segundo en esa posici�n pero era la
gloria infinita en mi interior. Note las manos con sudor de mi madre tocando la
mia y como sus dedos se mov�an sobre mi mano con nervios y no se quedaban
quietos y me dije, esta es mi oportunidad, si no es hoy, no ser� jam�s lo que
pienso y me aventure a cruzar ese l�mite de lo prohibido.

Tan solo mov� mi rostro para adelante hasta quedar a la
altura de su cuello mientras que ella manten�a la vista en los animales y ah� la
bese, suave, tiernamente, solo posando mis labios en su piel y percibiendo la
fragancia de su cuerpo. Dos, tres, tal vez cuatro segundos y me aleje. De
inmediato sent� la respiraci�n de mi madre que dio un suspiro y nada m�s.

Ah� me di cuenta que no ser�a rechazado, la barrera que
separaba estaba franqueada y que todo podr�a ser ah� mismo. Tom� con mi otra
mano el cuerpo de mi madre junto al m�o por su cintura mientras ella sosten�a mi
mano del otro lado y me pegue a ella y ella me dejo hacer sin hablar y la volv�
a besar mas largo.

Al dejar de besarla y erguir mi cabeza la vi. Ella estaba
inm�vil, su cabeza levemente reclinada para atr�s y sus ojos que antes miraban
los animales ahora estaban cerrados y en su cara se notaba el brillo de
disfrutar y gozar el instante.

Sin perdida de tiempo dirig� mi boca a la suya y puse mis
labios sobre los de ella. Primero solo fueron mis labios tocando los suyos y un
par de segundos despu�s saque mi lengua y comenc� a recorrerlos de un lado a
otro con suavidad humedeci�ndolos y ella s�lo abri� su boca y me dejo entrar
hasta sentir el contacto con su lengua.

Ah� est�bamos, madre e hijo, bes�ndonos como dos amantes y
nunca antes hab�a cruzado esto por mi pensamiento pero el instinto es mas fuerte
y aumente el ritmo para seguir bes�ndola con pasi�n, hambre y calentura mientras
ella s�lo se reclinaba mas sobre mi hasta sentir el contacto de mi verga sobre
sus nalgas.

Fue un beso incre�ble, mientras sent�a su lengua devorar la
m�a solt� su cintura y sub� mis manos por delante hasta tomarla por los pechos.
Eran deliciosos, bien carnosos, no muy grandes pero si bien firmes y lo mejor,
pod�a sentir los pezones que se quer�an salir de debajo de su brasier
completamente duros.

Lo que est�bamos por hacer no ten�a paso atr�s y comprend�
que ninguno de los dos quer�a detenerse entonces.

Deje de besarla y sin soltar su cuerpo la gira un poco hacia
mi para verla de frente y nos miramos a los ojos y dije: "Mam�, cuanto te amo" y
ella sonri� mostrando todos sus dientes blancos y dos hoyuelos en sus mejillas.

Fue ella la que tomo ah� la iniciativa y me llev� de la mano
hasta los fardos de pasto de alimento de los animales del establo y ah� me hizo
recostar coloc�ndose a mi lado y seguimos bes�ndonos.

Su cuerpo junto al m�o, su boca devor�ndome y mis manos que
ya no se pod�an quedar quieta introduci�ndose por bajo la camisa para acariciar
sus magnificas tetas. La erecci�n que todo esto me hab�a provocado literalmente
me dol�a.

Ella comenz� a desvestirme y yo a ella. Las camisas fueron a
dar al piso en menos de lo que canta un gallo, su brasier quedo bajo nuestros
cuerpos tan r�pido que ni cuenta nos dimos de eso, nos descalzamos usando los
pies y mientras tanto nos bes�bamos como dos adolescentes en su primer sesi�n de
sexo.

La ayude a quitarse sus pantalones de jean y quedo con sus
calzones negros y tambi�n se los quite con premura. Ella se tomo un instante y
me ayudo con mis pantalones de campo y junto con ellos me saco el boxer
dej�ndome totalmente desnudo, recostado sobre los fardos de pasto y con mi
erecci�n de 19 cent�metros como un m�stil apuntando al techo.

En su movimiento de soltar los pantalones y volver hacia mi
se abalanz� sobre mi verga y tom�ndola con ambas manos la introdujo directamente
a su boca para comenzar a mamarla. Sent� como la introdujo toda hasta su
garganta y luego, lento y sabore�ndola la fue quitando hasta soltarla con un
sonido estridente y la volvi� a meter.

Comenzo con sus manos un movimiento de paja sobre mi pene y
mientras tanto jugaba con su lengua en el glande para luego chuparlo con fuerza.
La solto levemente de entre sus dedos y la recorri� con su lengua hasta llegar a
los huevos y, uno a uno, se los puso en la boca para comenzar a mover la lengua
con ellos dentro.

Nunca me hab�an hecho eso mis novias y la verdad que es una
descripci�n indescifrable, ni el mejor relato dar�a cuenta de la realidad de ese
instante y s�lo puedo decir que "MAMA TE LA CHUPA COMO NINGUNA OTRA MUJER".

Yo estaba a mil y ya no aguantar�a mucho y le dije: "Mam�, me
vas a hacer terminar si segu�s" y ella me miro, sonri� y dejando de hacer lo que
hacia se trep� a mi como un felino caminando a cuatro patas hasta quedar justo
uno sobre el otro y nos besamos mas.

Yo tome sus nalgas y comenc� a acarici�rselas, a hurgar con
mis dedos en su interior yendo y viniendo entre su culo y su sexo que estaba tan
mojado y chorreante como jam�s me lo imaginar�a.

�ramos puro instinto, ella se fregaba junto a mi rozando su
cl�toris sobre mi verga y pelvis. Mientras tanto yo le abr�a sus nalgas y la
pegaba con mas fuerza a mi y esa sensaci�n de ansiedad y deseo me tenia loco y
de un movimiento r�pido la gire para ue ella fuera por abajo.

Mi verga en ese movimiento se quedo calzada a la entrada de
su vagina y aunque me hubiera gustado darle una chupada para hacerla correr, mis
instintos animales me llevaron a clavarme dentro de ella sin mas miramientos.

Ella abri� m�s sus piernas y yo tome impulso para la
penetraci�n y entonces sent� sus manos sobre mis nalgas empuj�ndome hacia
adentro, llev�ndome a sus entra�as y all� son� por todo el ambiente un grito de
ambos "AHHHHHHHGGGGGG".

Sent� el calor de su vagina abrazando mi verga que para mi
era como un fierro al rojo vivo y la humedad abundante de su sexo ayudo el
movimiento para que en un instante estuviera en el lugar de mis origines, el
interior de mama, el lugar a donde todos desean alguna vez regresar, sea por su
seguridad y calor o como yo en ese instante, porque la amaba tanto que no pod�a
expresarlo de otro modo m�s que cogi�ndola como una feroz bestia animal sin
raz�n.

Las manos de mam� me indicaron que me comenzara a mover
dentro de ella y as� respond�, eran estocadas largas, pausadas, llegando bien
hondo cada vez y al ensartarle todo mi miembro era la voz de ella con sus
gemidos que me mostraban el camino de que estaba haciendo lo correcto.

Los ruidos de relinchos y movimientos de los caballos en ese
instante se incrementaron haciendo notar que estaba el padrillo corri�ndose
sobre la yegua y eso me excit� mas, fue como si mi orgullo me pidiera no ser
menos que aquella bestia y levant�ndome un poco sobre la palma de mis manos
coloc�ndolas por debajo de las piernas de mi madre y haci�ndoselas flexionar
comenc� a embestirla como un poseso.

Ella me dejo hacer y se dispuso a recibir todo el placer que
le brindaba, cerro sus ojos y mordiendo su labio inferior gem�a cada vez m�s
fuerte. Mis embates eran como nunca, casi parec�a un taladro que trepana la
madera y la clama que sucedi� tras el estruendoso final de los caballos fue
quebrada ahora por nosotros dos en esta cogida monumental.

Tome las piernas de Mam� por detr�s de sus rodillas y se las
hice flexionar sobre su pecho quedando ella hecha casi un bollo y yo, con mis
piernas y caderas cada vez le daba con mas fuerza y vigor.

Fueron embestidas cortas, r�pidas, profundas, no se cuentas
pero no mas de diez o quince y casi aullando le dije: "Mam� te acaboooo" y ella
me tomo de mis gl�teos y me introdujo bien a fondo esperando recibir ah� mi
esperma.

El orgasmo me llego como un rayo que partiera en dos, estallo
directamente desde mis entra�as en mi cabeza y cre� por momentos que perd�a la
conciencia de todo lo que suced�a y s�lo comprend� la majestad de ese instante
cuando o�a a mi madre decir.

"SI HIJO, SIIII, ASIIIII DALE TODO A MAMAAAAA" y ella tambi�n
termin� ah� e un orgasmo con convulsiones, tensionando sus piernas y clavando
sus largas u�as en mis carnes hasta hacerme doler en forma deliciosa.

El momento adem�s de glorioso fue interminable. Agitado quede
recostado sobre el cuello de mi madre intentando recobrar la respiraci�n
mientras ella me repet�a "Te amo, cuanto te amo mi ni�o" y s�lo se produjo un
silencio sepulcral cuando me levante y nos volvimos a besar con pasi�n.

Ya m�s relajados ella sigui� acariciando mis nalgas y espalda
mientras sus piernas volvieron a posarse sobre los fardos de pasto y yo la
abrazaba por la cintura. Nos besamos hasta cansarnos, nos d�bamos caricias
mutuas y ninguno dec�a nada.

Intente hablar en ese momento y balbucee: "Mam�, yo ...." y
ella me interrumpi�: "Mam�, nada. C�llate y disfruta este momento". Hice
silenci�, no sab�a que nos pasaria luego pero no quer�a que eso terminara jam�s.

Ella me coloc� de espaldas en el pasto y volvi� a chuparme
otra vez como antes. Ya algo mas relajado me extasi� vi�ndola comerme la verga,
su rostro blanco y radiante, su cabello que por momentos lo cubr�a, sus ojos
entrecerrados, las manos acarici�ndome los huevos o pajeandome, que visi�n fue
eso, como si un milagro (que de hecho lo era) ocurriera ah� mismo ante mis ojos.

Cuando ya la tenia bien dura otra vez, ella se corri� a un
lado, tomo mi mano y me jalo con fuerza para hacerme poner de pie y me dijo:
"Ahora dame a mi como le dieron a esa yegua" y yo me fui por detr�s y se la
clav� sin miramientos ni demoras.

La tom� por las caderas, le abr� sus nalgas un poco y coloqu�
mi verga a la entrada de su sexo que soltaba nuestros jugos de un instante
antes. Fue ella la que con un movimiento de sus piernas y cadera se dejo venir
para atr�s cuando yo comenzaba la penetraci�n y con violencia inusitada e
inimaginable en ella vi su sexo tragarse el m�o por completo.

Ella comenz� a darme las embestidas, cada vez con mas �mpetu
y yo solo acariciaba sus nalgas y caderas mientras acompa�aba el movimiento con
mis caderas. Fue ah� que se me ocurri� jugar con su ano y ella lo recibi� bien.
Coloque mi dedo pulgar sobre el hoyo y frote sintiendo como le lat�a, se
expand�a y contra�a y quise meterlo.

Lo vi entrar sin ning�n inconveniente y mi el rostro de mi
madre, feliz mirando como uhijo la embest�a por detr�s y sonriendo aprobando
todo lo que hacia. Pense: Mi dios, a mi madre le gusta por el culo".

Saque mi dedo, humedec� en saliva otro y sin dudar se lo met�
tambi�n y ella reaccion� levantando mas el culo para permitir que entrara ese
dedo. Eso me dio el coraje para intentarlo y saque mi verga chorreante de
nuestros jugos y la apoye en su ano al quitar mi dedo. Sent� la mano de Mam� en
mis caderas y su voz son� suave como algod�n. "SI BEBE, DAMELO POR AH� QUE ES
TODO TUYO".

Me deje llevar y embest� como si fuera su sexo haciendo que
entrara la cabeza y hasta la mitad del tronco y ella pego un grito descomunal
que s�lo ahogo con su mano mordi�ndose. Volv� a empujar y entro todo el rabo en
su culo y me quede un instante as� pudiendo sentir como el esf�nter apretaba mi
sexo sin alcanzar aun una dilataci�n suficiente y casi me lo ahorcaba.

Ella se relajo y su culo tambi�n y me dijo: "MOVETE BEBE,
COGELO" y yo comence el mete y saca, lento primero para sentir la presi�n del
esf�nter y luego aumentando el ritmo conforme ella me fue gu�ando.

Fueron los diez minutos de m�xima gloria en mi vida, mi madre
ah� entreg�ndome el culo, empujando como una yegua para recibir la verga de su
amante, gimiendo, pidiendo m�s verga, diciendo palabras fuertes, resoplando y
volviendo a gemir y yo, completamente desquiciado, me mov�a atr�s de ella como
el piston de un motor de combusti�n acelerando y aumentando el ritmo cada vez.

"MI DIOS, ME PARTIS BEBE" dec�a. "QUE HIJO DE PUTA, CLARO CON
ESTA PUTA, SI SOS MI PROPIO HIJO", "MAS, QUIERO MAS, LA QUIERO TODA,
DAMEEELAAAA".

Era tal el ruido y desorden que se armaba que de seguro eran
ahora los caballos los que observaban nuestra escena. Yo no resist� m�s y le
anuncie mi orgasmo y ella me pidi� que fuera yo abajo.

Me hizo recostar en los fardos otra vez, se subi� d�ndome la
espalda y sola tomo mi verga para meterla otra vez en su culo y comenzar a
cabalgarme. Vi entrar mi verga en su ano y ella en posici�n como de cuquillas
sobre mi comenz� a subir bajar de una manera deliciosa. Al llegar al tomo de la
parte superior, literalmente se dejaba caer clav�ndosela toda otra vez y lo
repet�a.

No resist� y comenc� a soltarle mis leches en su culo y ella
ah� tomo un movimiento distinto, empujando para abajo en lugar de subir,
empujaba cada vez mas y aferr�ndose a mis rodillas acabo con un estridente
"AAAHHHGGGGG, AHHHHHAAA SIIIIIII, SIIIII LLENAME EL CULO DE LECHE BEBE" y eso
hice.

Aun habiendo acabado ella segu�a movi�ndose y teniendo
peque�os orgasmos como espasmos cada momento, recuerdo haber contado que eso lo
hico cinco veces y s�lo despu�s de la ultima se movi� dejando salir mi verga que
ya estaba algo mas fl�cida y casi se sal�a sola de su culo.

Se acerco a mi, me beso con ternunra, casi como si nada
hubiera pasado entre nosotros y me dijo: "Vestite, vamos para la casa" y nos
vestimos en silenci�, tal como hab�a empezado todo estaba concluyendo. Nos
acomodamos la ropa, controlamos el lugar y salimos en direcci�n a la casa.

Caminamos los trescientos metros que separan la casa de los
establos bajo el sol de la tarde, uno junto al otro y al verla pod�a ver a una
mujer hermosa, satisfecha y radiante que brillaba tanto como el astro rey casi
hasta eclipsarlo.

Entramos en el mismo silencio en la casa y no se si por temor
o porque no hab�a palabras en ese momento. Ella se encamin� a su cuarto y yo me
desvi� para la cocina. Ella no todo y de inmediato sentenci� con voz firme:
"DONDE VAS? VENI CONMIGO QUE AUN NO TERMINO CONTIGO MUCHACHITO" y yo le obedec�
caminando tres pasos detr�s de ella.

Pens� que al entrar se desatar�a el terror, vendr�an las
reprimendas, la charla moral y esas cosas. No fue as�, no se�or, no fue as�.

Me tiro sobre la cama, se puso sobre mi, me mir� a los ojos y
me dijo: "NI UNA PALABRA A NADIE PORQUE SI LO DECIS TE MATO" y tras un breve
silencio, concluy� "ESO ADEM�S DE QUE SI LO HACES, ESTO SE TERMINA Y NUNCA MAS
ME VAS A TENER, ENTENDES". Solo atin� a responder "SI MAMA, SI ENTIENDO" y ella
comprendiendo que aun segu�a siendo la madre, el adulto, la autoridad con su
hijo, volvi� a besarme mientras me quitaba otra vez los pantalones para seguir
lo que hab�amos comenzado en el establo hasta que volviera mi padre.