Estoy a las 11 de la ma�ana en el aeropuerto, esperando a mi
jefe. Ayer en la ma�ana me hablo inform�ndome que partir�amos a Los �ngeles, me
extra�o, ya que regularmente el viaja solo, aunque se justificaba por la
importancia de los temas que tratar�amos.

Ayer en la noche no pude descansar bien, tuve un mont�n de
sue�os er�ticos, despert� muy mojada despu�s de dar vueltas en la cama. No
acostumbro masturbarme, pero no era capaz de salir con mis pezones duros como
piedras y con el flujo chorreando en la entrepierna, por lo que me masturbe, no
me costo mucho trabajo. Abr� las piernas, acerque la mano a mi altar de Venus, y
la comenc� a frotar suavemente, acariciando con los dedos sobre mis labios
vaginales, pas�ndolos suavemente sin olvidar frotar el cl�toris, con la otra
mano comenc� a meterme un dedo, incline la cabeza hacia atr�s y comenc� a gemir
deliciosamente..

-��Aaaaaahhhh� ahhhhhh� asiiiiii!!!- murmuraba
�����Aaaaaaahhh!!!!-

Mis sensaciones iban en aumento a una velocidad que me
sorprend�a. Estaba sintiendo cosas que nunca experimente, y despu�s de algunos
minutos explote en un orgasmo, que no pude evitar gritar.

-�Ahhhhh� Ahhhh� siiii� siiiii� Aaaahhh� Aaaaahhhhh�. siii�
siiii� aaahhhh!-

Me quede recostada sobre la cama reponi�ndome. Al dar las
9:00 pm me duche, me vest� y arregle el equipaje para el viaje.

Como siempre llego tarde mi jefe, me sorprend� ya que no iba
precisamente solo, lo acompa�aba una jovencita muy sensual con un vestido
ajustado que le llegaba a las rodillas, me dio los buenos d�as, explic�ndome que
se trataba de Julia, una sobrina suya que hab�a venido a pasar unos d�as de
vacaciones con el mientras sus padres estaban de en Quer�taro, por tanto no
pod�an dejarla sola en casa.

Julia me saludo muy educadamente y me dijo que ella me podr�a
ayudar con el papeleo que surgiera durante los pr�ximos d�as. Tiene 24 a�os y un
diplomado en Administraci�n y Direcci�n de Empresas de una importante
Universidad Norteamericana.

Me agrado desde el principio, aunque por ella surgi� un
problema en el aeropuerto, Julia venia con su peque�a mascota, un fox-terrier no
muy grande, insist�a en subirlo a la cabina del avi�n, el personal del
aeropuerto en tierra se negaba a aceptar al perro(que estaba dentro de su caja
de viaje bien asegurado) en la cabina del aparato, al final acepto muy afligida.
La acerque a mi pecho para consolarla y as� nos fuimos a esperar a que fuera la
hora del despegue.

Transcurri� el tiempo mientras mi jefe no paraba de leer
documentos del trabajo, en tanto Julia y yo nos hicimos buenas amigas y
estuvimos hablando de todo un poco. Al fin llego el momento, subimos al avi�n, y
el vuelo paso sin pena ni gloria, al llegar a Los �ngeles julia y yo �ramos
amigas de toda la vida.

Llegamos al hotel y mi jefe se empe�o en que necesitaba
reunirse conmigo para preparar la reuni�n del d�a siguiente.

Quedamos para las 3 de la tarde en una de las salas de
reuniones del hotel y trabajamos hasta pasadas las 5. Al terminar me dijo que
Julia quer�a charlar un rato conmigo. Me fui a mi habitaci�n, me puse algo
c�moda y enseguida me dirig� para la habitaci�n de Julia, Ah� estaba ella viendo
la televisi�n y acariciando a su perro llamado Bobby. Me sonri� al verme entrar
y nos sentamos en la cama mientras habl�bamos y ve�amos la Televisi�n, Bobby
estaba muy nervioso y no paraba de moverse por encima de nosotras..

Julia no paraba de hacerle rabiar y a Bobby le gustaba jugar.
Al rato me di cuanta de que el perro tenia su pene casi erecto y le pregunte a
Julia si se hab�a dado cuanta, a lo que ella me respondi� que si, que aquello
era normal porque Bobby estaba en celo. Le hice un par de preguntas sobre el
celo de los perros y me contesto con un dominio del tema que me sorprendi�. Al
rato de estar hablando sobre el tema me pregunto si alguna vez hab�a visto a dos
perros cogiendo, a lo que respond� que la verdad era que nunca lo hab�a visto.

A continuaci�n me dijo con una sonrisa muy picara, -Deduzco
pues que tampoco en tu vida habr�s visto a un perro cogiendo con una mujer-, y
claro que mi respuesta fue que no. Ella me pregunto-�Te gustar�a verlo?- a lo
que respond� que nunca se me hab�a venido pasado por la cabeza pero que podr�a
ser interesante y excitante a la vez. Ella me dijo que ten�a que confesarme que
ella lo hab�a hecho varias veces con Bobby y que adem�s le gustaba. Yo me quede
petrificada y sin saber que decir, y no obstante cada vez m�s excitada. Julia me
pidi� que por favor no se lo contara a nadie y que le guardara el secreto.

Por supuesto le conteste que pod�a estar tranquila, pues
conmigo su secreto seguir�a siendo secreto. A continuaci�n me pregunto a
quemarropa -�Te gustar�a probar?-, y entonces yo le conteste que no sabia, que
aquello era muy nuevo para mi. No obstante, le dije, -estar�a dispuesta a ver
como lo haces t� y luego ya veremos si me apetece probar-. Julia me sonri� y
acerco sus labios a los m�os y me beso. Reaccione �nicamente cerrando los ojos y
dej�ndola hacer. Tras el beso, me dijo que necesitar�a mi ayuda. Se empez� a
desnudar y quedo ante mi en un momento totalmente desnuda.

Me empez� a explicar que para poder ser penetrada por Bobby
primero ten�a que estar muy mojada y que para ello le ayudar�a verme a m�
desnuda. La situaci�n era excitante por lo que quede en ropa interior. Julia
estaba radiantemente hermosa. Se acerco a m� y me empez� a acariciar mis pechos
por encima del brasier. Me pidi� que me lo quitara y, por supuesto, me lo quite.
Mis pezones estaban tan duros, o m�s como esa misma ma�ana cuando me hab�a
tenido que masturbar para que se me bajaran los calores. Ella me los empez� a
chupar y sus manos empezaron a recorrer mi espalda hasta llegar a mi culo. Yo
volv�a a estar de nuevo s�per mojada, y ella agarro una de mis manos y la acerco
a la entrada de su vagina. Ella tambi�n estaba muy mojada y me dijo que
necesitaba estar todav�a un poco m�s mojada para que el pene de Bobby entrara
bien.

Yo, inocente de mi, le pregunte -�Y como lo podemos
conseguir?- a lo que ella enseguida respondi� ech�ndose larga en la cama,
abri�ndose de piernas e indic�ndome con un claro gesto que le chupara la vagina.
Al momento me descubr� a mi misma llevando a cabo uno de mis sue�os y fantas�as
er�ticas que tenia cuando era penetrada por mi ultima pareja. Empec� a pasarle
mi lengua por su cl�toris, que estaba ya s�per duro, penetr�ndola lentamente con
dos dedos. Julia estaba disfrutando a tope y no paraba de apretarse las tetas.
Estuve un rato mordisqueando el cl�toris y penetr�ndola de forma intermitente en
la vagina con mis dos dedos y con mi lengua. Parec�a que se iba a venir. No
paraba de jadear y entonces fui yo quien pare el juego y le dije

-Julia, creo que estas suficientemente mojada, me gustar�a
ver como te penetra Bobby-.

Ella abri� los ojos y me miro sonriendo. Colocamos dos
almohadas de la cama peque�as una junto encima de la otra y ella se puso encima
de ellas a cuatro patas. Me pidi� que colocara muy lentamente a Bobby sobre ella
y que le ayudara a penetrarla. Fue muy f�cil por que Bobby estaba super excitado
y tenia su largo y delgadito pene que ya chorreaba. Lo coloque en posici�n de
forma muy delicada evitando que Bobby le hiciera da�o y fui yo misma la que
dirigi� su pene a la entrada de la vagina de Julia. Una vez colocado en la
entrada Bobby la penetro de forma violenta, sin embargo Julia ni se quejo. Yo
sujetaba a Bobby para que no se cayera mientras la estaba cogiendo de una forma
fren�tica. De vez en cuando le preguntaba a Julia si se encontraba bien y ella
me respond�a que de maravilla. Bobby segu� cogiendola y parec�a que no paraba.

En un momento, Julia volteo hacia m� y me pidi� que le
colocara el pene en la entrada de su ano y que por favor le ayudara a penetrarla
por all�. Me sorprend� un poco por la petici�n, pero no pod�a decir que no. La
entrada de su ano estaba muy mojada b�sicamente porque parte del flujo de su
vagina con el vaiv�n de Bobby se hab�a extendido hasta all�. Me fije bien y me
dio la impresi�n, por la forma del ano, que no era la primera vez que era
penetrada por ah�. Fue muy f�cil, porque el pene de Bobby era largo pero muy
delgado. Una vez penetrada analmente con un peque�o quejido por parte de Julia
Bobby volvi� a recuperar la velocidad de penetraci�n que tenia unos instantes
antes.

Julia empez� a gemir como no lo hab�a estado haciendo
mientras era penetrada vaginalmente y tuvo que hundir la cabeza en la cama para
evitar que se oyera fuera de la habitaci�n. Yo estaba sorprendida, excitada y
maravillada por el espect�culo.

Ah� estaba yo, en un hotel de Los �ngeles ayudando a un perro
a penetrar analmente a la sobrina de mi jefe. Vaya experiencia. Bobby empez� a
moverse m�s y m�s r�pido y de repente, por un grito de Julia, me di cuenta de
que se estaba viniendo en su interior. Segu�a y segu�a penetr�ndola sin parar
mientras se venia dentro de ella. Julia parec�a seguir disfrutando como si fuera
la ultima vez y Bobby no la sacaba de su ano. Pasados unos instantes, cuando
supuse que Bobby hab�a terminado deje de sujetarlo y el perro se salio de ella
todav�a con su pene chorreando y se bajo de la cama. Se coloco en una esquina de
la habitaci�n y comenz� a lamerse el pene para limpiarse. Julia segu� en la
misma posici�n y volviendo la vista mirando al perro me dijo -�serias capaz de
limpiarme tu ahora como lo esta haciendo el?- Yo me quede un poco indecisa, pero
enseguida respond� -�Por qu� no?- y comenc� a lamerle la entrada de su ano y a
succionar y tragarme todo lo que sal�a de el. Estaba tan excitada que me lo
tragaba todo. Tenia un sabor que no pod�a describir, pero que desde luego no era
algo que me estuviera dando asco. Su ano estaba abierto y se pod�an meter dos
dedos en su interior. Julia segu�a s�per excitada y no hacia mas que decirme que
no parara. Segu� chupandole la entrada de su ano y masturb�ndola a la vez en su
maravillosa vagina que tenia a la altura de mi cara hasta que Julia acabo en un
orgasmo en mi cara. De nuevo por que me confeso que durante la penetraci�n anal
hab�a tenido ya otro orgasmo. Julia se quedo destrozada tirada en la cama
mientras yo con mi vagina chorreando no sabia que hacer. Me tumbe a su lado y
descansamos un rato.

A los pocos minutos volvi� a abrir los ojos y me cont� que
hab�a tenido otro orgasmo durante la penetraci�n anal y que hab�a sido
maravilloso. Me dijo que al final conmigo hab�a sido bestial y me pregunto por
mis impresiones al respecto. Estuvimos un rato hablando y comentando la
experiencia que acab�bamos de vivir juntas y a continuaci�n me dijo: �Ahora te
toca a ti-. Yo me quede un poco helada al escucharla decir aquello, pero despu�s
de haber ayudado a Bobby a penetrarla anteriormente ahora no pod�a poner una
excusa y desaparecer ah�. Adem�s los ardores de mi cuerpo no me lo permit�an.
Con un r�pido movimiento de sus manos de sus manos comprob� casi sin que yo me
diera cuenta que mi vagina estaba chorreando. -Alguna vez has tenido sexo con
otra mujer-. Conteste negativamente y me calle todas mis fantas�as y deseos
ocultos. Estaba a punto de gritar �Hace a�os que lo estoy deseando-, o algo como
�Julia, hazme tuya-. La verdad es que Julia a sus 24 a�os sabia mucho mas de la
vida que yo y me pareci� que me ley� el pensamiento. Muy dulcemente me abri� las
piernas y deposito su mojada lengua sobre mi cl�toris. Con sus dedos muy
lentamente me abri� los labios de mi vagina y bajo su lengua desde mi cl�toris
hasta la misma entrada de mi vagina. Mis flujos resbalaban por todos sitios y
los sent�a gotear sobre la cama. Julia me estaba haciendo sentir mujer desde las
u�as de mis pies hasta el ultimo pelo de mi cabeza. Estaba tan excitada que no
tarde en conseguir un orgasmo. Cuando empec� a estremecerme de placer y casi la
ahogo con mis piernas. Julia decidi� que era el momento justo de ser penetrada
por Bobby. Lo llamo y me puso a cuatro patas. Me pidi� que mientras ella lo
terminaba de preparar que no dejara de masturbarme para no perder la excitaci�n.
�As� ser� todo mas f�cil-, me dijo.

Yo hund� mi cabeza en la cama mientras me acariciaba el
cl�toris y me met�a un dedo en la vagina sin variar mi posici�n a cuatro patas.
Unos minutos despu�s levante la cabeza para ver que pasaba y vi a Julia con el
pene de Bobby como no lo hab�a visto yo en la vida a un humano. Con una mano le
sujetaba el pito al perro para poder chuparla bien, y con la otra se estaba
masturbando. La excitaci�n no dejaba de crecer mi, y, por supuesto, no deje yo
tambi�n de masturbarme. Unos instantes despu�s se saco el pene de la boca y me
dijo que ya estaba listo y que me preparara. Bobby volv�a a estar erecto y no
paraba de mover su rabo. Volv�a a estar excitado y listo para la copula. Me puso
en la posici�n indicada por Julia y ella dirigi� magistralmente al perro y su
pene hasta la penetraci�n. Como me hab�a dicho ella antes, fue muy f�cil puesto
que el pene era largo pero delgado. Notaba las embestidas de Bobby, por lo que
tuve que retirarlas de mi vagina, no obstante enseguida note los sabios dedos de
Julia masaje�ndome el cl�toris y sujetando el pene de Bobby dentro de mi vagina
para evitar que se saliera.

Estuvimos as� unos minutos y entonces Julia me pregunto si
alguna vez hab�a tenido sexo anal. Le conteste que no, y que adem�s no estaba
segura de querer probarlo todav�a. Me intento convencer, pero me daba suficiente
miedo el que Bobby se viniera dentro de mi que le dije que no. En cambio, le
dije, me apetecer�a disfrutar de la leche de Bobby en mi boca. Julia sonri� como
si lo como si lo dicho la llenara de placer y satisfacci�n. Unos segundos
despu�s ten�a el pene de Bobby en mi boca y la lengua de Julia de nuevo en mi
cl�toris. La sensaci�n era bestial y mi segundo orgasmo se estaba acercando.
Bobby no paraba de moverse y yo estaba tan concentrada en sujetarlo para que con
el movimiento no se me saliera su delgada verga de mi boca que su venida me
agarro de improviso y casi me atraganto. No era el primer pene que me com�a (de
perro si por supuesto) y sabia cuanto puede eyacular un humano, pero el pene de
Bobby no dejaba de escupir semen y mas semen. Fue una experiencia incre�ble
sentir aquellas embestidas liquidas en mi boca. Bobby se retiro inmediatamente a
su rinc�n y volv�a a empezar a limpiarse a lametazos. Julia se retiro de mi
vagina y vino a besarme en la boca. Ella tambi�n quer�a disfrutar y saborear el
recuerdo de Bobby. Saboreando lo que para m� fue el mejor recuerdo de aquel
viaje a Los �ngeles.