Hace cerca de un a�o precisamente por la navidad, le hable a
do�a Refugio , una se�ora que trabaja en el mercado enganchando a chavitas que
se inician en la prostituci�n, le ped� que me consiguiera una nueva para que yo
me la estrenara, ella me respondi� que eso me iba a costar caro pero que si
quer�a le diera algo de adelanto, luego de discutir acordamos el precio y me
prometi� que en dos horas me llevar�a a alguien.

Por la noche lleg� do�a Refugio con una chavita de unos 15
a�os como m�ximo, vest�a su uniforme de la secundaria, me la present� como
Fabiola, la verdad al verla me sent� excitado, pues no era una putita de la
calle sino una chavita decente que de seguro necesitaba el dinero y a la que de
seguro su mam� la hab�a mandado.

El trato fue que Fabiola se estar�a conmigo toda la noche, y
yo ten�a derecho a todo, sin perder tiempo la llev� a un cuarto que utilizo de
bodega en el mercado, entr� y de inmediato la comenc� a fajar. Fabiola llevaba
una falda, blusa y su�ter, me encant� porque era una chavita muy desarrollada,
amplia de caderas y nalgona, con cara de inocente y unos pechitos apenas
insinuados, med�a como 1.60 mts.

En todo el camino Fabiola no habl�, cuando cerr� la bodega me
fui sobre ella, lo primero fue abrazarla y manosearle el trasero, apret�ndoselo
muy fuerte, sob�ndole las nalgotas, para deslizar mis manos a su espalda y
apretarla contra mi, as� le aplastaba los pechos peque�itos, sent�a en ese
momento c�mo temblaba la pobre, pero ni modo, mi dinero me hab�a costado. Me
excit� demasiado, inmediatamente le sub� la falda y le tocaba las piernas
desnudas, eran muy suavecitas, mis manos �speras le manoseaban el trasero s�lo
cubierto por su calzoncito, era de algod�n y se sent�a el calorcito de su
cuerpo.

Sin perder tiempo la acost� en el piso, me acost� sobre ella,
le baj� el calz�n y cuando ya la quer�a penetrar, me dijo, no, por favor no, se
puso a llorar como ni�a. Sin embargo el verla chillando me excit� mucho, le
grit� c�mo chingados no, y de una bofetada la volv� a acostar, me le fui encima
y de un empuj�n le met� me verga por su vagina. Era deliciosa su vagina, seca y
�spera, muy estrechita, mi pene me ardi� de la fuerza con que se lo met� y a
ella eso de seguro le doli� horrores porque grit� y empez� a dar de chillidos
como si la estuviera matando. Sent� su estrechez y le empuj� toda la verga para
romperla y que de una vez sintiera lo que es un macho encabronado.

Luego de met�rsela sent� que algo me corr�a por el pito, lo
saque y v� que ten�a sangre, me gust� la visi�n de su co�ito con vellos muy
escasos y mi verga ensangrentada que la acababa de escoriar. Le volv�a a dar
palo, esta vez, se sent�a igual de estrecha pero por la sangre se resbal� mejor,
la pobre Fabiola lloraba bajito y ten�a las piernas bien abiertas, de seguro ya
estaba resignada y no quer�a que la madreara m�s. Le met� el palo y se lo sacaba
con ritmo de loco, hasta que le empuj� bien duro y me corr� en su vagina, ni p�o
dijo la putita que acaba de estrenar.

Me separ� de ella, todo lleno de sangre, limpi� mi verga con
su calz�n que por cierto era amarillo con figuras de corazones, pero al tenerlo
en la mano, not� que en la parte de atr�s ten�a una mancha de excremento, lo que
ac� en M�xico se llama "rajita de canela", me excit� un chingo el ver esa mancha
en su calz�n, le dije, que se pusiera en cuatro y me ense�ara el culo, Fabiola
no me obedeci� pero le ech� una mirada amenazante y ella a de haber entendido
que si no se volteaba le dar�a yo m�s madrazos, as� que se acost� boca abajo, yo
me re� de la pobre, camin� hasta donde ten�a mi botella de ron, le d� unos
tragos y v� a Fabiola acostada parando su trasero, temblorosa de fr�o y de
miedo, acostada sobre el piso, llorando a�n.

Sin pensarlo mucho la agarr� del pelo y la levant� para
colocarla empinada sobre una mesa que ten�a, ah� la doble bien fuerte meti�ndole
mi rodilla entre las piernas para que separara las piernas, ech� todo mi peso
sobre la espalda para que se doblara por completo, entonces baj� mis manos a su
culo, levant� su falda, le acarici�, le apret� y le pellizqu� sus nalgas fr�as,
sus nalgotas abundantes y duras, que,, adem�s ten�an un grano como de acn�, el
cual pellizqu� para hacerle da�o y sintiera que conmigo no pod�a jugar. Luego
separ� sus nalgas con una mano y le met� un dedo en su anito virgen, al sentirlo
se enderez� pero yo le asest� un golpe duro con mi rodilla en su pagina, as� que
se qued� quieta, le met� m�s dedo por el cubito, y se sent�a muy �spero, le
saqu� el dedo y le puse mi mano en su boca para que ella me la lamiera y la
ensalivara bien.

Mi dedo sali� lleno de mierda, su asquerosa mierda olorosa,
eso me llen� de morbo, le embarr� la mierda en la cara, ella empez� a llorar y
escupi� en mi mano c�mo le orden�, as�, le medio unt� el ano de saliva y luego
luego, sin decirle nada, le arrim� mi verga a su ano. Cuando sinti� el roze,
dijo no, no as� no por piedad, a lo que le respond� con un grito de "estate
quieta cabrona" y un golpe firme con el dedo pulgar entre las costillas, un
golpe inmovilizador porque le saca a uno el aire.

Haciendo acopio de mis fuerzas y de equilibrio le empuj� el
pene muy fuerte, hasta sentir que la romp�a como vil perra, la encul� sin piedad
y hasta le mord� la nuca, porque me excitaba hacerla sufrir, as� le dije puta al
o�do, y le daba embestidas brutas para hacerla llorar del dolor y del asco,
mientras la cog�a me encimaba con fuerza sobre su espalda para que no se moviera
y casi con odio la montaba como una vil perra. No s� por qu� le hice tanto da�o,
pero en ese momento se me revelaban todas las mujeres que me despreciaron por mi
pierna chueca, por que no soy perfecto, ni puedo caminar normalmente, la cog�a
con el odio a todas esa putas que nunca quisieron salir conmigo ni hablarme, la
cog�a como si estuviera matando en ella a quienes se burlan todos los d�as de
m�. Estaba como un verdadero loco, haci�ndola sufrir, desgarr�ndola y sintiendo
descargar todo mi rencor y mi excitaci�n sobre esa nena vuelta puta.

Tard� un rato en correrme dentro de ella, pero al fin lo
logr� con una embestida furiosa y creo que muy profunda porque ella peg� un
gemido y hasta un gas se le sali�. Estuve largo rato jadeando, sudando sobre
Fabiola con mi pene metido, abraz�ndola y sintiendo sus llantos bajo mi cuerpo,
luego de un rato le saqu� mi verga casi fl�cida, la ten�a llena de mierda, de
semen y de sangre, v� como corr�a sangre por su ano enrojecido, y por sus
piernas. Le orden� que no se moviera y fui por papel sanitario para limpiarle la
vagina y el ano, sus dos entradas estaban inflamadas, me fui a lavar el pene y
cuando regres� Fabiola segu�a reclinada en la mesa abierta de piernas , con el
culito lastimado al aire, le pregunt� por su talla de pantaletas, y busqu� unas
en mi bodega, antes de pon�rselas le pose papel sanitario en la pantaleta para
que ah� quedara la sangre que le sal�a. Le sub� su pantaleta y la recost� en
unos bultos de ropa, estaba gimiendo y pude ver c�mo hac�a gestos al caminar
porque me dijo que se sent�a muy lastimada.

Le ped� perd�n por haber sido as� de b�rbaro, ella no dijo
nada pero no me habl� en toda la noche, quer�a sacarla a la calle pero me
contuve porque estaba en malas condiciones y la verdad, a�n quer�a volver a
cojerla. Sin embargo, me arrepent� al pensar en su dolor, dej� que se durmiera,
y yo s�lo me masturb� encima de ella.

Por la ma�ana, la par� y fue a orinar, se cambi� el papel de
sus pantaletas, hasta ese d�a me sonri� y me dijo gracias, caminamos muy
despacio hasta mi puesto y la entregu� de regreso con do�a Refugi�, s� que ahora
Fabiola se dedica de lleno a la prostituci�n, la he visto parada en algunas
esquinas, y he estado tentado a contratarla pero no me animo, me conformo con
que siempre cuando me ve me da una sonrisa. Me he sentido apenado con ella por
lo que le hice, siento algo de culpa pero me intriga su amabilidad y su mirada
de dulzura, quiero regalarle algo de ropa en esta navidad pero no s� c�mo lo
vaya a tomar.

Gracias.