Esto paso hace ya algunos a�os, yo tenia 14 y viv�a junto a
mis padre y mi hermano menor en una gran casa en Vi�a del Mar, la ciudad costera
mas hermosa de Chile, la salud de mi madre siempre a sido algo delicada por lo
que en casa siempre hab�a una empleada domestica, �sea una nana, que se
encargaba del aseo de la casa y lo que era lavar ropa y plancharla, y mi madre
se encargaba de la cocina, ella nunca dejo que otra persona que no fuera ella
misma cocinara, dec�a que eso era muy importante que nos aliment�ramos bien para
no sufrir lo que ella, a�os mas tarde entender�a aquellas palabras, por esos
tiempos la nana se llamaba Rosaura de unos 22 a�os, morena de cabellos largos,
senos grandes y una figura muy hermosa, a mi ella me calentaba de una manera
enfermiza, no podr�a contar las pajas que en su nombre me corr� en el ba�o,
deambulaba ella por la casa con sus cortas falditas, luciendo sus hermosas
piernas, yo no perd�a oportunidad para admirarla, cuando se agachaba para lo que
fuera yo siempre estaba hay, un d�a iba al ba�o despu�s de haber contemplado su
escote por unos minutos y pase frente a su habitaci�n y vi en su cama unos
calzones estiraditos, yo sabia que ella estaba abajo y sin poder resistirlo los
tome y me encerr� en el ba�o, inconscientemente, los olfatee y pude comprobar
por los aromas de hembra que ella ya se los hab�a puesto, mi calentura en ese
minuto era grandiosa, temblaba mientras buscaba en ellos un p�ndelo, cuando lo
encontr� mi cuerpo temblaba de puro caliente, apenas me toque la herramienta
acabe en largos chorros que se esparcieron por el piso, mis manos y en los
calzones de la Rosaura, asta donde recuerdo esa fue mi mejor paja, luego se me
izo un habito masturbarme con la ropa intima de la Rosaura, cada ves que ella
sal�a a comprar yo me met�a en su habitaci�n hurgueteaba un poco asta encontrar
sus calzones y me llevaba ojala el mas sucio y me pajeba en su nombre encerrado
en el ba�o, luego se los devolv�a, un d�a estaba yo sentado frente a la tele con
mi hermano cuando ella salio a comprar, escuche cuando la puerta de calle se
cerro y corr� a su habitaci�n �rgete un poco, encontr� lo que buscaba y me
encerr� en el ba�o a pajearme como de costumbre, estaba en mitad de aquel
trabajo con una mano meneando mi tronco y la otra sosteniendo los calzones de la
Rosaura cuando la puerta del ba�o se abri�, era ella, quede petrificado, sin
saber que podr�a decirle o que le podr�a explicar, ella serr� la puerta del ba�o
tras ella y dijo con suavidad.

Eras tu el que me revolv�a la ropa, yo solo la miraba
mientras mi antes erecto nabo se hund�a entre mi manos, salio calenton el
se�ori�to, a�adi� otra ves Rosaura humill�ndome aun mas, yo ya casi lloraba
cuando dijo, ya no te preocupes yo no le dir� a nadie lo que ases aqu� con mi
ropa pero esto no te saldr� gratis tendr�s que pagarme.

�C�mo? Pregunte, con un hilo de vos.

Termina lo que estabas haciendo para mirarte como lo haces.

Yo me sorprend� aun m�s, y aunque trate de seguir mi pene
fl�cido no se levantaba, del susto creo yo, si mi coraz�n lat�a tan fuerte que
asta se pod�a o�r a distancia.

No puedo, le dije afligido.

Es que estas nervioso, me respondi� ella compasiva, yo te
ayudare y se arrodillo frente a m�, me retiro las manos y comenz� a toc�rmelo,
sus movimientos eran muy suaves, usaba solo dos dedos al principio asta que los
nervios se esfumaron y mi sipote se endureci� en su mano luego lo empu�o y me
pajeaba con lentitud.

A pesar de todo, dijo ella, te as portado bien con migo as�
que te dar� un premio y se echo ante mi sorpresa mi herramienta a la boca, a
pesar que fue algo casi instant�neo antes de acabar pude sentir el calor de sus
labios abrasando la punta de mi lanza, llene su boca con mis jugos y ella trago
como deleit�ndose, cuando se puso de pie tomo sus calzones y con ellos se limpio
las mejillas, salio dedic�ndome una sonrisa, me costo mucho mirarla a los ojos
cuando sal� del ba�o pero ella tomo mi cara y me dijo en susurros.

Ni una palabra a nadie.

Si le respond� asustado, despu�s de eso solo me acordaba de
mi herramienta metida en su boca y tenia que correr al ba�o a descargar mi
calentura y tambi�n desde ese d�a todo cambio, no se si ella cambio o yo pon�a
mas atenci�n en lo que ella hacia, me dejaba ver bajo su falda cuando sub�a las
escaleras o se abr�a la blusa para mirar parte de sus pechos. Un d�a que
quedamos solos ella y yo, tras una semana de que me lo hab�a chupado en el ba�o,
ella estaba echada en el sof� boca abajo, viendo tele cuando me levante, mi
madre y mi hermano hab�an salido al medico muy temprano y mi papa estaba como de
costumbre en el trabajo, ella bestia solo su camisa de dormir que era corta, muy
corta, cuando la vi, me quede helado contemplando sus piernas separadas y sus
calzones, peque�itos, metidos entre sus nalgas, sus pechos se pod�an dibujar
entre la delgada tela cuando se enderezo para saludarme y tuve una r�pida
erecci�n.

Que le paso a mi ni�o, me pregunto, yo no dije nada, que le
podr�a decir, con lo caliente que estaba, ya venga para ac� para hacerle su
cari�ito, yo andaba con pijamas, un pantalones cortos y polera y mi herramienta
se anunciaba con su dureza, me acerque y ella me palpo el miembro diciendo, otra
ves caliente he, yo de pie frente a ella extend� mi mano para tocarle un muslo,
era la primera ves que la tocaba.

No sea t�mido, me dijo y se giro, tomo mi mano y la dejo caer
sobre su pecho, yo lo apretaba con suavidad como jugando y lo acariciaba por
sobre la delgada tela, ella segu�a acariciando mi herramienta cuando sent� que
sus pezones se endurec�an, se puso de pie y se saco frente a mis ojos la camisa
quedando en puros calzones, sus pechos se balanceaban como gelatinas y sin que
ella dijera algo se los tome con ambas manos.

As� me gusta que no sea t�mido, dijo mientras se sentaba
nuevamente, me bajo los pantalones y comenz� a pajearme con suavidad, yo
temblaba de caliente, se lo puso en la boca y me lo chupo unos segundos e igual
que la primera ves acabe en su boca muy r�pido ella trago lo que pudo luego
comenz� a jugar con su lengua cuando ya no sal�a nada de mi herramienta, luego
se puso de pie y me sent� con la herramienta siempre dura se saco los calzones y
se limpio las mejillas, y all� estaba yo otra ves caliente pero ya no temblaba
frente a ella completamente desnuda, se tendi� en la alfombra boca arriba abri�
las piernas y con sus dedos se abri� la vagina y me dijo.

Eso que tu tienes, tienes que meterlo aqu�, yo me tend� sobre
ella y con su mano se meti� mi herramienta siempre dispuesta en aquel t�nel
deseado, me mov� como un orate sobre su cuerpo, no se si ella lo disfruto o no,
pero yo estaba caliente y gozando al m�ximo sobre su piel, apretaba sus senos y
chupaba sus pezones alternativamente, ella me tomaba del pelo y me hund�a la
cabeza entre sus tetas que eran como dos calidos cerros de los que yo me
aferraba con pasi�n.

Para un poquito, me pidi� ella obedec� de inmediato, se puso
en cuatro dejando su culo pr�cticamente en mi cara, con sus dedos humedeci� su
ano meti�ndose un dedo en la boca y luego en aquel estrecho agujero y me dijo.

Ahora metemelo aqu�, yo obedec�, puse la punta de mi laza
sobre aquel punto entre sus nalgas, me costo un poco pero con paciencia, su
ayuda y barios intentos se lo met� todo, en ese peque�o t�nel las sensaciones
eran mas intensas, la tome de la cintura y le di por el culo como una bestia a
ratos me ped�a que se lo sacara se humedec�a el ano y se lo volv�a a meter,
desde mi posici�n se ve�a como mi herramienta se abr�a paso entre sus nalgas
para salir nuevamente, asta que acabe gritando de placer, ella se volvi� y se
recost� boca arriba, abri� las piernas y me dijo, yo aun no termino as� que te
toca a ti chuparmelo, yo de esas cosas hab�a escuchado pero nunca lo hab�a visto
pero no dude en poner mi boca, y pasarle la lengua en su choro, ella me guiaba
diciendo, mas arriba, mas abajo, hay, qu�date hay, mas r�pido eso, eso, jugos de
un extra�o sabor nada desagradable le sal�an de su rendija peluda, en momentos
sus pendejos esos que yo tanto veneraba en sus calzones me hac�an cosquillas,
pero era delicioso sentir como a cada lametazo ella se mov�a como siguiendo el
comp�s de una m�sica que mi lenguas inexperta en esos a�os tocaba, asta que la
sent� retorcerse de placer, le met� todo lo que pude de mi lengua y pude sentir
como las paredes de su chorito palpitaban, yo estaba caliente de nuevo as� que
me aproveche de ese momento y se lo met� en el choro otra ves y su vagina se
sent�a caliente, ella me apretaba en contra de su cuerpo y pude sentir en ese
momento como gozaba con mi tronco entrando y saliendo de su choro, el ruido que
as�a ese mete y saca de su rendija ensopada me calentaba aun mas, llego un
momento en que me rog� que para que no pod�a mas, pero yo solo quer�a darle y
darle asta acabar de nuevo.

Para y te lo chupo, me ofreci� y yo obedec�, como negarse, se
paro me sent� en el sof� y me lo chupo, como la maestra que era, yo hab�a
acabado dos veces ya, por lo que en su boca dure varios minutos y goce, como
goce era espectacular esa sensaci�n, sus labios abrasaban la punta de mi lanza
para luego bajar y llegar casi tocar los pelos con su nariz, se lo saco de su
boca se acerco aun mas a mi y con sus senos abrazo mi tronco y comenz� a
mov�rselos para pajearme con sus tetas, yo estaba loco, la firmeza de sus pechos
hac�an que mi tronco se doblegase ante su suavidad, luego se lo meti� en la boca
nuevamente, pero ahora sus labios apretaban la punta de mi nabo y me hac�an
apretar pis manos de puro placer, luego se lo meti� entero y cerr� los ojos,
sent� nuevamente el dulce sabor cuando uno ya va a terminar, la tome del pelo y
apure sus movimientos asta que sent� esa explosi�n dentro de mi y le hice tragar
lo poco que a esa altura salio, ella sigui� lamiendo mientras yo me derrumbaba
sobre el sof�.

Ya, a ba�arse que su mam� no tarda, ordeno ella, yo obedec�
mientras ella me segu�a se meti� con migo al ba�o y nos duchamos juntos, mis
manos recorrieron su cuerpo por completo y le chupe esas tetas que me
enloquec�an, le hice lo que se me ocurri� al salir estaba casi tan caliente como
antes de la sesi�n sexual pero no paso nada, me vest� luego llego mi madre y la
vida sigui� igual, claro que ese d�a siquiera me ,masturbe ya no quedaban ganas
pero comenz� otra situaci�n especial, esa noche luego que todos se acostaron la
Rosaura entro a mi habitaci�n muy tarde y se acost� a mi lado eso no lo
recuerdo, solo se que aun estaba oscuro cuando me despert� porque ella me lo
chupaba y me lo tenia dur�simo.

Calladito, dijo ella, calladito que estoy cansada pero no
quiero que se ande pajeando, dijo ella y me hizo acabar en su boca otra ves y
luego se fue, la noche siguiente me fui yo a su habitaci�n, y la sorpresa que me
lleve cuando no la encontr�, regrese a mi cuarto pensando que nos hab�amos
cruzado pero no, ella no estaba, para no perderlas todas me fui a la casina para
comer algo y al regresar la muy puta venia del cuarto de mi hermano menor.