Relato: Mi primera vez: Omar





Relato: Mi primera vez: Omar

Soy esbelta, tez clara, con ojos de color caf�, mis senos son
regulares, ni grandes ni chicos, mis caderas son discretas y tengo casi 22 a�os,
mi novio me hab�a pedido que fuera suya, lo cual rechac�, no cre�a que mereciera
aun una muestra de amor semejante. Esto ocurri� el a�o antepasado.


En la noche anterior tuve un sue�o en el que deseaba ser
"apapachada." Al despertar escuch� ruidos en la cocina. Deb�a ser Omar, mi
hermano, alto, delgado y guapo con 17 a�os acuestas; siempre se levanta
temprano, a�n los s�bados y domingos. Me fui al tocador antes de bajar. Esa
ma�ana no hab�a nadie m�s que nosotros, mis padres hab�an salido temprano a la
Sierra de Lobos a visitar unos amigos, lo hab�an comentado la noche anterior.
Con ese estado de �nimo baj�.


�l estaba frente a la estufa, preparando algo para desayunar,
estaba sin camisa, descalzo, y con un short viejito. Buscando asustarlo sin
hacer ruido me fui acercando. Pero �l me sinti� y, volteando, sonri� y dijo:
Hola �Qu� tal dormiste? Le bes� en la mejilla y me pare a su lado. "M�s o menos.
Estuve algo inquieta. �Y t�?" "Bien. Ya sabes que duermo a pata suelta". "�Qu�
estas haciendo", le dije, al tiempo que con mi mano lo tomaba de la cintura
desnuda. "Fri� frijoles, sabes que me encanta desayunar frijolitos. Ya prepare
fruta y el caf� est� listo. Solo faltabas t� para que desayunar". Entonces su
mano me tom� de la cintura.


Yo hab�a bajado con una vieja playera casi transparente, sin
sost�n y sin calzones, pero con un short, parecido al de �l. Ambos fijamos la
mirada en la cazuela de los frijoles y las manos del otro en nuestras
respectivas cinturas. Me sent� tierna, y reclin� mi cabeza sobre su hombro
desnudo. Entonces �l, tiernamente bes� mi frente. Suspir� y cerr� los ojos
relaj�ndome. Esto ten�a mucho que ver con esa sensaci�n de seguridad y cari�o
que emanaba del calorcito su cuerpo, y tambi�n con el olor que se desprend�a de
su piel. Ya conoc�a ese olor, pues mi familia es muy apapachadora, y sin
embargo, esa ma�ana, era especial, como si fuera un perfume que alertaba mis
sentidos. Volte� a verlo sin despegar mi cabeza de su hombro. El perfil tan
conocido, me pareci� soberbio.


Ten�a una incipiente barba de candado, su pelo crespo estaba
todo revuelto. Me estremec�, sin saber el porque de esa inusual sensaci�n. Unos
segundos despu�s, comprend� se deb�a al considerar sumamente atractivo, a este
hombre en cuyo hombro descansaba mi cabeza. Y volv� a suspirar, sintiendo que mi
sonrisa se ampliaba por la satisfacci�n que sent�a al estar con �l. Y, sin
pensar en nada, tom� la mano que estaba en mi cintura para sentirla m�s en mi
vientre. Los dedos se movieron haciendo una caricia, la cual aument� mi
estremecimiento y mis suspiros. �l volvi� a besar mi frente, pero esta vez el
beso se prolong�.


Este hizo que aumentaran las sensaciones que despertaba y, al
mismo tiempo, me hac�a olvidar cualquier otra sensaci�n. �l apret� su cuerpo
contra el m�o, y mi mano libre fue acariciar su pecho. En ese momento yo no
pensaba, solo sent�a. Su mano que estaba en mi est�mago, aument� el movimiento
acariciador de los dedos y la otra acarici� mi rostro con mucha suavidad y
ternura, sin que el beso cesara. Sent� que mi aliento estaba m�s caliente y que
mi respiraci�n aumentaba de frecuencia. Se escuchaba el suave frote de las manos
acariciando al otro. Su mano con �gil movimiento hizo que uno de sus dedos se
metiera en mi ombligo, caricia que casi me hace saltar, pero que me hizo sonre�r
complacida, disfrutando la intimidad de las caricias mutuas. Sent� que su
aliento y respiraci�n se solidarizaran con los m�os aumentando su calidez y
frecuencia. La mano en mi rostro se apart�, lo que hizo que mis ojos se abrieran
como para buscar la raz�n del abandono.


Pero s�lo iba a apagar la estufa. Cuando regres�, me tom� del
ment�n y oblig� a mi rostro a levantarse, aunque continuaba con los ojos
cerrados. Luego, permiti� que mi cara descendiera para volver a la calidez del
hombro y al olor que anhelaban mis sentidos. Entonces mi mano ascendi� para
acariciar su rostro, lo que me produjo nuevas sensaciones. Sensaciones que se
incrementaron, cuando mis dedos delinearon el contorno de sus labios, y se
estremec�an al sentir la aspereza suavidad de su barbilla. Mi mente continuaba
ausente, y mis sensaciones en aumento. Mis suspiros eran jadeos. Mis ojos
continuaban cerrados, queriendo evitar que se rompiera el acercamiento tan
hermoso e �ntimo de ese instante. Sent� la punta de su lengua saliendo de su
boca pos�ndose en mi frente. Y quise sentir su boca. Gir� mi cabeza en su busca.
Mi boca la encontr� apenas un poco m�s all�, y se prendi� a los labios sentidos
por mis dedos. �l suspir� fuerte, e hizo un movimiento para que nuestros cuerpos
quedaran frente a frente, sin retirar su boca de la m�a. Sus brazos me rodearon,
e hice lo mismo con los m�os apret�ndolo para sentir su torso con mis senos con
los pezones ya erectos. Fue entonces cuando su lengua penetr� en mi boca.


Y apret� sus labios abiertos como para impedir que su suave y
c�lida lengua se fuera a arrepentir de sus intentos acariciantes. Mi lengua ya
sent�a la otra, el exquisito dulzor de su saliva, y su c�lido aliento que se
mezclaba con el m�o. Sus manos mesaron mi pelo, y luego acariciaron mi espalda
de una manera sensual, tenue, delicada y tibia. Mis u�as, inexplicablemente, se
clavaron en su espalda. Y como los dedos bajaron m�s all� del el�stico de su
short, mis manos se metieron hasta apresar las nalgas, las cuales se contrajeron
al sentir el contacto de mis manos como dici�ndoles que estaba gozando,
disfrutando la caricia. Mis dedos apretaron el bot�n reci�n descubierto y
atrajeron el cuerpo hasta pegarlo totalmente al m�o.


Entonces sent� algo duro que presionaba mi vientre; estuve
segura que no era su mano, tampoco un dedo, puesto que las manos andaban por mi
espalda buscando la manera de llegar hasta la piel oculta por la playera, �era
otra cosa?... Y por eso hice que mi lengua luchara fren�tica con la otra, y que
mis dientes mordisquear�n los labios de la boca portadora esa lengua que tanto
estaba excitando a mi lengua, todo mientras mi boca se frotaba contra la otra
boca. Entonces, las manos ajenas pudieron separar la playera de la piel y
recorrieron toda mi espalda, haciendo que esas manos avanzaran hasta llegar a
mis nalgas y las aprisionaran como las m�as hac�an con las otras nalgas.


Y esas manos me apretaron. Por eso la dureza que presionaba
mi vientre, se hizo m�s evidente y m�s estremecedora. Sus manos empezaron a
acariciar con mucha dulzura mis nalgas, como queriendo que esa caricia tuviera
la intensidad suficiente como para que las sensaciones, que como oleadas de
calor me recorr�an de la ra�z de mi pelo hasta la punta de mis pies, se hicieran
m�s intensas, y que al mismo tiempo me hicieran sentir todo el cari�o, el amor
que esa caricia implicaba. Pero yo ansiaba m�s y m�s sensaciones como las que
hasta ese momento sent�a, y por eso sent� la necesidad de frotar mis senos
contra su pecho. Y lo sent� espl�ndido, sabroso, excitante.


Pero insuficiente, porque la tela de mi playera imped�a que
el contacto de nuestras pieles fuera directo. Y por primera vez mi cuerpo se
separ� del suyo y mis manos abandonaron sus tesoros, s�lo para hacer saltar la
playera y luego, lanzarla al infinito. Y entonces s�, mis senos se regodearon
frot�ndose contra ese t�rax. Mis pezones casi estallan de placer, que se vio
incrementado por los fuertes jadeos que la garganta de mi hermano dejaba escapar
sin interrupci�n. Entonces las manos apretaron con fuerza, hasta producir un
dolor exquisito a mis nalgas.


Y fueron estas las m�s audaces, porque estiraron el el�stico
de la cintura para iniciar un r�pido retiro de la estorbosa prenda, que mis
piernas ayudaron a que fuera retirada levant�ndose primero una y luego la otra.
Y mis manos, imitadoras, hicieron lo mismo con el el�stico del otro short. Las
piernas ajenas imitaran los mismos movimientos que las m�as hab�an realizado
para que fuera expulsado. Entonces, �lo sublime! Sent� en toda su extensi�n y
dureza, la erecci�n galopante que se apretaba contra mi vientre. Y al mismo
tiempo sent� las contracciones de mi vagina, que llevaron a mi conciencia la
presencia de la intima humedad, que ba�aba mis muslos haci�ndolos muy sensibles
a los movimientos de uno contra el otro. Aterrada, sent� que su boca, me
abandonaba, mi pavor era que se fuera para siempre. Pero no fue as�, solo fue a
lamer mis senos, a mordisquear levemente mis pezones para despu�s engullirlos,
mam�ndolos como si fuera un bebe.


Yo no dejaba de jadear y gemir, al tiempo que sent� un
estremecimiento fant�stico que pude interpretar como un exquisito orgasmo, que
se acompa�� de la expulsi�n de l�quidos desde mi virginal vagina. Y la boca se
aplic� en la mamada que daba a mis bubis ya extraordinariamente sensibles,
mientras las manos que andaban por mis nalgas las abandonaron para hurgar entre
mi vello p�bico. Tuve que echar atr�s mi cabeza, sacudida por un nuevo orgasmo
que casi hace que mis piernas se negaran a seguir sosteni�ndome. Al hacer que mi
cabeza diera libre salida a mis gemidos, propici� que su erecci�n me hiciera
sentir su propia humedad. Por eso mis manos anhelaron sentirle enhiesta, ellas
se dirigieron a la potente erecci�n y ambas la tomaron con cierta fuerza, para
despu�s empezar a moverse con dulzura, con mucha ternura, sobre toda su
extensi�n. Omar suspiraba, pero no pod�a, a�n, igualar mis suspiros de placer.


Y los dedos que antes se enredaban con mis cabellos,
incursionaban entre mis delicados labios vaginales. Un fuerte orgasmo me sacudi�
cuando, sin saber porqu�, vi c�mo pasaba los dedos sobre mi abertura y luego los
chupaba con pasi�n y deleite. Mis manos iban de arriba abajo, haciendo que el
suave capullo se deslizara dej�ndome ver la brillante y enorme punta cicl�pea.
Su boca regreso a continuar mamando mis bubis, y yo me retorc�a de placer
sinti�ndolas en todo su esplendor. Entonces, para mi sorpresa, me levant� en
vilo, para depositarme sobre la cubierta de la mesa sin importarle tirar lo que
hab�a sobre ella. Qued� con las piernas abiertas.


Vi con enorme placer, como extasiado contemplaba mi belleza
m�s �ntima. Luego sent� sus manos acariciando con gran ternura mi vientre y
piernas, para luego jalar levemente mis vellos, y con sus dedos recorrer tanto
la piel como la abertura que vert�a m�s jugos vaginales. Tuve otro poderoso
orgasmo, que se prolong� al infinito cuando su boca fue a anidarse sobre ella.
Pero no para permanecer pasiva, sino para poner la lengua a lamer, sus labios a
chupar los finos labios, y sus dientes a morder con infinita ternura todo lo
mordisqueable que se encuentra en esa bendita zona, mamada por una boca
inexperta, pero tierna y cari�osa. Vol� por todos los confines del universo con
la tremenda y amorosa mamada que me daba. Sent� un orgasmo tras otro, todo en
medio de grandes ayes de placer, de desmedido placer que la lengua, los labios y
los dientes me estaban dando. Yo creo que mis gritos, sumados a las caricias que
mis manos hac�an sobre la erecci�n hicieron se encogiera al tener su primera
eyaculaci�n y sus primeros gritos francos, abiertos, plenos de placer. Sent�a
que me derret�a, que mor�a a cada leng�etazo, a cada nueva chupada, a cada nueva
andanada de mamadas que la incansable lengua y boca me daban. Su �rgano apenas
si perdi� algo de rigidez, porque mis manos volvieron a acariciarlo con ternura,
con mucho amor. En segundos, estaba tan duro como antes de la eyaculaci�n, que
me hab�a ba�ado toda desde el rostro, hasta los muslos, pasando por mis chichis.


Durante todo ese tiempo y el sinn�mero de orgasmos tenidos,
permanecimos sin decir palabras, solo nuestros gemidos de placer resonaban en la
cocina. Ni siquiera pens�bamos en que nuestros padres pudieran llegaran y
rompieran nuestra pasi�n. Sin que mi �ltimo orgasmo terminara, sent� que su
miembro abandonaba mis manos y era tomado por las suyas. Intrigada abr� los ojos
para ver lo que pasaba. Entonces vi, con enorme placer, que lo dirig�a a mi
abertura y, de inmediato, sent� su candente punta apoyada en la entrada de mi
vagina. Me estremec�, pero no de miedo, sino del enorme placer que sent�a porque
supe en ese preciso momento, que esa hermoso falo se iba a enterrar muy dentro
de mi.


Suspir�, y abr� la boca para sacar mi lengua y llamar con
ella a la otra boca que estaba entreabierta y con la lengua lamiendo sus labios
a falta de mis labios vaginales. Y vino la boca para besarme con ternura, para
hacer entrar su lengua que lami� con cari�o, suavemente la m�a, al tiempo que
sus nalgas empujaban la herramienta masculina, que empez� a luchar por
adentrarse profundamente en la gruta sagrada que con tantas ganas se le ofrec�a
y que con tanto placer le esperaba para aprisionarla y darle as� todo el amor de
que era merecedora.


Pero a pesar de lo lubricada que estaba tuvo que intentarlo
tres veces, ya que por su impericia o nerviosismo su pene no logro avanzar
sali�ndose dos veces, logrando su cometido a la tercera. Lo fue metiendo, yo
sent�a como avanzaba lentamente, como queriendo evitarme el dolor, el cual casi
no se present�. Ya que fui sintiendo esos avances con infinita pasi�n
incrementada por el deseo de sentirla en mi. Era enorme, al menos eso me
parec�a, pero la pude alojar, completa, dentro de mi c�lida concavidad.


Cuando sus test�culos chocaron con mis nalgas y labios
vaginales, el empuje se suspendi� y permaneci� est�tico, sin moverse, como
queriendo disfrutar al m�ximo el placer de haber entrado a mi vagina que
entremezclados rezumaba l�quidos y sangre. Pero yo sent�a ese falo pleno, duro,
tierno. Sensaciones que hac�an que mi orgasmo se hiciera m�s patente e
inacabable. Luego, poco a poco, como no queriendo apresurarse, inici� el
movimiento de sus nalgas que se acompa�aba con un entrar y salir r�tmico. Y fue
el para�so. El cl�max del placer, pleno de amor y pasi�n.


No s� cuanto dur� ese ir y venir de tan prodigioso miembro.
S� sent� varias veces que mi vagina se llenaba del semen que en potentes
eyaculaciones vert�a en ella. Estaba enervada, totalmente fusionada a �l.
Ocasionalmente escuchaba los gemidos de Omar como tratando de acallar los m�os.
Cuando su rostro se derrumb� sobre mi y su boca encontr� una de mis bubis, mi
orgasmo ininterrumpido dio un �ltimo salto al para�so. �l estaba exhausto. Mi
vagina se contra�a llena de placer, casi con desesperaci�n placentera. Y sent�a
que su pene se iba encogiendo al mismo tiempo que derramada la ultima descarga
dentro de m�, y esta manaba de la cueva horadada, formando toda una cascada que
ten�a la virtud de provocarme m�s placer. Y la sagrada boca continuaba mamando
mis bubis, cosa que hac�a que mi orgasmo continuara permanente. Por fin, mis
nalgas se pararon sin estar cansadas de moverse, y todo movimiento ces�.


No s� cuanto tiempo pas� para que nuestras respiraciones se
calmaran, y para que los gemidos dejaran de emitirse. Lo �ltimo que se apacigu�,
fue la salida de l�quidos c�lidos que escurr�an constante de mi cueva. Mis manos
acariciaban el torso liso y fuerte, y su boca no dej� la bubi ni un solo
instante, como si quisiera conservarla para la eternidad.


�l fue el primero en dar se�ales de vida. Levant� su rostro
a�n sudoroso, respir� profundo, mir�ndome con amor infinito, dijo:


- Fue... �divino! Me diste el cielo.


- �No te arrepientes?


+No, respond�, desde hace un a�o que te v� por primera vez
desnudo deseaba tener tu miembro en mis manos, recuerda que en diciembre
estuvimos a punto de ello pero lleg� mam� y no paso de un apasionado beso.
Adem�s Oscar (mi novio) me ha dejado ardiendo varias veces, pero no lo amo como
para ser suya.


+Y t�, hermano, �te arrepientes?


- No, desde que tengo 15 a�os he so�ado con este momento. Mis
novias han sido parecidas a ti. Nunca me hab�a pasado nada igual, solo el beso
que recuerdas �puedo arrepentirme de haber disfrutando con una mujer tan bella
como tu? Nada puede compararse con el placer que me has dado.


+�Me culpas?


-�C�mo puedo culparte? No soy un ni�o. Hoy, gracias a ti
entiendo que el amor se expresa tambi�n as�.


+�No importa que sea tu hermana?


-No. Adem�s, soy hombre, y tu mujer.


-Creo que no hay nadie que pueda tener el orgullo de haber
sido desvirgado y haber desvirgado a su querida hermana, ni que sea tan feliz
como lo soy ahora. Muchos lo sue�an, pero yo lo he hecho realidad.


+Y nuestros padres �No sientes que los traicionamos?


-No, ya que no fue algo planeado y no existe traici�n en esta
acci�n.


Despu�s de esto no volvimos a hablar del hecho pero a la
semana y por 15 d�as estuve preocupada ya que no llegaba mi regla. Al parecer �l
se percat� de ello, ya que me pregunt� que me pasaba, le dec�a que nada, ya que
yo era consciente de que lo que hicimos fue un error que pod�a tener
consecuencias graves, y yo era la culpable por ser mayor de edad,
afortunadamente aunque tarde mi menstruaci�n se presento lo que fue un gran
alivio.


(Hasta hace algunos meses pensaba que hab�a sido casual, pero
he relacionado otros eventos y creo que �l propicio las veces en que la toalla
se le ca�a o que la puerta del ba�o estuviera sin pasador y se mostraba desnudo,
sin embargo no me arrepiento de lo que ni siento ning�n recelo contra �l, es mas
me parece lo mas maravilloso que me ha ocurrido, pues me ha llevado a las
experiencias que ya he relatado)


Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .


Número de votos: 0
Media de votos: 0


Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta






Relato: Mi primera vez: Omar
Leida: 1240veces
Tiempo de lectura: 11minuto/s





Participa en la web
Envia tu relato







Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Encuestas

Afiliados



























tia relatos eroticosyerno verga truza mojadafollo a las pequeñas relato eróticorelato de me cojo a mi primita chiquititaorgia canina relatosFotos relato porno mi hija y yo en la playarelatos xxx de venezolanasque rica cuquita de nenita relatosrelato porno 9 a�itosIncesto con la abuela relatadosvideos porno erotico sexo apasionante virgeneszorras abuelasrelato erotico soy una madura que le gusta usar ropa transparenteRelatos xxx cojiendo chavitas de 6site:bdlol.ru prima mayorrelato erotico chantaheando a emmami hijita de 9 añitos relatollegaste del colegio hija xxxrelatos sexo prohibidorelatos porno me culie a mi compadrerelatos porno vecinitorelato erotico tia compartirRelatos eróticos pequeña cocainaRelato de como mi sobrino desvirgo el culo ricorelatos porno lesbicos entre madre he hija salvajesrelatos soy la puta de los amigos de mi maridole conpre calsoncitos a mi nina relatos eroticosenculada por mi ....relatos sexorelato porno d amor filialnenas sumisas relato eroticoMi tio me desrvigo porno historia eroticaRelatos porno amor filial familia adoptada bdlol.rume masturbo en las nalgas de mi suegra relatorelatos mi nietesitarelatos xxx con la hija de mi amigorelatos eroticos de incestoMe encanta k el profe me levante la falda enla secunddariawww.la leche del abuelo 2 relatos eroticos.comRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelato de sexo con mi tíarelatos eróticos me folle a mi primita y a sus amigasRelatos cojiendo con mama en el ranchorelato gay me cogi al juezrelato porno mi viejo vecinorelato rico con mi sobrinita, la vi desnudarelato vacacione con mamaMadre tetas grandes relatosRelatos transexual org�arelatos eroticas de papisRelatos porno de amor filial se me antojo mi madre relato mi papa me embarazorelatos porno abuelos nietasenanas sexorelatos eróticos - intercambio obligadoInfiel a la fuerza relato pornorelatos sexo vecinasrelato erotico aprendiendo a conducir gayViolacion brutal por varios relatos eroticosDesvirgue una jovencita relatosmi hermana vailarina relatos eroticosrelatos mecoji ala señora que me renta cuartoRelatos eroticos gratis el cura se folla auna monjarelato mi sobrino me folla como putaRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoshaoli me trajo a su hija relatos pornorelatos sexo nenerelato mi sobrino me rompio el ortorelato perdi la virginidad con mi TioRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos porno de tangas gayrelato cuñadita anal vergala putita de papa relatos pornoRelatos eroticos mi primera vez con mi padrerelatos xxx mijefe me coje y megustaRelatos eroticos de lesbianas misrelatos porno/relato2931_Luisin-(II).htmlrelatos eróticos El DESPERTAR DEL PLACER DE MI PEQUEÑA HIJA 5Relatos porno sexo con madurosrelato porno/ el parador