EL RETRETE
Si a alguien no le gustan los relatos de lluvia dorada y
escatolog�a que no siga leyendo.
Esto me pas� realmente hace un par de semanas y me pone muy
cachondo recordarlo.
Desde hace mucho tiempo me gusta el sexo muy guarro con
mujeres que les guste mear y cagar. Por supuesto tengo otros fetichismos y casi
todos se inician en los olores. Me gusta oler pies, culos y co�os, ojo que no
est� muy sucios, pero me pone muy caliente las prendas que huelen.
Excepto que sea de pago, es muy dif�cil tener experiencias de
este tipo, por lo que muchas veces me tengo que conformar con mis fantas�as.
Una de mis fantas�as guarras es visitar algunos servicios
p�blicos de mujeres y oler las tazas de los wateres. Ya se que esto es una
guarrada, pero me pone a cien pensar en los culos y co�os que han pasado por
all�.
Como es l�gico, para mayor satisfacci�n me gusta saber qui�n
ha pasado por all� antes. Para eso observo qui�n entra y sale.
Como no me gustan que sean viejas las que han usado esos
servicios me voy a sitios donde habitualmente hay mujeres j�venes. Uno de esos
sitios es una hamburgueser�a que tengo localizada porque re�ne condiciones
ideales para esta pr�ctica.
Yo me suelo sentar en una mesa y observo a las chicas que van
al water. Cuando vuelven me gusta verlas con detenimiento y ver lo buenas que
suelen estar y pensar en que en unos momentos voy a poder disfrutar del olor que
ha dejado su co�o y su culo. Eso hace que se me ponga dura inmediatamente.
Despu�s suelo entrar en el servicio de mujeres, asegur�ndome de que nadie me ve.
En esta ocasi�n es f�cil ya que se encuentra en un pasillo, fuera de la vista de
la gente. Una vez dentro me encierro y observo la taza con detenimiento. Hay
chicas que dejan todo limpio y otras que no tiran de la cadena. Normalmente
solamente mean, pero otras veces tambi�n cagan.
Cuando me agacho y meto mi nariz en la taza descubro mil
�aromas� juntos. En este sitio en concreto, mi favorito, la taza del water de
mujeres, huele claramente a co�o, igual que las bragas usadas. Esto me la pone
dur�sima. Pensar la cantidad de co�os que han pasado por all� y que han dejado
su olor y, sobre todo, el de la �ltima que hab�a visto salir. A veces, hay
restos de pis o caca. En ese caso soy m�s prudente, porque a veces me disgusta y
otras me excita. Siempre haga varias visitas diarias a ese water en concreto y
suelo acabar la jornada pajeandome, oliendo profundamente la taza o incluso
alg�n resto de papel.
Hace unos d�as estaba yo en uno de mis �incursiones� a este
servicio. Tanto al entrar como al salir procuro asegurarme de que no hay nadie,
de que no oigo ning�n ruido, y entonces salgo lo m�s discretamente posible.
Bueno, pues hace poco sal� del water como siempre, despu�s de realizar esas
comprobaciones, cuando me qued� helado porque ante m�, apoyada en el lavabo y
sin duda esperando a que saliera estaba la encargada del local. Su mirada lo
dec�a todo. Me hab�a pillado. La encargada era una ecuatoriana a la que yo
siempre trataba de esquivar, as� como al resto de los empleados, para que no se
fijaran mucho en m�. Como es l�gico y, dado el alto n�mero de veces que yo
visitaba ese local, estaba claro que se hab�an fijado en mi y en mis extra�as
costumbres.
La encargada, como digo, era una ecuatoriana de unos 30 a�os
y, a diferencia de la mayor�a de sus compatriotas, no era bajita y gosrdita, si
no que era de una estatura media, ni gorda ni delgada, y con un culo resping�n
que si me hab�a llamado la atenci�n muchas veces. La verdad es que estaba
bastante buena, pero por razones obvias yo hab�a intentado pasar desapercibida
ante ella.
El caso es que estaba yo all� como una estatua de sal,
supongo que p�lido como la leche, esperando cualquier reacci�n; que montara un
esc�ndalo o, lo que es peor, que llamara a la polic�a. Yo, en un vano intento de
crear confusi�n dije:
�Oh, me he debido equivocar��
�Si, si, como si no te hubiera visto entrar aqu� un mont�n de
veces�.�, dijo con una sonrisa de �te he pillado� en la boca. Me jodi� que me
tuteara, pero estaba en una situaci�n que no pod�a exigir mucho respeto.
�Yo�Yo�.�, balbuce�
�Tu..tu��, me hizo burla, �as� que te gusta encerrarte en lo
wateres de las t�as, �no?�, me pregunto y me extra�� un poco su lenguaje.
�Bueno�yo�.no entiendes��, segu� balbuceando
�Si, si que entiendo�, me dijo en tono sarc�stico.
A continuaci�n hizo algo que me extra�� mucho y que, por otra
parte, me hizo reflexionar r�pidamente en aquella situaci�n.
�Bien, vamos a ver que es lo que te gusta tanto�, me dijo y
me empuj� suavemente hac�a el interior del water. En una d�cima de segundo
empec� a comprender porque estaba aquella mujer hablando conmigo en esos
t�rminos, porque no estaba montando un esc�ndalo y porque no me sacaba de all� a
patadas, si no al contrario quer�a ver �detalles�. Estaba claro que aquello le
�iba�. Yo cambi� radicalmente mi postura y me encontr� de igual a igual.
��Qu� pasa que quieres ver lo que hago aqu� dentro?�,
pregunt� con seguridad, aunque con en l�gico temor a equivocarme. No era as�.
�Puede ser�, dijo eso y cerr� la puerta con pestillo. Nos
quedamos los dos de pie dentro de aquel estrecho water. A mi la situaci�n me
empez� a parecer muy interesante.
��Desde cuando lo sabes?�, la pregunt�.
�Hace tiempo que me fijo en ti. Quer�a asegurarme de lo que
hac�as�, me contest�.
��Por qu� no me denuncias?�, la ret�
�No�.�, se me qued� mirando fijamente, �a lo mejor eres un
tipo interesante�. Estaba claro. Aquella mujer ten�a unos gustos parecidos a los
m�os y hab�a encontrado a la horma de su zapato. Ante aquella constataci�n se me
puso la polla como una estaca.
�Que��eres una guarra como yo?�, pregunt� descaradamente.
Ella no contest�. Mir� hacia la taza, que en ese momento estaba limpia de
restos, y dijo:
�Bueno, �Qu� es lo que te gusta hacer?�
�Oler�, dije directamente. Ella hizo como un gesto de �ya lo
se� y se agach�. Meti� la nariz en la taza del water y aspir� profundamente.
Despu�s se levant� y dijo:
�Vaya, si que huele a co�os meados. �Te gusta?�
�Me vuelve loco�, dije yo y me acerqu� a ella empezando a
pasar mi mano por su culo. Ella me correspondi� y directamente me cogi� la polla
por encima del pantal�n.
�Ya lo veo�, me dijo mientras sonre�a. ��No prefieres oler
directamente?�, me dijo mientras empezaba a mover su mano de arriba abajo
masturb�ndome.
�Me encantar�a olerte a ti�, la dije. Ella se baj� los
pantalones del uniforme que llevaba a la vez que las bragas, se sent� en la
taza. Pas� sus piernas por cada lado de mi cuerpo y las apoy� en la pared de
enfrente, muy altas. Yo pude ver con claridad entonces su co�o, morenito y con
bastantes pelos, as� como su ojete muy negro. La polla se me puso a punto de
reventar.
�Huele�, orden�. Yo me agach� y met� mi cabeza entre sus
piernas. El olor era bastante fuerte como corresponde a una mujer que estaba
trabajando todo el d�a all�, pero no me import�. La situaci�n era tan excitante
que quer�a ser el m�s guarro del mundo. Yo aspire; �Mmmmmmmmmmmmmmm�
�Si que eres guarro, si�, dijo.
�Mmmmmmmmmm��, yo segu� deleit�ndome con los aromas mezclados
del water que tan bien conoc�a y aquel co�o y aquel culo que se me ofrec�a.
R�pidamente solt� mi lengua y empec� a chuparle el co�o.
��Quieto!�, me orden�. �Todav�a no�. Yo obedec�. �Antes vas a
disfrutar de mis olores�. Nada m�s decir esto empez� a mear, echando un gran
chorro. Yo ten�a mi cara muy cerca y enseguida me vino el olor de su meada, ese
olor que tanto adoraba.
�Me encanta como huele tu meada�, dije.
�Lo se�, dijo ella y como �premio�, se pas� un dedo por el
co�o, despu�s lo meti� en el fondo de la taza, dentro de su meada que acababa de
echar y despu�s me lo meti� en la boca. Yo me relam� mientras la miraba a los
ojos.
�Eres un cerdo�, me dijo mientras sonre�a. Nada m�s decir eso
se tir� un sonoro pedo. Solt� una carcajada y empez� a apretar. �Iba a cagar!
As� fue y solt� tres buenos chorizos que cayeron al fondo de
la taza. El olor era fort�simo pero la situaci�n tambi�n. Yo estaba muy caliente
y quer�a seguir.
��Quieres un poquito?�, me pregunt� porque dudaba. Yo asent�
con la cabeza. Hizo la misma operaci�n. Meti� su mano en la taza, revolvi� un
poco y sac� un dedo manchado con su mierda. Ella se unt� el cl�toris con el dedo
y dijo �Ya puedes chupar�. Yo me lanc� como un loco a su co�o y empec� a hacerle
una mamada impresionante. La mezcla de sabores y olores me estaba volviendo
loco. Yo de reojo vi como ella se chupaba el dedo que hab�a manchado con su
propia mierda. Casi me corro. Aquella cerda me encantaba.
Ella se levant� un poco y me ofreci� su ojete. Yo no lo dud�.
Lam� los restos que le quedaban y met� mi lengua tan profundamente como pude.
Hac�a un calor de muerte all� dentro y yo sudaba como un
pollo, por lo que empec� a quitarme la ropa. Ella tambi�n. Ya nos daba igual, el
suelo ten�a alg�n peque�o charquito de alguna meada que se abr�a escapado a
alguien, pero nos daba exactamente igual. Est�bamos los dos muy calientes. Ella
se levant� y dijo �M�temela por el culo, corre�. Se agach� y meti� su cabeza en
el water. Ya hab�a tirado de la cadena, pero a�n quedaban restos de su cagada
pegados a la pared de la taza. Mientras yo se la met� sin dificultad en el culo
ella �reba�aba� el water y chupaba sus dedos de restos de mierda. Yo no pod�a
m�s. Ella empezaba a estar a punto de correrse.
�Empuja cerdo, empuja, m�teme la mierda �pa� dentro�..�Dios,
que rica sabe!� y se relam�a.
Despu�s de estar empujando un rato, ella se separ� y mi polla
sali�. Naturalmente estaba llena de mierda, ella la mir� y se sent� en la taza.
Sin dudarlo se meti� mi polla en su boca y empez� a lamerla por todas partes.
Mientras, con la mano derecha llena de su mierda de pajeaba a toda prisa.
No tardamos mucho en corrernos juntos. Ella se trag� mi
corrida con ganas y casi me arranca la polla al correrse ella tambi�n.
Cuando terminamos, nos quedamos mirando.
�Eres el hombre m�s guarro que he conocido�, me dijo
sonriendo.
�Pues anda que tu�,la dije devolvi�ndome la sonrisa.
�Venga, v�stete y sal sin que te vea nadie. Se va a extra�ar
si no vuelvo ya�, me dijo.
Nos aseguramos de que no hab�a nadie. Yo medio vestido me
met� en el servicio de hombres y me lav� como pude. Despu�s de un rato sal� y
ped� una Coca-Cola. Me sent� en una mesa y al cabo de cinco minutos apareci�
ella, que por cierto no se ni su nombre. No hab�a ni rastro de lo que hab�a
pasado hac�a unos minutos. Se puso a trabajar como si nada y solamente me ech�
una furtiva mirada en la que se ve�a la �orden� de que me fuera.
As� lo hice. Por distintas circunstancias no he podido
volver, pero hoy pienso volver a verla.
Ya os contar�.