En estas fechas tan felices para algunos y tan malas para
otros, suelen buscarse los buenos sentimientos de la gente para ayudar a los m�s
desfavorecidos.

Uno de los lemas con los que nos bombardean de continuo, es
invitar a alguien que no tiene techo a sentarse contigo a tu mesa y compartir
todo lo que tienes con �l en estos d�as se�alados.

Esta que voy a contar, es la historia de la buena acci�n
llevada a cabo en mi casa en las �ltimas fechas.

Mi mujer, cuando sal�amos a la calle a realizar alguna
compra, siempre me comentaba lo mal que lo estar�a pasando un mendigo que nos
encontrabamos siempre cerca de nuestra casa, que se dedicaba a pedir a todo el
mundo que pasaba por all�.

La apariencia del mismo, aunque muy sucio y descuidado, era
la de una persona joven, unos 25 a�os, de gran envergadura, de
raza negra y que no parec�a tener ning�n tipo de enfermedad

Este pasado d�a 24 de Diciembre, d�a de Nochebuena, mi mujer
cuando llegue a casa, volvi� a comentarme que hab�a visto al mendigo en el sitio
de siempre, no crees que le podr�amos traer a casa a que cenara con nosotros,
estaba ya cansado de la misma monserga siempre, est� bien dije, ahora me acerco
a buscarle y le invito a cenar con nosotros, pero si dice una sola vez que no,
se termina el tema.

Despu�s de lo que sucedi� en mi casa, menos mal que cuando le
invite no se neg�, ni mi mujer, ni yo, nos lo habr�amos perdonado nunca.

Cuando Josuha, que as� nos dijo que se llamaba, llego a mi
casa, mi mujer le recibi� con gran amabilidad, cortes�a y tratando de que se
sintiera todo lo mejor posible desde un principio.

Creo que Josuha, necesitar�a algo de ropa limpia para
ponerse, mientras yo le lavo la que trae puesta cari�o, dijo mi mujer, y tambi�n
se puede ir dando un ba�o mientras preparamos la mesa, la verdad es que el olor
que desped�a el tal Josuha echaba para atr�s, est� bien le indicare donde est�
el ba�o y ya le dar� algo de ropa, lo �nico que encontr� a primera vista y que
no utilizaba habitualmente fue un albornoz, se lo deje en el ba�o junto con unas
zapatillas y me fui con mi mujer al comedor.

El ba�o le tuvo que sentar muy bien, porque estuvo cerca de
media hora metido en la ducha, o�mos como abr�a la puerta del ba�o y ven�a al
comedor donde nosotros nos encontr�bamos, el cambio que hab�a pegado con el ba�o
fue total, apareci� un joven apuesto, con una cara que no era la t�pica de los
hombres de su raza, ya que las facciones eran mucho m�s lineales y ten�a unos
ojos de color caramelo que resultaban muy atractivos.

Mi mujer, pese a que la cena era en nuestra casa, se hab�a
puesto muy coqueta, tenia un vestido de fiesta de color negro , con un escote
m�s que generoso, que dejaba ver las curvas de sus pechos junt�ndose en un canal
muy insinuante, que descend�a hasta donde la imaginaci�n te llevara, no se hab�a
puesto sujetador, con lo que el marcado de sus tetas era mucho m�s acentuado.

Pero si el escote en su parte delantera, era digno de ver, en
la parte trasera, este llegaba hasta la misma rabadilla, con lo que si adoptaba
alguna postura algo forzada, era posible verla algo m�s que el comienzo de su
bragita, un tanga que en la parte trasera tan solo ten�a como tela, ese diminuto
tri�ngulo que suele quedar a una gran distancia de lo que deber�a tapar.

Cuando Josuha se acerc� a la mesa, mi mujer y yo, nos
quedamos con la boca abierta, viendo algo que no ten�amos previsto de ninguna de
las maneras, como el albornoz se lo hab�a atado con el cintur�n, con el
movimiento al andar, este se abr�a en su totalidad hasta la cintura, claro no se
me hab�a ocurrido dar a nuestro invitado ninguna prenda de ropa interior, y lo
que vimos fue una polla que si en su postura durmiente ten�a la longitud que
estabamos viendo, no era posible imaginar, que pasar�a cuando esta despertara.

Yo mire a mi mujer haciendo un gesto, para indicarla que no
pasaba nada y que sigui�ramos con la cena, claro que ella no sab�a que mi mente
trabajaba a mil por hora, recordando muchas de las fantas�as sexuales que me
habr�a gustado llevar a cabo en mi vida.

Durante la cena, Josuha nos cont�, como hab�a llegado desde
su pa�s ilegalmente y no hab�a conseguido encontrar trabajo al no disponer de
papeles, el dec�a que en su tierra dentro de su modestia siempre hab�a trabajado
en algo, pero que el futuro no exist�a de ninguna de las maneras, no conoc�a a
nadie en Espa�a y nadie le hab�a querido ayudar, echaba de menos sobre todo a
una novia que dec�a tener all� y de la que sobre todo recordaba lo bonita que
era, igual que usted, dijo a mi mujer.

Cuando termin� la cena, empezamos a retirar los platos, mi
mujer al coger el que hab�a utilizado Josuha, volvi� a encontrarse con la imagen
anterior de la entrepierna del chico, solo que ligeramente modificada, es
posible pensar que el haber comido copiosamente, o la visi�n que el cuerpo de mi
mujer ofrec�a a sus ojos, cuando se inclinaba a quitar los platos, hab�a
producido una m�s que considerable erecci�n en la polla de nuestro amigo.

Cuando estabamos en la cocina, mi mujer me dijo, no te puedes
ni imaginar como tiene la polla este chico, es descomunal me da verg�enza
mirarla, cari�o no crees que deber�amos hacer la buena obra completa con este
chico, que echa tanto de menos a su novia, que estas insinuando, me contest�,
acaso quieres que me le folle, bueno si quieres podr�amos llegar a producir un
empate, t� le follas a �l y que el me de por el culo a m�, serias capaz de hacer
esas guarradas me dijo, cari�o una vez no hace da�o a nadie, le dije.

Cuando nosotros ten�amos esta conversaci�n, me hab�a dado
cuenta de que Josuha nos estaba escuchando desde la puerta de la cocina, y creo
que cuando de nuevo aparecimos en el comedor, ya sabia a las claras que le
�bamos a hacer un regalo muy especial de fin de fiesta.

Sacamos unos dulces de postre y cuando empezamos a comerlos,
mi mujer coment� que estaban riqu�simos, a m� me gustar�a probar otros dulces
que seguro estar�an mucho m�s ricos, dijo Josuha, como cuales dijo mi mujer,
pues con el permiso de tu marido, me gustar�a comerme esas deliciosas tetas que
tienes y continuar con tu co�o que seguro soltara un delicioso n�ctar, mi mujer
se quedo mir�ndome sin decir nada, esperando mi reacci�n, como no abr� la boca,
ella dijo, la verdad es que tengo mucho calor, me podr�as ayudar a bajar la
cremallera del vestido Josuha, por supuesto contest� �l, se puso de espaldas a
�l mientras segu�a sentado y este comenz� a bajar la cremallera, con solo haber
bajado unos cent�metros , quedaron expuestos a su vista los dos redondos globos
que mi mujer tiene por culo, Josuha no tard� en acercar su boca a esta raja tan
deliciosa y empez� a chupar con verdadero deleite el principio de su postre
particular, el vestido termin� de caer al suelo mientras mi mujer se apoyaba en
la mesa sacando el culo para que �l la pudiera chupar mejor, yo inmediatamente
empece a chupar con desesperaci�n las tetas de mi mujer provocando que
inmediatamente sus pezones se pusieran totalmente duros.

Josuha despu�s de haber trabajado durante un buen rato el
culo de mi mujer, la quito las bragas y apartando el mantel y las pocas cosas
que quedaban encima de la mesa, la tumbo boca arriba abriendo sus piernas
comenzando una comida de co�o que mi mujer agradeci� con constantes gritos de
placer, como la nueva postura limitaba mis posibilidades de poder seguir
comiendo las tetas a mi mujer, di paso al comienzo de mis fantas�as er�ticas, me
tire al suelo pasando por debajo de las piernas de Josuha y sentado en el mismo
empece a meterme en la boca, la imponente polla que estaba en pleno apogeo, que
maravilloso placer me daba sentir como entraba y sal�a esa tranca en mi boca,
los movimientos que con su cuerpo empezaba a realizar Josuha, demostraba a las
claras que tambi�n a �l le estaba gustando, que bien me est� chupando la polla
tu marido, como siga de esta manera, no tardare mucho tiempo en correrme, si
sigues chup�ndome el co�o as�, yo tambi�n creo que me voy a correr.

Aceler� mis chupadas viendo como el cuerpo de Josuha empezaba
a tensarse ante la inminencia de un orgasmo que no quer�a retrasar, empec� a
escuchar como mi mujer ten�a un maravilloso orgasmo, diciendo cosas que conmigo
nunca hab�a usado, me estas corriendo mi negro, vamos sigue chupando que me
estas fundiendo el co�o, en ese preciso instante, empece a sentir como flu�a un
r�o caudaloso en mi boca que a duras penas pod�a engullir, estaba claro que
Josuha echaba mucho de menos a su bonita novia.

Me gustar�a que me dieras un poco m�s de tu postre Josuha,
dijo mi mujer, quiero sentir dentro de mi cueva ese maravilloso m�stil de �bano
que tienes entre las piernas, pero no te preocupes que te voy a ayudar a que se
ponga de nuevo en forma, agach�ndose agarr� con sus manos el poll�n negro y
empez� a chupar el capullo brillante que ten�a frente a su boca, no tard� mucho
tiempo en ponerse de nuevo en forma, despu�s de varios minutos de una gran
mamada, Josuha la dio la vuelta apoy�ndola desde la cintura hacia arriba en la
mesa, subiendo ligeramente su culo para as� poderla penetrar mejor, empez� a
introducir su miembro en la concha de mi mujer que "sufr�a" este martirio con
gran resignaci�n, durante varios minutos estuvo bombeando el co�o de mi mujer
que cada vez estaba m�s caliente y segu�a soltado por su boca, una gran variedad
de ep�tetos obscenos, follame como si fuera una perra, dame fuerte y m�temela
toda hasta el fondo, pero no lo gastes todo que luego tienes que dar por culo al
cabr�n de mi marido, Josuha empez� a bombear con fuerza el co�o de mi mujer, que
tuvo otro orgasmo descomunal, mientras yo estaba chupando el culo de Josuha que
recib�a esta caricia con agrado, cuando mi mujer se corri�, sac� su polla
pringada de los jugos de su orgasmo y me dijo, ponte a cuatro patas maric�n, que
te voy a dar el mejor postre de Navidades que nunca nadie te diera.

Me escupi� en el culo y meti� uno de sus dedos para abrirlo
un poco en previsi�n de lo que iba a venir, no se lo pongas f�cil, dijo mi
mujer, que le duela cuando le rompas el culo, eso por maric�n, Josuha se puso de
rodillas detr�s m�o y apunto su vergadura a la entrada, comenz� a
empujar y mi culo se fue acomodando a ese intruso que solo quer�a darle disfrute
permanente, cuando hab�a metido casi la mitad de la polla, di un fuerte impulso
hac�a atr�s que me ensart� de una sola vez aquel hierro ardiente que me estaba
rompiendo el culo, pero la sensaci�n que experimente cuando toda la polla entr�
en mi culo y note los huevos dando en el mismo, es algo que se tiene que
averiguar por uno mismo, era maravilloso sentir todo el hueco de tu culo lleno
de ese rollo de carne palpitante, empez� a bombear y cre� que estaba en el
cielo, no pod�a soportar el gusto que me estaba dando, venga no pares, dec�a mi
mujer, follale, revi�ntale el culo, para que se sienta maric�n de una vez, dame,
dame, no pares por favor sigue d�ndome por culo, me vas a volver loco, que polla
m�s rica tienes, como me gusta que me la claves, ya lo creo que te gusta, dijo
mi mujer, si encima estas empalmado so cabr�n, entonces se meti� debajo de mi
cuerpo y comenz� a hacerme una chupada de las que tan buena experta era, al
momento note como la polla de Josuha empezaba a inflarse y cre�a que me iba
reventar, su corrida fue de las que hacen �poca, no tenia fin, me echo tal
cantidad de leche en el culo, que me resbalaba por las piernas al no tener m�s
sitio donde depositarse, y entonces rev�nte yo tambi�n, me empece a correr en la
boca de mi mujer, soltando toda mi leche caliente que ella no dejo escapar de
ninguna de las maneras.

Entregamos algunas ropas a Josuha, para que se las llevara y
les dimos las gracias por hacernos esa noche tan especial, el nos dijo que quien
realmente ten�a que agradecer algo era �l y que si alguna vez, "necesit�bamos
volver a sentar a alguien a nuestra mesa, que seguro que �l estar�a cerca".

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