Mi suegra, mi amante :
Como coment� en un relato anterior, aunque tenia una novia
estupenda, al dejarla en su casa, siempre me daba una vuelta por la ciudad, y
como en la noche todos los gatos son negros, me llevaba a cualquier mujer que
encontrara sin distinguir en edades o f�sicos.
Fue as� como pas� el tiempo, me cambie de universidad al sur
de Chile y conoc� a un nuevo amor, que justamente era de mi tierra natal. Me
enamore locamente y a los pocos meses y para demostrarle mi amor, nos casamos en
la ciudad de Valdivia, sin contarle nada a nuestros padres. Como es de
suponerse, en mi casa qued� la grande y para que decirlo en la casa de ella,
pero como los hechos ya estaban consumados, nos les quedo otra opci�n que
aceptarnos. Llegaron las vacaciones y viajamos a nuestra ciudad. Cada uno se fue
a su respectiva casa, para preparar el terreno para el otro.
En mi casa me trataron de irresponsable, que si ella estaba
embarazada etc. Pero que en fin, las cosas ya estaban dadas y que ya no hab�a
vuelta atr�s. Nos hablamos por telefono y me dijo que en su casa me esperaban a
cenar.
Al llegar a su casa, me sale a recibir y me presenta a su
familia. Que les puedo decir, ni en un mill�n de a�os lo hubiera imaginado. �La
madre de mi se�ora hab�a sido una de las tantas mujeres que hab�a recojido en
mis tiempos de soltero!. Ambos quedamos con la boca abierta, sin embargo
disimulamos.
En la cena, nos mir�bamos, un poco con miedo, otro poco de
risa, pero asi y todo termino la velada.
Ya hab�a pasado casi una semana, cuando por fin nos pudimos
quedar solos con mi suegra:
� Me parece incre�ble ( me dice ella )!
A mi tambi�n, nunca lo hubiese ni siquiera imaginado
Bueno, ya las cosas estan echas y lo �nico que nos queda
es olvidarnos del pasado
Me parece bien, si Angela se entera, se muere.
En ese momento, Angela vuelve del almacen y nunca mas tocamos
el tema.
Volvimos a Valdivia, pas� el tiempo, terminamos nuestros
estudios y volvimos a nuestra ciudad. Como ambos eramos reci�n egresados, no
cont�bamos con dinero para arrendar nada, por lo que nos fuimos a vivir a la
casa de mis suegros.
La verdad, el encuentro que tube en ese entonces con mi
suegra, fue memorable. Me acuerdo perfectamente cuando al dar la vuelta en la
esquina, con el carro de mi padre, ella esperaba locomoci�n para volver a su
casa. Era una mujer alta, con un cuerpo, digamos bien para su edad, pero con
unas tetas del porte de una sandia, sin ser gorda. Francamente, una de las
mejores tetas que me he comido en mi vida, y el sexo, nada de mal.
Bueno como les comentaba, nos fuimos a vivir a su casa,
transcurrio el tiempo y entramos en un ambiente mas informal. Mi suegro por su
trabajo viajaba mucho. Fue asi como Angela encontr� trabajo primero que yo y
termino trabajando en la capital, a una hora de viaje de nuestra ciudad.
Al segundo d�a, mientras yo aun estaba acostado, entra a mi
habitaci�n mi suegra, con una bata blanca. Se para al lado de la cama.
Creo que tenemos que hablar
Y sin decir nada mas, se deja caer la bata y aparece
completamente desnuda. Yo quede helado, pens� alguna vez que eso pod�a ocurrir,
pero no tan pronto.
Se acuesta a mi lado, me acaricia el pecho, bajando su mano
hasta encontrar mi verga ya completamente a 100. Me empieza a tocar, me nos
besamos apasionadamente. Besa mi pecho y lentamente llega mi verga, metiendola
toda en su boca. Mis manos acarician su culo, en un r�pido movimiento, pasa su
piernas por sobre mi peho, quedando su vagina a la altura de mis labios. Nos
entregamos placer oral mutuamente, por largo rato, hasta que siento que ella no
da mas y termina en mi boca, mientras yo hago lo mismo en la de ella.
Estas sesiones se han repetido por mucho tiempo, y aunque ya
nos fuimos de su casa, de todas formas logro darme una escapadita, cada dos
semnas y terminamos teniendo un sexo impresionante.
Atte.
Alex