CON MI VECINA MADURA
Hola amigos, me llamo Tino, y voy a contaros una cosa que me
ocurri� hace mucho, cuando yo era todav�a un jovenzuelo de 18 a�os sin apenas
experiencia en temas de sexo. Los hechos en si fueron reales, aunque el relato
de los mismos esta claro que no es exacto pues, en honor a la verdad, me es
imposible acordarme con toda precisi�n.
Yo llevaba como un par de a�os totalmente prendado de una
vecina m�a que viv�a en el piso de arriba. Una macizota de cincuenta y pocos
a�os que estaba para com�rsela.
La se�ora en cuesti�n se llamaba Charo, estaba casada y tenia
un hijo mayor que ya no viv�a con el matrimonio.
Era m�s bien tirando a alta, rubia te�ida y muy guapa de
cara, pero lo que a mi me volv�a loco era su fabuloso par de tetonas y su enorme
y precioso culo que todav�a conservaba bastante empinado a pesar de la edad que
tenia. Cada vez que la ve�a por la calle o las escaleras del piso me empalmaba
como un borrico y tenia que salir disparado para mi casa para aliviarme. La
cantidad de pajas que me habr� yo hecho pensando en ella son incontables. Cada
d�a me gustaba m�s, y hac�a todo lo posible por encontr�rmela.
Cuando me cruzaba con ella me quedaba mir�ndola cada vez m�s
y m�s tiempo y en algunas ocasiones que ella me pillo, a mi me pareci� que no
solo no le importaba, sino que incluso me sonri�, aunque en el fondo, yo cre�a
que eran figuraciones m�as y que a Charo le importaba yo m�s bien poco.
En estas estaba yo por aquella �poca cuando una tarde volv�a
temprano a mi casa, y mira por donde me encuentro a mi vecina subiendo las
escalera delante m�a.
La se�ora recuerdo que llevaba un traje de chaqueta con una
falda ajustada por encima de la rodilla y unos tacones negros.
Ni que decir tiene que me hice el remol�n subiendo las
escaleras para desde atr�s ver parte de los rollizos muslos de la maciza.
El espect�culo era de lo m�s excitante y yo creo que ella se
dio cuenta claramente de lo que estaba pasado pues creo que empez� a subir las
escaleras de forma mas lenta e incluso a mi me parec�a que mov�a suavemente de
derecha a izquierda su maravilloso trasero como para intentar provocarme. Yo
creia que aquello era la cosa mas hermosa del mundo, aquel enorme culo
bambole�ndose de manera tan excitante y aquel par de rollizos muslos subiendo
las escaleras delante de mis narices.
De pronto Charo dio un peque�o grito que me sac� del
embobamiento en el que me encontraba.
Ay, creo que me he doblado un tobillo al pisar en este
escal�n,
Tino, �quieres agarrarme por la cintura y ayudarme a llegar
hasta mi casa ? te lo agradecer�a mucho.
Por supuesto que si se�ora, para eso estamos los vecinos.
Casi sin creerme lo que estaba pasando, me acerque a ella y
la rodee con mis brazo dejando que ella a su vez me rodeara a mi con el suyo.
Aquello parec�a un sue�o, pero era verdad, me estaba ocurriendo a mi, ��� Tenia
a mi vecina agarrada por la cintura y la acompa�aba hasta su casa !!!
Al subir las escaleras a mi me pareci� que la muy zorrona no
cojeaba demasiado, por lo que empec� a intrigarme un poco.
Cuando llegamos a su descansillo me dijo sonri�ndome de la
forma m�s provocativa que he visto en mi vida, que pasara a su casa, que quer�a
que le diera un peque�o masaje en el tobillo para que no le doliera, as� que
entramos en el sal�n del piso y Charo se sent� en un sof� y se quit� el tac�n
del pie que le dol�a.
Me agach� delante de ella y me puse a masajearle aquel
regordete pie con las u�as pintadas de rojo, aunque en realidad lo que a mi m�s
me interesaba era mirar entre las piernas de la calentona y ver perfectamente
como por entre las bragas blancas que llevaba se le escapaban algunos de los
pelos del co�o.
A ella no solo no parec�a importarle, sino que incluso
separaba un poco los muslos para que lo viera mejor.
De pronto, Charo se levant� y se puso el tac�n.
Mira ni�o, esp�rame un poquito, que con esta ropa no estoy
nada c�moda, as� que si�ntate y espera hasta que yo me ponga un poquito
maaaasssssss, ejem, ejem, fresquita.
- Por mi puede usted ponerse todo lo fresquita que quiera,
pero
por favor, dese prisa.
A lo de darse prisa no le hizo demasiado caso, la jamona
tard� un rato enorme en volver al sal�n, eso si, la espera estuvo m�s que
justificada. Cuando Charo apareci� por la puerta a mi casi me da un infart�, me
qued� mudo.
La muy guarrona se hab�a estado maquillando a conciencia y
parec�a una autentica puta callejera. Adem�s venia vestida, es un decir, con un
peque�o picard�as de color verde varias tallas menores a la suya y que se le
sujetaba a los hombros por un par de estrechos tirantes. Le estaba tan corto que
por delante le llegaba a la altura del pubis, y por detr�s se la ve�an
perfectamente las dos enormes mollas de carne de sus nalgas.
Completaba su atuendo unas bragas m�s bien peque�as y casi
transparentes tambi�n de color verde y unas zapatillas de estar por casa de
tac�n alto.
Ya pod�is imaginaros como se me puso la polla. Aquello era un
autentico bomb�n madurito que estaba de rechupete.
Lentamente se fue acercando a mi contorsionando sus caderas
de forma descarada y haciendo que a mi me diera una autentica calentura que hizo
que me pusiera como una moto
��� Que buen�sima estaba aquella se�ora !!!
Pero como es que tu no te has puesto tambi�n mas fresquito
ni�o, piensas quedarte toda la tarde vestido. Venga, qu�tate algo de ropa y
qu�date por lo menos en calzoncillos.
La obedec� sin rechistar, me quede en calzoncillos como me
hab�a dicho, y enseguida Charo se abri� de piernas y se sent� encima de mi
pubis, con tal punter�a que hizo que la raja de su co�o quedase justo encima de
mi verga . Enseguida se bajo un poco el escote del picard�as y se saco su
maravilloso par de tetas. Eran enormes.
� A que estabas deseando tenerme as� ?
En lugar de contestarle lo que hice fue rodearla con mis
brazos y ponerme a chupetearle los gordisimos pezones como si fuera un bebe.
Estaban riqu�simos.
Entre tanto, Charo, para empalmarme un poco m�s, se dedic� a
quitarme como pudo los calzoncillos y a acariciarme el miembro.
� Dios m�o, ni�o, que grande lo tienes ! Esto si que es un
buen rabo y no el que tiene mi marido. Que gustazo me vas a dar.
Cuando se cans� de admirarlo y acariciarlo, lo dejo suelto y
volvi� a colocarme la raja de su chocho con las bragas encima de �l. Luego se
puso en cuclillas sobre el sof� y empez� a restreg�rmelo de abajo a arriba y de
arriba abajo, con suavidad, como queriendo que su sexo apreciara el tama�o del
m�o.
Yo estaba en la gloria, recibiendo ese delicioso masaje en la
polla y chup�ndole los pezones sin parar.
Cuando se canso de aquel juego, se levanto y se puso delante
mia, de espaldas, volvi� la cabeza y me sonri� picaramente.
- Bueno, creo que ya va siendo hora de que yo te ense�e a ti
mi
cosita, espero que te guste tanto como a mi la tuya.
La jamona, puso el culo en pompa, y con unos suaves contoneos
de caderas, empez� a bajarse las bragas hasta la altura de las rodillas donde
las dejo encajadas.
El espect�culo que me estaba ofreciendo meneando el trasero y
balance�ndose suavemente sobre sus zapatillas de tacones era como para volverse
loco. Tenia ante mis ojos el culazo mas bonito que yo he visto en mi vida.
Aquello era enorme, suave, calido, con las dos magnificas
redondeces de sus gl�teos perfectamente conservados. Adem�s ten�a unos peque�os
hoyitos muy graciosos como consecuencia de la peque�a celulitis que empezaba a
tener.
Yo permanec�a embobado mirando como un poseso cuando de
repente veo que Charo se separa varias veces las nalgas con las manos
ense��ndome la deliciosa pelambrera de ensortijados pelos casta�os que tenia
entre las piernas y como queriendo ventilar su co�o delante de mis narices.
Un penetrante olor a sexo invadi� toda la habitaci�n. Aquello
ol�a a hembra madura en celo.Supongo que Charo llevar�a ya un buen rato
segregando flujos por la vagina y se notaba el efecto.
De repente, la jamona se abre un poco de piernas, acerca a�n
m�s su trasero a mi cara, encorva la espalda hacia delante y separ�ndose
totalmente las nalgas con las dos manos me ense�a el co�o mas enorme que yo
hab�a visto nunca.
��� Aquello era una verdadera preciosidad !!!
Ten�a unos labios enormes, una suave vulva sonrosada
totalmente h�meda y un cl�toris rojizo del tama�o de un pez�n.
Por encima del co�o pod�a verse el peque�o ojete de su culo.
Estaba cubierto por un tupido vello rubio y unas deliciosas estr�as marrones.
Todo aquel conjunto era como para querer estar disfrut�ndolo
toda la vida, as� que yo, sin querer perder mas tiempo, agarre a Charo por los
muslos y pegue los labios de mi boca a los de aquel espl�ndido chocho y me puse
a lam�rselo con la lengua. ��� Que maravilla !!!
Si el olor era delicioso el sabor de aquel chumino es
imposible de describir.
��� Autentico placer de dioses !!!
Mi lengua recorr�a una y otra vez las paredes de la vulva
sac�ndole todos sus jugos. Enseguida me pon�a a chuparlo y con los labios le
succionaba el cl�toris.
- As�, as�, ahhhhh, ahhhhhhh, que bien , que bien, no pares,
sigue, sigueeeeeeee, as�, ohhhhhhh, que gusto, m�s, maaasssssss, as�, hasta
dentro, mete bien la lengua bonito, ayyyyyyyyyyy�..que rico.
De vez en cuando sub�a un poco la lengua y le daba unos
buenos lametones en el ojete del culo a lo que ella respond�a encogiendo las
nalgas, atrapandome la boca entre ellas y haciendo que todo su culo se llenara
de hoyitos.
Mientras yo le com�a el co�o sin parar, ella me agarro la
polla y se puso a pajearme y a mam�rmela. Senti otra enorme oleada de placer.
Charo se tragaba hasta bien dentro mientras que a la vez me acariciaba los
test�culos. Enseguida se la sacaba de la boca y se ponia a lamerme y a chuparme
el glande como posesa.
Estuvimos haciendo el sesenta y nueve un buen rato, hasta que
nos cansamos debido a la postura.
- Oye Tino, en mi dormitorio tengo una magnifica cama de
matrimonio que esta vac�a � quieres que nos vayamos all� ?
- Por supuesto que si, lo estoy deseando.
Rapidamente me levante del sof� y cogiendo a la rubia por la
cintura nos dirigimos al dormitorio d�ndonos un fort�simo beso de tornillo. Por
el camino le fui metiendo mano por detr�s, toc�ndole las nalgas y comprobando lo
mojado que tenia el co�o. Ella separaba las piernas para que le metiera los
dedos mientras se re�a de forma escandalosa.
Nada m�s llegar al dormitorio, Charo se tumbo en la cama boca
arriba, se abri� de piernas y levant� las nalgas.
- Si te gusta lo que ves ya sabes lo que tienes que hacer,
quiero
que me la metas hasta los mism�simos cojones. Hace much�simo
tiempo que mi marido no me deja satisfecha, y quiero que hoy
sea
algo especial, espero que me hagas disfrutar mucho.
- Por eso no se preocupe Charo, pienso darle los pollazos m�s
fuertes que le han dado en su vida. Voy a estar foll�ndola
hasta
dejarle el co�o totalmente escocido.
Dicho y hecho, enseguida me sub� en la cama y acerque mi sexo
al suyo, Charo me cogi� la polla y lentamente fue acercando el glande a la
entrada de su vulva. En el momento que sent� la deliciosa humedad de sus labios
vaginales rozando mi pene, impuls� lentamente el pubis hacia adelante y
suavemente se lo fui metiendo hasta que mis test�culos chocaron contra su sexo.
Fue, sin ning�n g�nero de duda la sensaci�n m�s agradable que yo hab�a sentido
en mi vida.
El rozamiento de las paredes de su c�lida vagina con la piel
de mi pene me produjo un placer que soy incapaz de describir. Aquello era una
autentica gozada.
Despacio, me tumbe sobre la maciza y nos pusimos a darnos uno
de los m�s viciosos besos de tornillo que yo he dado en toda mi vida.Disfrutamos
los dos de lo lindo chupandonos las lenguas y apretando nuestros labios con
fuerza.
A la vez , muy suavemente, empezamos a follar.
Nuestro sexos se separaban y un�an lentamente, como
regode�ndonos en el momento que est�bamos viviendo, y calculando como cada uno
de nosotros quer�a que fuera la c�pula.
As� estuvimos durante unos momentos, al cabo de los cuales yo
no pod�a aguantar m�s y abrazandola por la espalda con todas mis fuerzas y
apretando sus tetona contra mi pecho, me puse a foll�rmela como un autentico
verraco en celo.
Mi polla entraba una y otra vez en su sexo mientras la jamona
jadeaba y gritaba loca de placer.
- Ahhhh, ahhhhh��.as�,as�, como me gusta , que rico, que
rico,
sigue, sigue, mi vida, no pares ahhhhhhhh, ahhhhhhh��.
Nuestros sexos se un�an y separaban produciendo el rozamiento
de mi pene en las empapadas paredes de su vagina una autentica sinfon�a de
chapoteos de lo mas excitante que os pod�is imaginar
- Sigue, sigue, �ac, �ac, �ac� as�, as�, �ac,�ac,�ac� no
pares,
esto si que es follar, as� mi vida, asi, hasta dentro,
ahhhhh��.
Por fin, despu�s de estar un buen rato follando sin parar,
note que Charo met�a una mano entre sus piernas para acariciarse el cl�toris,
mientras que con la otra se dedicaba a sobarme las pelotas.
��� Que gustazo !!! ��� Aquello era una autentica gozada !!!
Despu�s note como la macizota empezaba a convulsionar el
pubis mientras me apretaba la verga con toda la fuerza de sus m�sculos
vaginales. Se estaba corriendo por las patas abajo. Gem�a y gritaba con todas
sus fuerza como si fuera una autentica guarra y me parece que le importaba muy
poco que alguien pudiera oirla.
Yo, sin poder aguantar m�s, di varias embestidas m�s fuertes
todav�a, apret� con fuerza mi sexo contra el suyo, y notando una autentica
descarga de placer que hizo que se tensaran todos los m�sculos de mi cuerpo,
sent� como una enorme cantidad de semen pasaban de mis test�culos al sexo de
Charo a traves de mi pene.
Fue una de las mejores corridas de mi vida.Despu�s, cuando
nos separamos, los dos quedamos muy relajados uno al lado del otro, nos
abrazamos y besuqueandonos un rato y Charo me dijo que tenia que irme, que su
marido estar�a a punto de llegar.
Tambi�n quedamos en que volver�amos a repetir lo de aquella
tarde, pero eso es algo que, al rev�s de lo que ocurre en la mayor�a de las
historias que he leido aqu�, nunca sucedi�.
A los pocos d�as de ocurrir esto yo me tuve que ir a estudiar
a otra ciudad y adem�s, por esas fechas empec� a salir con una chica que me
gustaba un mont�n. No obstante la tarde que pase con mi vecina no la olvidar�
jam�s.