Este relato es la continuaci�n de "", el cu�l publique tiempo atr�s, lo que les voy
a contar sucedi� un mes despu�s que la cena con mi compa�ero de trabajo.

Era un mi�rcoles, aproximadamente las 22 horas, me encontraba
en mi casa cateando con una amiga con la cual hab�amos mantenido una
conversaci�n realmente excitante, lo cual hizo que no me diera cuenta de la
hora. Diana, mi mujer, deb�a volver del trabajo como a las 20 horas
aproximadamente, pero habiendo pasado dos horas aun no hab�a llegado. Minutos
mas tarde siento la puerta de entrada, apago la computadora y me dirijo a
recibir a mi esposa. Ella entra acelerada y me dice que ira a darse un ba�o, yo
que estaba un poco caliente de la conversaci�n que hab�a mantenido en el chat,
deseaba descargarme en ese mismo momento. Entonces tome a mi esposa y comenc� a
besarla, mientras mis manos recorr�an su hermoso cuerpo. Ella trataba de safarse
y huir hacia el ba�o, pero no la dejaba y la segu�a manoseando. Vest�a una
minifalda muy corta color negro, camisa blanca semi transparente, una tanga
blanca de encaje y un sost�n haciendo juego, lo cual remataba con unos tacos
altos y finos.

Estaba yo en plena faena, cuando metiendo la mano por debajo
de su mini, noto que su tanga estaba completamente mojada, en ese momento ella
trato de safarse para ir al ba�o a ducharse pero yo no la deje. Esa excesiva
humedad entre sus piernas y su apuro de ba�arse comenz� a hacerme pensar que
algo raro hab�a pasado.

Continu� desnud�ndola lentamente, primero su camisa, dejando
ver sus hermosos pechos bien firmes, luego el sost�n de encaje, sub� su mini
hasta la cintura y la sent� en el sof�. Separe sus piernas y con mis dedos corr�
delicadamente su tanga, para dejar florecer su hermosa vagina. Esta estaba bien
colorada, abierta y mojada, al acercar mi lengua a su cl�toris siento un fuerte
olor, mezcla de transpiraci�n, olor a concha y a semen. En ese momento me di
cuenta que hab�a estado con otro, pero disimulando no haberme dado cuenta
continu� con mi trabajo. Ella a partir de ah� se relajo y se dejo coger como
hacia tiempo no lo hacia. Yo tenia una excitaci�n interminable, producto del
morbo que me produc�a saber que un rato antes hab�a sido penetrada por otro y a
juzgar por la cantidad de semen talvez m�s de uno.

Una vez satisfecho, comenc� a indagar sobre el tema:

Yo: �Diana, qu� paso que llegaste 2 horas mas tarde?

Ella: nada tuve mucho trabajo

Yo: y porque no me avisaste, si estabas en el trabajo

Ella: es que no me di cuenta de la hora

Yo: No te creo, dime la verdad o es que no puedes confiar en
mi.

Ella: bueno lo que paso es que al salir del trabajo, me
dirig� a tomar un taxi, como todos estaban llenos y no se deten�an, decid�
caminar hasta la parada del colectivo. Tom� el colectivo que estaba repleto de
gente, estando arriba apretada como en una lata de sardinas, comenc� a sentir
que alguien me tocaba mi cola. Yo no tenia para donde moverme y ni siquiera
pod�a girar para ver quien era, de pronto dejo de sentir la mano, me quede
tranquila por un segundo, hasta que siento los dedos fr�os sobre mi piel, estaba
metiendo la mano por debajo de mi mini, en ese momento empec� a empujar a la
gente para correrme y por un segundo me libre de el.

Yo: y que paso

Ella: nuevamente comenc� a sentir lo mismo, pero esta vez
hab�a llegado hasta mi vagina, entonces toque el timbre y descend� en la primer
parada. Para mi sorpresa tres j�venes de unos 17 a�os descendieron detr�s m�o.
Al tocar el timbre no me di cuenta que el lugar donde me bajar�a era muy
desolado y oscuro. Por lo que al ver los tres j�venes y el lugar en el que me
encontraba comenc� a caminar r�pidamente y no corr�a porque mis tacones no me lo
permit�an....

Yo: y que sucedi�

Ella: Bueno ellos me siguieron, pero consegu� un taxi y pude
escaparme..

Yo: dime la verdad, quiero saber

Ella: es la verdad porque habr�a de mentirte

Yo: y el semen que hab�a en tu vagina de donde sali�?

Se hizo silencio por unos segundos

Yo: responde, o crees que no me di cuenta?

Ella: bueno en realidad, ellos lograron alcanzarme. Uno me
abrazo de un lado, otro de otro y el tercero detr�s m�o, uno de ellos me mostr�
un cuchillo y me obligaron a caminar con ellos. Caminamos unas dos cuadras hasta
una peque�a plazoleta, llena de arbustos y muy obscura.

A esta altura de su relato yo estaba muy excitado nuevamente
y mi pene comenz� a endurecerse

Ella: me llevaron a unos arbustos y me comenzaron a manosear,
yo no pod�a hacer nada mas que dejar hacer, me arrodillaron y sacaron sus penes,
que eran peque�os y ya estaban bien duros y excitados, me hicieron lamerlos uno
por uno, luego me obligaron a poner mis manos en el suelo, dejando mi culo bien
paradito hacia ellos. Subieron mi minifalda hasta la cintura, me bajaron la
tanga a la mitad de las piernas y ... bueno tu sabes

Yo: que , dime

Ella: me penetraron por mi vagina, uno a uno. Pero lo extra�o
es que dos de ellos no llegaron a penetrarme totalmente que ya estaban acabando,
el tercero en cambio, me penetro y demoro unos minutos en acabar, los cuales se
movi� con mucha velocidad.

Yo: y no te lastimaron?

Ella: no, me trataron con mucho cuidado y una vez que hab�an
acabado salieron como disparados, es m�s en un momento uno de ellos, el tercero
intento penetrarme por el culo y yo le ped� que no lo hiciera, el no insisti� y
continuo por delante.

Yo: te gusto?

Ella: que pregunta me haces, estas loco?

Yo: decime la verdad

Ella: al principio no, en todo momento era una mezcla de
excitaci�n con bronca, pero luego de ver como me trataban comenc� a gozar,
l�stima que eran muy novatos y duraron poco, Pero por suerte vos completaste el
trabajo cuando llegue a casa

Esas palabras me reconfortaron, y la verdad es que el relato
de ella me calent� mucho, por lo que esa noche cogimos unas cuantas veces hasta
quedar dormidos de cansancio.

Esto que les cuento es real y espero que me escriban para
saber sus opiniones, tengo mas historias que les contare y que gracias a esto
que le paso a mi mujer pudimos hacerlas realidad.

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