Entre mam� y yo se hab�a quebrado una barrera que hasta
entonces no me di cuenta que exist�a y c�mplices de ello los dos, continuamos
disfrutando de esos encuentros furtivos durante todo el verano, incluso con papa
en el campo a su regreso y aun hoy seguimos haci�ndolo.

La cosa es que aquel primer d�a fue incre�ble, los caballos
en el establo, la calentura de esa imagen que no se borrar�a jam�s de mis
recuerdos y el fascinante descubrimiento de la gran puta que era mam� y su
insaciable necesidad de sexo.

De regreso en la casa ese primer d�a cre� que ya todo hab�a
pasado pero ella no lo dejo ah� y despu�s de advertirme claramente las reglas de
lo que nos ocurr�a volvi� a disponer todo para cogerme ah� mismo, sobre el lecho
de su cama matrimonial.

Yo estaba recostado sobre su cama y ella subida a mi cuerpo,
sus piernas a cada lado, tom�ndome por los hombros y su cara a pocos
cent�metros, con habilidad hab�a bajado mis pantalones hasta dejarlos en mis
tobillos y en esa posici�n dominante manej� todo a su deseo y antojo.

Sin mediar m�s palabras que su advertencia estaba otra vez
comiendo mi boca con desesperaci�n, mis manos la aferraban por el culo sobre sus
jean y ella con movimientos de caderas fregaba su pelvis sobre mi sexo buscando
que se irguiera otra vez y vaya que lo logro, ni un minuto despu�s ya estaba
listo para darle mas de mi verga ese d�a.

Sin demoras se saco sus ropas ayudada por mi y se me volvi� a
echar encima esta vez en pelotas y se mov�a sobre mi como una serpiente
arrastr�ndose arriba abajo, frotando sus pechos sobre el m�o y su concha sobre
mis boxer.

Con un movimiento agil se corrio hacia mis pies, tomo mis
boxer del el�stico de la cintura y los jalo con fuerza desnud�ndome y asi como
mis boxer bajaban, ella se movio arqueando su espalda y s�lo guiada por el
instinto se comi� mi verga dur�sima de una sola vez.

All� estaba yo, completamente dominado por mam� en su cama,
de espaldas al colch�n, ella sobre mi comi�ndome la verga y mis ojos tan s�lo
posados sobre su rostro oculto bajo sus cabellos oscuros. Corr� con una mano el
cabello de su rostro para verla trabajar en su mamada y que placer ver que es
mam� la que se come mi verga y no mi novia, poder comprobar una vez m�s que eso
no era un sue�o y ella all�, golosa, tragando y tragando hasta saciarse.

Gracias al sexo del establo la resistencia m�a era enorme y
lo que en otro tiempo y espacio hubiera sido unos treinta segundos para acabar
con esa imagen y caricias, duro m�s de 15 minutos.

Aquella fue la mamada de verga que mejor recuerdo de todas
las que tuve, incluso de ella, no s�lo porque eran nuestros primeros encuentros
sino porque pareci� eterna. Primero ella me tomaba de las nalgas y solo me la
mamaba con su boca, subiendo y bajando, una vez metiendo mi verga toda en su
boca y hasta llegarle a la garganta y otra por fuera, recorri�ndola con la
lengua mientras yac�a inm�vil sobre mi vientre y bajando hasta mis test�culos.

Dios mio, gracias por hacerme vivir esto pensaba y s�lo pod�a
admirarla en su faena y asombrado del esmero que pon�a en cada movimiento me
limitaba a acompa�ar r�tmicamente los movimientos de su cabe en el sube y baja
con mis manos apoyadas a ambos lados sosteniendo su cabello para verla ah�.

Que voracidad la de mi mam�, jam�s pens� que fuera tremenda
comedora de pijas y al cabo de los primeros cinco minutos iniciales ya me ten�a
gimiendo y gozando ese instante y mi actividad s�lo era mirarla y nada m�s.

Los movimientos de su cabeza eran lentos, pausados, haciendo
que a cada embestida hacia abajo y al hacer tope mi verga en su garganta un
segundo o dos de inactividad dej�ndome sentir como estaba toda adentro y luego
con movimientos suaves de su cabeza de lado comenzaba a subir hasta aprisionar
mi glande con sus labios pas�ndole la lengua por dentro de la boca y nuevamente
bajando firme y directo hasta tenerla otra vez bien adentro.

Al cabo de un rato, solt� mis nalgas y comenz� junto a la
mamada a usar sus manos pajeandome como nunca antes. Escupi� saliva en la palma
de su mano derecha en cantidad abundante y comenz� a moverla. Cuando sub�a
apretaba con fuerza desde la base hasta que entre sus dedos se perd�a mi glande
y luego aflojando un poco la baja suave, lento, dejando reluciente la cabeza que
entraba directo a su boca para que jugara con su lengua.

El movimiento se repet�a una y otra vez, sub�a apretando y
bajaba deslizando su mano hasta la base y metiendose la verga en la boca. Era
tanto el placer que me hacia sentir con ese movimiento que solte su cabeza y
s�lo pod�a aferrarme al cobertor de la cama bajo mi cuerpo, retorci�ndolo a cada
movimiento que ella daba sobre mi miembro y comenzando a sentir el cosquilleo
que anuncia que te vas a correr de un momento a otro.

No quer�a terminar y tuve que concentrarme en lo que suced�a,
me concentre en verla y tratando de no pensar que era mam� pues note de
inmediato que cuando la identificaba de ese modo mi morbo se disparaba y me
pon�a al l�mite de mis resistencias.

Ella segu�a sus movimientos como si nada m�s le importara,
sabiendo que est�bamos solos en la casa se tomaba su tiempo para disfrutar del
momento. Sin soltar mi verga bajo por el tronco lamiendo con su lengua fuera las
venas que lo surcan y hasta que su lengua se poso en mis huevos. Ah� abri� su
boca y se meti� primero uno para jugar con el y luego lo solt� y repiti� el
movimiento con el otro.

As� estaba jugando con mis huevos hasta que dijo: "Me encanta
bebe que tengas tanto aguante pero quiero mi raci�n de leche ahora" y de
inmediato se humedeci� un dedo de la otra mano sin soltar mi verga ni un
instante. Me hizo flexionar un poco mis piernas y cuando lo hice ZASSSS nunca me
lo hubiera imaginado antes.

Su dedo h�medo se poso en mi culo, acaricio en redondo mi ano
y sin decir agua va, comenz� a metermelo por ah�. Nunca antes me habian tocado,
acariciado, ni mamado el culo y all� estaba ella tratando de meter su dedo por
atr�s y yo, sumiso, completamente entregado a sus caricias, no pude articular ni
una sola palabra.

Se dio cuenta de mi estupor y saco la punta de su dedo que
recien comenzaba a entrar y acerco su cara a mi ano y lo lamio con dulzura, jugo
con su lengua d�ndome sensaciones indescriptibles. Literalmente me quemaba el
culo con esos besos, no queria que dejara de hacer eso s�lo pude decir "SIII
MAMAAA" y ella supo de inmediato que podr�a hacer en ese instante lo que
quisiera.

Retir� su rostro, volvi� a mojar ese dedo otra vez y acometi�
sobre mi nuevamente. Esta vez ya estaba preparado de lo que har�a y s�lo atin� a
quedarme esperando y con la misma delicadeza de antes lo giro alrededor de mi
ano y luego presion� y yo la deje entrar sin m�s resistencia.

Su dedo entro dos falanges y ella comenz� a moverlo en
circulos por dentro para luego hacer que lo flexionaba y estiraba y luego para
adelante y atr�s. Me estaba cogiendo el culo mi madre y no temo en decir que me
gustaba.

Alce mi cabeza de la cama para verla y lo que vi me
sorprendio. Su rostro era pura lujuria y deseo, con una mueca en su boca como
mordiendo el costado de su labio inferior y jugando con su lengua, sus ojos
clavados en su mano y dedo que entraban en mi ojete sin remordimiento alguno y
con su otra mano jugando con mi verga, sube y baja y entonces sus ojos se
cruzaron con los mios y por segunda vez me hablo.

Viendo mis ojos me dijo: "Como cambia todo Bebe, hace muchos
a�os yo te ponia aceites cuando te cambiaba y nunca pens� lo que ahora". Yo le
inquer� que me dijera que pensaba y me contesto: "Ahora pienso en ponerte mis
jugos, mi saliva, mi flujo y tom�rmelo todo de ah� mismo".

"Mam���!!!!!" le dije y ella se ri� fuerte y me dijo: "Porfi
Bebe, dejame hacerlo si" y solo asent� con un movimiento de cabeza. Saco su dedo
de mi ano y se lo llevo a su sexo, tomo parte del abundante jugo que all� tenia
y volvio para pon�rmelo ah� y despu�s se lami� el dedo hasta que lo limpio por
completo y con un movimiento m�s fuerte me lo hundi� todo en mis carnes.

"AHORA SABES LO QUE ME HICISTE SENTIR EN EL ESTABLO BEBE"
"ESTAMOS A MANO CON ESTO Y ESPERO QUE TE GUSTE COMO A MI"

Fue cosa de un minuto o menos para el final. Ella comenz� a
mover su dedo con fuerza y firmeza penetrando mi culo y con su mano me pajeaba
mientras colocaba mi cabeza en su boca y me dijo:

"Vamos bebe, no te aguantes m�s dale a mam� toda esa leche
que guardas" y no resist� ni un segundo m�s y lleg� mi orgasmo. No me lo pod�a
creer, a diferencia de otras veces donde lo sent�a recorrer mis huevos hasta
salirse por mi verga, ahora la energ�a el orgasmo me sal�a de las mism�simas
entra�as. El culo me ard�a, pero me gustaba lo que me estaba haciendo y vi como
saltaron dos, tres chorros desde la cabeza de mi pija hacia su boca abierta y
ella los recib�a y una ultima gota escurri� por el tronco de mi verga y sus
dedos.

Ella movi� la lengua saboreando la leche, cerro su boca y
trago con un gesto en su cara de �xtasis total. Abri� sus ojos, saco su mano de
mi culo y mont�ndose sobre mi se arrastr� hasta quedar cara a cara y me beso con
los restos de mi leche en su boca intercambi�ndolos con mi saliva y oblig�ndome
a beberla tambi�n.

Nos quedamos all� bes�ndonos unos instantes para luego ella
echarse en la cama de espaldas y decirme: "AHORA TE TOCA A VOS, A VER COMO ME
COMES HIJITO DEL ALMA" y yo me dedique a ella como jam�s lo hiciera (antes o
despu�s) con otra mujer.

Me com� sus pechos con pasi�n, jugu� con sus pezones hasta
sentir que estaban tan duros como si fueran dos piedras de ebano. Baje por su
vientre hasta encontrarme con la mata de pelos de su sexo y ah� me quede largo
rato bes�ndoselo.

Jugu� con su bot�n de placer haciendo que se le hinchara
tanto que parecia como un pene en miniatura sobresaliendo por la parte superior
de su sexo. Ella me ayudaba con sus dos manos abriendose la concha para mi y yo
me bebia sus jugos directamente de la fuente.

Despu�s de varios minutos as�, baje por su sexo metiendo mi
lengua en �l. Sorb� todo el l�quido que hab�a all� y segu� mi viaje hacia su
culo hasta rozarlo con mi lengua. Ella se movio y se coloc� boca abajo, poniendo
su colo en pompa bien empinado para que se lo comiera.

Yo entend� sus intenciones y me dedique a hacerle lo mismo
que ella me hizo a mi, moje un dedo con mi saliva y se lo enterre sin piedad ni
miramientos. Ella dio un grito ensordecedor y pens� que me retar�a pero no, no
lo hizo as� sino que dijo "HIJO DE PUTA .... CLARO CON ESTA MAMA QUE TE SALIO,
COMO NO VAS A SER TREMENDO HIJO DE PUTA"

Yo movi mi dedo hasta que sent� su esf�nter dilatarse para
recibirlo con comidad y entonces lo saque, moje dos dedos y juntos se los volv�
a meter por atr�s. Ah� ella me alento a que siguiera con eso y yo comenc� de
inmediato a cogermela con dos dedos como si ellos fueran mi pija.

Era todo un espect�culo verla revolear su culo de un lado
para el otro mientras mis dedos se le metian hasta lo mas hondo. Su cara estaba
completamente enterrada en el cobertor de la cama ahogando sus gritos de placer
y dolor. Intente detenerme creyendo que la lastimaba y ella saco su cara y
mir�ndome me dijo: "NI SE TE OCURRA PARARTE AHORA, SEGUIIIIII" y yo la obedec�
otra vez, pues la me hablo con esa autoridad que siempre usa desde su lugar de
madre y yo no pod�a resistirla o desobedecerla.

No tard� nada en venirse en mi mano. Fue ella la que llev� el
momento a ese climax moviendo sus caderas para enterrarse cada vez mas mis dedos
en sus tripas y cuando estall� ese orgasmo dejo caer todo su cuerpo sobre la
cama y apret�ndose con sus manos en su sexo se retorc�a toda del placer que le
provoc�.

Cuando reapareci� la calma y se dio la vuelta ah� estaba yo a
su lado, acariciendola por la espalda y costado de la cadera, arrodillado sobre
la cama y con la verga en plena erecci�n.

Estir� su mano, tomo mi falo y me tir� sobre su cuerpo
calz�ndola en la entrada de su sexo. En su rostro hab�a una sonrisa de
satisfacci�n y con risas me dijo: "hasta que no se baje y est� como muerta hoy
no te suelto" y me gui� para que otra vez la penetrara.

Sus piernas estaban flexionadas a la altura de mi cadera, sus
manos tomando mis nalgas y empuj�ndome adentro y yo me abrace a su cintura y le
hund� mi verga de una sola vez hasta que hizo tope en el interior de su cuerpo.
Ah� comenzamos una cabalgata endemoniada, ella no dejaba de moverse a un lado y
el otro, en c�rculos, como acomod�ndose la verga en su sexo y yo inicie el
movimiento de penetraci�n y coito, cada vez tomando mas impulso.

Ella levanto las piernas y las cruzo a mi espalda por sobre
mi cintura y la cama comenz� a rechinar por el movimiento de los cuerpo sobre
ella. Era un concierto de m�sica, la mejor m�sica que se puede escuchar en la
vida, la de dos amantes entreg�ndose sobre el lecho de su amor.

Fueron cinco, tal vez siete minutos, ninguno de los dos daba
respiro a la situaci�n. Yo con mis dos manos tomaba sus nalgas y la empujaba
hacia mi a cada estocada mortal y ella s�lo se aferraba con ambas manos al
cobertor que por entonces era un bollo de tela bajo su espalda.

Nunca me sent� igual, parec�a un taladro que se usa en
perforaci�n de pozos petroleros, una bomba a motor con el piston entrando y
saliendo del pozo buscando el preciado y vital fluido y los liquidos de tan
ardua b�squeda al fin salieron a la superficie.

Ella me anunci� que estaba acabando y con sus fuertes gemidos
sumados al rechinar de la cama aumente el ritmo de penetraci�n. Ella comenzo a
convulsionarse bajo mi cuerpo, era una seguidilla de orgasmo, uno detr�s del
otro, uno fuerte, dos o tres mas leves, otro m�s fuerte, que mujer no dejaba de
acabar y orgasmar ni un instante.

Ella paso de los gemidos a sollozar y yo lance lance un
aullido como si fuera una fiera salvaje anunci�ndole que me estaba coerriendo
"AUUUGGGG AFFFSSSS AHHAAAHHH" y ella me dijo: "SIIII MI BEBE, SIIII OTRA VEZ,
DAMELA, DAMELA TODA MAMI LA QUIERE AHORA" y le solte mi leche ah� en sus
entra�as.

Mi cuerpo se tension� como una viga sobre el de ella y sus
piernas se soltaron y se estiraron a cada lado como varillas marcando que le
llegaba el orgasmo mas fuerte de todos y en esa tensi�n clavo sus largas u�as en
mi espalda haci�ndome salir sangre de la carne bajo sus dedos.

Nada me importo en ese momento, todo era sublime, m�gico,
�nico, demasiado para quedar un gemido ahogado, habia en el ambiente una
electricidad que lo recorria todo, atravesaba nuestros cuerpos uni�ndonos por
los sexos y buscaba su descarga a tierra.

Pas� no se cuanto tiempo mientras yac�a yo sobre mam�
intentando recobrar la respiraci�n. Ni cuenta me di que mi verga se hab�a bajado
y que la presi�n de los m�sculos de la vagina la hab�a expulsado fuera. Los
jugos de mam� y mi semen manchaban el cobertor bajo su cuerpo y jam�s olvidare
sus dos manos tomando mi espalda, peg�ndome a su pecho y su boca besando mi
cuello una y otra vez.

Cuando ambos nos recobramos de ese momento ella se hizo a un
lado, se puso de pie y caminando hacia su ba�o se dio la vuelta y me dijo: "Me
voy a duchar y me dormir� una siesta. Vos hace lo que quieras Bebe pero ....." y
una pausa se produjo cuando llego a la puerta del ba�o y luego volvi� a decir.

"Cenaremos a las 21 como siempre y a las 22, cuando la mujer
del capataz se vaya a su casa, vas a volver aca para d�rmela de nuevo mi amor" y
se meti� en el ba�o y no la volv� a ver hasta la cena de esa noche.

Despu�s de esa tarde y por los otros d�as que mi padre no
estuvo con nosotros volvimos a coger por todas partes, la casa, los establos e,
incluso, en medio del campo rodeado por �rboles, animales pastando y un sol
abrasador sobre nuestros cuerpos, cosa que repetimos ya con mi padre junto a
nosotros y a nuestro regreso aun mantenemos nuestros encuentros en secreto en
nuestra casa cuando papa se va a trabajar o cuando yo regreso de mis estudios o
del club de deportes.