Yo contar�a con 12 � 13 a�os cuando aquella profesora lleg� a
mi colegio. A esa edad, uno comienza a interesarse mucho por el sexo opuesto y
su imaginaci�n no para de volar.
Ella estaba tremendamente buena y contar�a con unos 26 a�os.
Delgada, con unas tetas de un tama�o bastante considerable (hoy podr�a asegurar
que se trataba de un 100), un culo prieto y hermoso; ni gordo ni plano:
perfecto. Su cabello era color casta�o oscuro, rizado y "abultado". Sus ojos
eran marr�n-verdoso y su tez era blanca, pero no p�lida. Vamos, estaba como un
queso. Sin embargo, por aqu�l entonces, yo s�lo era un cr�o de 7� de EGB.
Una ma�ana de primavera, mientras nos estaba dando clase,
pude observar (estaba en primera fila) que, mientras escrib�a en la pizarra con
la mano derecha, se sujetaba la parte posterior de su ropa con la otra mano. Me
fij� bien y me di cuenta de que ten�a la cremallera del vestido rota de forma
que le quedaba la parte de detr�s abierta. �Joder! Ese d�a tuve mi primera
erecci�n (Yo era, como he dicho un cr�o). Me fij� bien(lo cierto es que no
atend� a nada m�s en la clase que, por suerte, era exclusivamente de introducir
materia; con lo que tendr�a la imagen de mi profesora d�ndome la espalda toda la
hora) y pude ver que el vestido se le abr�a muy t�midamente hasta la mitad del
culo. Prest� m�s atenci�n y vi unas bonitas bragas negras muy finitas que
contrastaban con su vestido floreado.
En la hora del recreo me fui al lavabo y descubr� lo que era
hacerse una paja. Pero mi suerte no hab�a terminado, escuch� c�mo unas llaves
abr�an la puerta del servicio de profesores. Como mi lavabo estaba adosado a
�ste, me aup� en el muro de separaci�n, muy sigilosamente, y mir�.
Lo que vi fue espectacular. Ella (pongamos que se llama
Montse; obviamente es un pseud�nimo para asegurar la intimidad de los afectados)
estaba desnuda, su vestido colgaba del perchero de su lavabo. Sus bragas negras
estaban bajadas hasta los tobillos y un sujetador del mismo color cubr�a sus
hermosas tetas. Pod�a apreciar, desde arriba, los rizados pelos de su Monte de
Venus.
Montse trataba de hacer de vientre. Comenc� a pajearme y, con
ello, comet� un grave error. Me evad� tanto de la realidad que comenc� a dar
golpes contra el muro en cada sacudida. Ella levant� r�pidamente la cabeza y me
pill� as�, con cara de tonto (tard� en darme cuenta de que me hab�a pillado,
pues estaba en otro mundo). Cuando quise reaccionar, ella ya se hab�a puesto el
vestido y estaba abriendo la puerta de su lavabo. Cuando yo sal� del m�o
corriendo, ella me cogi� de mi hombro y me llev� a su despacho.
A m� se me hab�a quitado la erecci�n de golpe y, realmente,
estaba aterrorizado.
Cerr� la puerta de su despacho.
- Como comprender�s esta situaci�n es tan embarazosa para m�
como para ti. Sin embargo, yo soy quien tiene la sart�n por el mango - todo esto
lo dec�a con una cara demasiado serena - y voy a tratar de evitar que nadie lo
sepa.
Yo respir� tranquilo, parec�a que me podr�a salvar de un
castigo seguro.
- No obstante, t� no vas a quedarte sin castigo-. Se gir� y
pude ver su vestido totalmente abierto por detr�s y, lo que era mejor, sus
bragas mal colocadas (retorcidas sin cubrirle medio culo tan siquiera),
mostr�ndome una raja preciosa y unos cachetes por los que hubiera hecho lo que
fuera. Me agarr� mi paquete que volv�a a resucitar.
Entonces, ella se gir� y me pill� in fraganti. Se acerc�
hacia m� con la cara, ahora, descompuesta, y me grit�:
- �Vas a pasar mucho tiempo aqu�, porque jam�s aprobar�s mis
asignaturas, imb�cil!
Dicho y hecho. Pasaron un par de a�os y, con ellos, los dos
cursos que me quedaban y segu�a sin aprobar sus asignaturas. Repet� el �ltimo y
la volv� a tener a Montse como profesora...pero, ahora, era la Directora del
Centro, con lo que lo tendr�a muy mal si quer�a reclamar cualquier correcci�n
injusta.
Sin embargo, no s�lo era ella la que hab�a cambiado sus
condiciones iniciales: yo, tambi�n. Hab�a dado lo que conocemos por el "estir�n"
y ya era un joven adolescente con las hormonas a tope.
Cuando me cate� en Diciembre, me di cuenta de que deb�a
cambiar esto o me tirar�a toda mi vida en ese colegio. Estudi� un plan que, al
llevarlo a cabo, satisfar�a mis tres principales objetivos:
1- Salir de ese colegio con aprobados (como yo merec�a).
2- Satisfacer el apetito sexual que aquella profesora hab�a
levantado, pese a todo, en m�.
3- Darle una lecci�n que no olvidar�a nunca.
Estudi�, entonces, todos sus movimientos. S� que, los Martes,
era la �ltima persona en abandonar el colegio a eso de las 18:30h.
Tambi�n s� que viv�a sola y que, si llegaba tarde a su casa,
no habr�a ning�n problema. (Esas cosas se saben...�uno que se interesa!).
As�, di en mi casa una buena escusa para poder llegar tarde
(o no llegar; lo t�pico que te quedas en casa de un amigo) y eleg�
meticulosamente mis objetos. As�, esper� en la oscuridad de una calle pr�xima al
colegio por donde ella deb�a pasar. Justo, a las 18:35h desfil� por mi lado y no
se percat� de mi presencia. �Era el momento de actuar!
Me cubr� la cara con un pasamonta�as y empap� un pa�uelo con
un poco de cloroformo. Salt� sobre ella poniendo el pa�uelo en su cara; cay�
dormida. Corr� a la puerta del colegio y, tras buscar las llaves de la puerta en
el bolso de Montse, abr� la puerta, entr� y volv� a cerrar.
Nos metimos en su despacho. La tend� sobre la mesa grande (la
que se usa en reuniones de la Directora con los profesores) y la at� a ella.
Luego, la amordac�. Estaba a punto de cumplir mi venganza.
Esper� 30 minutos a que despertara, pero no lo hac�a. Resurr�
a las sales y, al pas�rselas bajo su nariz, despert�, poco a poco, a una
situci�n totalmente nueva para ella.
Cuando entr� en s�, comenz� a gritar bajo la mordaza y a
mirarme con un odio desmesurado. No paraba de gritar. Entonces, para calmarla,
me acerqu� a ella y le susurr� en el o�do: - O te callas o va a ser peor para
ti. La sart�n la tengo yo por el mango-. Sus pupilas se dilataron y
call�.Entonces, continu�: - Esto te lo has buscado t�. Yo no deber�a estar ya en
este colegio-.
Su mirada era, ahora, de temor hacia m�.
- No te imaginas la de veces que me he pajeado record�ndote
desnuda en el lavabo -mis manos acariciaban sus piernas- y ahora, por chula, te
vas a enterar.
Montse vest�a una blusa blanca (pues el jersey azul yo se lo
hab�a quitado antes)bastante gruesa), una falda negra bastante ajustada y que le
llegaba a mitad de sus muslos (tremendamente sexy), unos leotardos de un color
gris oscuro y unos zapatos negros de tac�n grueso.
Me acerqu� a ella y le dije: - �Te voy a follar,
guarra!...�Ah! Y pobre de ti que digas algo...porque se podr�a girar en tu
contra...ya sabes...-. Ella grit� lo que parec�a un "no" bajo la mordaza. Le di
un bofet�n y la calm�. Acto seguido, rasgu� su camisa y todos sus botones
salieron disparados. Su sujetador, de color rojo, qued� al descubierto. No me lo
pens�, se lo arranqu� y sus dos grandes tetas quedaron al descubierto rebotando
arriba y abajo dominadas por un par de peque�os pezones rosados. Entonces,
comenc� a sobarle las tetas con mi boca y manos; jugaba con ellas sin parar.
Mientras, ella sollozaba y trataba de decirme algo; no le hice caso.
- �Sabes que tengo unas ganas locas de verte, otra vez, los
pelos de tu co�o?-, ella grit� "no" por debajo de su mordaza mientras le ca�an
las l�grimas por las mejillas. Romp� el enganche de la falda y, lentamente, baj�
su cremallera. De un golpe seco, se la quit�.
Ante m�, qued� su panty de color oscuro. Sin m�s dilaci�n,
agarr� panti y bragas al mismo tiempo y tir� hacia abajo, dejando, as�, el co�o
de Montse a mi servicio. �ste era precioso, estaba muy bien afeitado y los pelos
que coronaban su Monte de Venus eran muy suaves y de un color no tan oscuro como
yo esperaba. Ella trataba de desatarse, pero la pen�a muy bien sujeta. Sin m�s,
introduje mi lengua en su co�o que, para mi sorpresa estaba algo h�medo.
-�Te est�s poniendo cachonda? Pues, a�n te espera lo mejor.
Volv� a la faena, le mov�a mi lengua por su co�o arriba y
abajo sin parar. Succionaba y me tragaba todos sus flujos (eran sabrosos,
ummm!). Me desnud� por completo y, con mi polla tiesa, me coloqu� frente a ella.
-Te voy a quitar la mordaza y me vas a chupar el rabo, zorra.
Como no te portes como es debido te vas a enterar...- Ella no paraba de
lloriquear y, ante mi frase, asinti� con su cabeza. Me coloque de rodillas sobre
ella de forma que la parte interior de mis muslos tocaban sus tetas. Entonces,
introduje mi picha dura en su boca y ella comenz� a succionar. �Joder, c�mo lo
hac�a! No pude aguantar m�s y, con lo excitado que estaba, me corr� en su boca y
la obligu� a trag�rselo. Para compensarla, me gir� de tal forma que quedamos en
posici�n de 69. As�, le empec� a chupar su bonito y mojad�simo co�o. Mientras
chupaba su cl�toris, met�a mi nariz en su agujerito; sac�ndola totalmente
pringada.
Qu� sorpresa m�s agradable al nortar que su boca buscaba mi
polla, que volv�a a adquirir su tama�o er�ctil. As�, comenzamos a hacer un 69.
De repente, introduje tres dedos en su co�o y ella gimi� como
una loba. Al sacarlos, realmente mojados, le fui introduciendo uno de ellos por
el sonrosado ojete que, ahora, tambi�n estaba mojado a causa de sus propios
jugos y de mi saliba. Al principio grit� un leve "no" al cu�l le dije: -�C�llate
y ch�pamela guarra!-. Ella sigui� mamando y yo segu� metiendo el dedo. Al
principio costaba, pero le puse empe�o y fui dilatando ese ojete precioso.
Luego, met� dos y, despu�s, tres. Era el momento de castigar a la profesora que
me hab�a cateado porque s�.
Desat� una de sus piernas y se la at� donde ten�a la mano del
mismo lado. Hice lo propio con la segunda. As�, quedo totalmente abierta para
m�. Volv� a pasarle un lenguetazo a su co�o y ella comenz� a decir:
-�S�, f�llame, cabr�n, hijo de puta! �F�llame, vamos que
tengo el co�o listo, cabr�n!
-�co�o? -dije yo c�nicamente-. Te voy a follar el culo, puta.
Te lo voy adejar como un bebedero de patos.
-�NOOOOOO! �Por favor, no! �Por el culo no!
Era demasiado tarde, escup� sobre mi polla y la lubriqu� con
la intenci�n de follar el culo de mi profesora; se lo merec�a por furcia. Sus
s�plicas no iban a hacer que yo cambiara de idea.
Mi glande comenz� a penetrar su ojete, poco a poco, lo ve�a
desaparecer en aquel min�sculo agujero. Mientras tanto, ella se mord�a los
labios para no gritar. Me cans� de ser tan cuidadoso y, pese a que sent�, por un
breve instante, l�stima por ella, se la clav� hasta el fondo sin m�s
miramientos. A m� me doli�, pero a ella debi� resultarle horrible, seg�n el
terrible grito que solt� (Por suerte no hab�a nadie en el colegio. Colegio que,
por otro lado, queda lejos de edificios de viviendas). As�, sab�a que nadie la
habr�a o�do. Ella lloraba, pero comenc� un mete y saca sin parar. Entonces,
solt� toda mi leche en su interior y, mientras, me reclin� sobre ella y e chup�,
otra vez, las tetas. Ella, gem�a de dolor y de placer, simult�neamente.
Saqu� mi polla de su culo con una mezcla de sangre y de
semen. Saqu� el botiqu�n que llevaba y le limpi� el ojete y se lo sanee un
poquito. Tras limpiarme yo la polla, desat� sus piernas y me puse frente a ella.
Limpi� sus l�grimas y la bes�. Ell� se qued� at�nita. No pod�a comprender mi
comportamiento. El caso es que me devolvi� el beso. La desat� por completo y la
volv� a abrir de piernas. De nuevo, le volv� a comer el co�o. Ella se levant�,
se arrodill� frente a m� y me comi� el rabo, que volv�a, de nuevo a estar duro.
Entonces, s�; le foll� el co�o y ella estaba, ahora, muy
sumisa y encantada de lo que le hac�a. Follamos hasta las 12 de la madrugada.
Luego, cuando acabamos yo, tal como hab�an ido las cosas, no sab�a qu� decir.
Ella me dijo:
- No te preocupes, este a�o aprobar�s y no tendr�s que volver
a verme- mientras trataba de colocarse la falda rota y cubrirse con el jersey.
Guard� silencio.
- Ll�vame a tu casa- dije.
Montse me mir� at�nita. Se cubri� con un largo abrigo negro y
me dijo:
-Acomp��ame hasta el coche.
As� fue c�mo me convert� en el amante de una mujer 13 a�os
mayor que yo que pas� de mi esclava a mi Diosa y que me daba todo el placer
sexual que necesitaba.
Un saludo.
Agradecer�a comentarios a
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
en especial de mujeres t�rridas, en especial profesoras.